Habían pasado tres semanas desde que Alexandra y su amiga Paulina, llegaron a la hacienda de Fernando y una, desde aquel, su primer beso, pero no había sido el único, cada que estaban solos Fernando la volvía besar. El sentimiento que había entre los dos, estaba creciendo.
Fernando veía en Alexandra a la mujer con la que quería compartir su vida, ella, era con quien quería casarse y formar una familia, ella, la mujer que por tanto tiempo quiso encontrar y que ahora que la tenía junto a él, no la podía tener o no por ahora, solo ella lograba calmar su mal humor, solo ella le proporcionaba paz con solo tenerla cerca, ella era su ángel y él no podía pedirle que lo esperara, no era justo para ella, Fernando se sentía confundido, no sabía qué hacer con ese sentimiento que crecía en su interior y ese deseo de tenerla y de mostrarle al mundo que ella era, la mujer a la que él amaba.
Uff cuanto me tomara solucionar todo esto que ahora debo solucionar? Será que lo que ella siente, es igual de fuerte y me esperará? Como pedirle que me espere si no puedo explicarle porque... eran las preguntas que no abandonaban su mente.
- En que tanto piensas? – le pregunto Javier, al ver a Fernando hundido en sus pensamientos y con expresión de tristeza -
- En nada. En nada que tu no sepas
- Por la cara que tienes, supongo que piensas en ella.
- Si, en que en una semana tengo que dejarla ir y no... no puedo- dijo con desesperanza en la voz -
- Quizás es mejor así, no lo crees?
- Mejor para quién? no para mí y sé que para ella tampoco, pensara que me burle de ella y que me he aprovechado... Javier entiéndeme no puedo solo decirle adiós, pero tampoco la puedo amarrar a mí, ahora no puedo. Ahh soy un maldito imbécil.
- No. Porque lo dices? Paso acaso algo entre ustedes?
- No, si... bueno no lo que piensas. La bese y ahora pensará que me aproveche de todo para hacerlo y.... Ahhh
- Fernando habla con ella, no le cuentes... ya sabes, pero dile que la quieres, pero que ahora no puede ser, pídele que te espere.
- Que espere, cuánto tiempo? Nooo, no le puedo hacer eso.
- Por lo menos se honesto con ella, así no pensará que eres un aprovechado.
Fernando lo miro y no dijo más, pero sabía que Javier tenía razón, debía hablar con ella y tendría que ser pronto, no podía ilusionarla más.
- Así que un beso ehh... - dijo Javier -
- No sigas con eso, ya sé por dónde vas y no te voy a decir nada.
Esa tarde caminaban todos por los rededores de la hacienda y como ya era usual Fernando y Alexandra se quedaron a tras solos, sin embargo no hablaban Fernando estaba muy callado y Alexandra notaba que algo sucedía.
- Fernando que te pasa hoy, te noto ausente, estas bien?
Él la miro, con toda la dulzura que había en él y con voz baja y apagada le dijo.
- Debemos hablar, hay algo que tengo que decirte.
- Pasa algo? – pregunto ella con voz temblorosa, como si adivinara de que se trataba -
- Si... - La llevo entre unos árboles y la sentó en un tronco- Alexandra esto que... tú y yo... veras, no puede ser.
Alexandra sintió que todo su mundo se vino abajo, era lo más triste que había escuchado en su vida, cerro sus ojos y bajo la cabeza, no dijo nada, no podía decir nada, simplemente porque su cabeza era un lio y no lograba conectar una sola palabra, su corazón se estaba rompiendo y ella podía sentirlo.
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Amor rima con dolor...
RomanceAmor... Felicidad... ¿Qué en realidad significan estas palabras? Estarían a punto de descubrirlo, sin sospechar que junto a ellas, también conocerían el significado del dolor...