Paranoia

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Mis manos estaban sobre el volante del auto, mi cara sobre mis manos abrí lentamente lo ojos y levante mi rostro, observe el vacio de la carretera, mire hacia el asiento del copiloto y mi madre no estaba, mire hacia todos lados y parecía estar todo desierto como si no hubiera nadie sobre la tierra.

Gire la llave para encender el auto pero mis intentos fueron inútiles, no funcionaba.

-¡Joder! ¿Y ahora que voy a hacer?Estoy en medio de la nada- dije mientras recostaba mi cabeza en el asiento, después de unos minutos me limite a bajar del auto y me percate de que en unos minutos comenzaría a oscurecer, busque dentro del auto una linterna y cuando por fin la encontré comencé a caminar por aquella carretera vacía.

La noche comenzó a caer y en ningún momento paso algún auto ni nada por el estilo encendí la linterna para poder continuar mi camino a oscuras.
Seguí caminando y de la nada comenzó a llover, trate de buscar donde refugiarme de la lluvia pero no pude encontrar un lugar para hacerlo, así que continúe caminando, a lo lejos pude ver una señal de carretera, me acerque y lo alumbre con la linterna.

En el decía que había una estación de gasolina a 2 km. Maldecí cientos de veces mientras seguía caminando, comenzó a llover cada vez mas fuerte así que me coloque el gorro de la chaqueta y metí una de mis manos en el bolsillo mientras con la otra seguí alumbrando mi camino, parecía eterno, sentí que nunca llegaría.
Todo estaba cada vez más oscuro. De la nada la linterna comenzó a parpadear locamente. Se encendía y apagaba sin razón alguna. Saque mi mano del bolsillo y comencé a golpearla una y otra vez, hasta que se apago por completo.

-Dios mío, ¿En serio? Esto no puede estarme pasando- dije molesta.
Mire hacia todos lados, estaba completamente oscuro. No podía ver absolutamente nada, agache la mirada, comencé a golpear la linterna de nuevo y de repente se encendió la levante un poco para seguir observando el camino y pude ver a un hombre parado justo en frente de mi.

-¡AAAAHHH!- grité dejando caer la linterna al suelo.

-Lo siento, no era mi intención asustarte- Dijo con una voz extremadamente dulce.

-¿Qui-Quién eres tú?

-Oh, me llamo Michael, perdón por asustarte - este chico si que era tieno.

-Ho-Hoooola, me llamo ___- extendí una mano para que la tomara y así estrecharlas, cuando nuestras manos se tocaron sentí un choque entre nosotros, cerré los ojos durante un segundo y luego los abrí, Michael me miraba nervioso

-Emm... ¿Qué te parece si entramos? No quiero que agarres un resfriado

-¿Entrar? ¿A dónde?

-Al restaurante de por allá- Dijo señalando una pequeña casita de madera al otro lado de la carretera.

- Pero ese restaurante no estaba allí hace cinco minutos - Lo mire incrédula, creo que estoy empezando a volverme loca

-¿Pero qué es lo que dices?, siempre ha estado allí- rió y yo lo observe extrañada. Se que me hubiera dado cuenta que ahí estaba ese restaurante pero estoy segura de que no estaba allí, de lo contrario me hubiera dado cuenta por las luces encendidas, definitivamente estoy mal.

-Ummm, si, lo siento. Estoy algo paranoica el día de hoy - dije fingiendo una sonrisa, he decidido llevarle la corriente

-Ven, vayamos adentro- Michael comenzó a dirigirse al pequeño restaurante y yo simplemente lo seguí.

Entramos a aquel restaurante, era muy cálido y yo me estaba muriendo de frío. Me senté en una mesa junto a la entrada y Michael entro a una habitación. Minutos después salió de ella con unas toallas.

-Ten, he traído unas toallas para que te seques

-Awww, muchas gracias.- extendí mis manos para tomarlas y después comenzar a secarme.- ¿Acaso no hay nadie aquí?

-Nope, creo que no. Desde que llegue no ha salido nadie.

-¿Cómo has llegado aquí? No hay ningún auto en el estacionamiento..-dije confundida.

-Ni idea- me dijo y me dio una sonrisa fugaz mientras se dirigía a la cocina del restaurante

Todo me parecía muy raro, ¿Cómo alguien no sabría como llego hasta cierto lugar? y ¿Cómo un restaurant podía estar abierto y no había nadie que lo atendiera?. Esto era muy confuso para mí y a la vez se volvía atemorizante.

-¿Que? ¿Cómo que no sabes?- dije mientras caminaba detrás de el.

-¿Quieres pan?- dijo evadiendo mis preguntas

-¿Por qué evades mis preguntas?

-¿Mantequilla o Mermelada?

-Mermelada, ¿Por qué no contestas? Esto se esta empezando a volver algo creppy- continuo sin responder - ¿Por que me ignoras?contéstame, necesito respuestas.

- Te podría contestar pero son muchas las preguntas que me haces

- Está bien, contéstame alguna de las que te hice.

-No necesito contestártelas....

- ¿Por qué no?

- Porque tu sabes las respuestas.

- Si supiera las respuestas no te estuviera preguntando.

- ¿Quieres leche o jugo de naranja?

- Joder, me largo- dije tomando mi abrigo y la linterna

-No, no te vayas ___- dijo tomándome la mano. ¿He mencionado cuán atractivo es?

-N-no puedo quedarme, todo esto me da miedo.

-No temas... mientras estemos juntos todo va bien

- No puedo quedarme.... Ni siquiera te conozco, te hago preguntas y las evades

- Bien... contestare todas tus preguntas

-No se si deba quedarme. Tengo que buscar la forma de volver.

-Quédate y mañana yo te ayudo a volver.

- Ufff, Bueno, está bien.

- Wohoooo, ven, vamos a comer algo - asentí con una media sonrisa y me senté en la mesa. Al poco tiempo Michael se acercó con unos platos y los puso en la mesa.
Comimos en silencio, ninguno de los dos decía nada, eso me daba tiempo para admirarlo. Tenía cabello negro con un mechón azul, quiero decir, es demasiado cool, sus ojos azules parecían blancos, el chico tenía una apariencia tan perfecta.
___, ¿que haces? Deja de decir tonterías, es un extraño.

El silencio seguía presente, mis mejillas se calentaron por culpa de mis pensamientos sobre Michael.
Atrape a el mirándome un par de veces y me sonrojaba, esto se estaba volviendo más incómodo así que decidí hablar.

- ¿Pasa algo?

- Nope, ¿Por qué lo piensas?

- Es solo que no dices nada.

- Lo siento. Creí que el silencio sería mejor -Dijo algo avergonzado

- El silencio solo hace que esto sea más raro.

- Lo siento...

- No te disculpes... lo haces parecer aun más raro - hice una mueca rara que más bien parecía sonrisa

- Perd... - Mire a Michael con una mirada asesina pero luego reí con el -¿quieres mas pan?

- No, gracias- Michael continuó comiendo y yo solo lo observaba.- ¿dónde vives?

- Mmmmm- se quedo pensado un segundo, yo lo observaba, aus facciones eran muy bonitas- Lejos

- ¿Donde es "lejos"?

-La verdad no vivo en ningún lugar, siempre estoy en todos lados.

- ¿Te gusta viajar o algo así?

- Amm, sí, digamos que si, pero dime, ¿tú donde vives?

- También lejos.

- Ah- dijo sin decir nada más.
Michael me parecía muy reservado y raro, yo solo quería saber de qué se trataba todo esto.

- ¿Sabes arreglar autos?

- Si, algo se de ello.

- ¿Me ayudarías a reparar el mío?

- No será necesario que lo repare yo.

- Pero ¿Por qué?- dije confundida, esto solo se estaba volviendo más raro aún.

- Tu auto ya está funcionando- dijo mientras apuntaba con la cabeza a la ventana para que mirara a través de ella. Era cierto, ahí estaba mi auto estacionado en el parking del restaurante y yo no lo había dejado allí precisamente.

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¡HOLAAAAAA!

Soy Bell y bueno, este es mi segundo fan fic pero es el primero que adapto, normalmente este es de Billie Joe Armstrong pero yo lo adapto con mi queridísimo Michael Clifford, en serio de los recomiendo mucho.

Decidí adaptarlo porque me gusta mucho este fan fic, desde que lo leí me enamore de el, tiene algunas partes mal narradas y tratare de componerlas para que sea más fácil su lectura :).

¡Voten! No se queden calladas y también comenten.

Otra cosa.
Estoy adaptándolo desde el celular así que si se me pasa componer algo les pido mis más grandes disculpas, es difícil pero tratare de estar actualizando rápido.
Compartan la historia para que otras personas la lean también :)

Gracias por leer, x.

boulevard of broken dreams m.g.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora