Fernando espero creyendo que había ido a caminar, pero después de una hora más seguía sin aparecer, además en su estado no podía caminar, no tenía tanta energía para haber ido lejos. Y si camino de más y ahora está por ahí sola... nooo esto de no saber dónde se había metido lo estaba poniendo de un humor que hacía mucho no tenía. Empezaba a oscurecer así que decidió salir a buscarla, subió a su cuarto por última vez a cerciorarse que no estuviera allí. Entro en la habitación pero nada ella no había estado ahí, volvió a salir con la intención de salir a buscarla cuando se quedó viendo a todas las demás habitaciones, busco en cada una de ellas, hasta que por fin en una de las ultimas y más pequeñas estaba ella.
Cuando abrió la puerta la encontró en la cama durmiendo, respiro profundo de verla ahí. Nunca salió de la casa, como no se le ocurrió antes buscarla en otra habitación pensó y se reprochó. Se sentó a los pies de la cama y la observo dormir, un poco más tranquilo, volvía a preguntase si hacía bien en enviar a su esposa a otro país, si le pasaba algo estando lejos y él no podía hacer nada... y si se quedaba y le pasaba algo...
Ella despertó un poco desubicada, no reconoció de inmediato en donde estaba, y se sentó rápidamente, Fernando estaba ahí sentado observándola.
- Que haces aquí? – Pregunto disgustado Fernando-
- Quería estar sola, te lo dije. Necesitaba estar sola.
- No sabes que no puedes así no más desaparecerte, que tal te pasé algo y nadie sabe, en donde estas.
- De que hablas. Yo no me he desaparecido, estoy aquí en la casa.
- Me preocupe, no sabía en dónde estabas, te busque por todas partes.- su voz y su mirada eran secas-
- Pues no deberías, además pues acostúmbrate en 4 días no sabrás donde estoy. No podrás controlar todos mis pasos. Hazte a la idea porque ha sido tu decisión, no la mía.
Volvieron a mirarse con desafío.
- Vamos a bajo, a cenar.
- No quiero comer, no tengo hambre.
- No pregunte si querías, dije vamos a cenar y eso es lo que vamos a hacer.
- Que no quiero
- Alexandra en serio, no hagamos esto – su voz por fin se suavizaba-
Ella no respondió y permaneció en silencio, hasta que sintió que Fernando la tomó de un brazo y la obligó a ponerse de pie.
- He dicho que vamos a cenar. - su voz estaba cargada de enojo-
- Fernando no me jales así, ya te dije que no tengo hambre.
- Y yo te dije que vas a comer.
Cenaron en silencio y sin casi mirarse, cuando casualmente sus miradas se encontraban se miraban fijamente y mal.
- Bien, si pudiste comer después de todo, ahora vamos a la habitación, a nuestra habitación, no te vas a volver a esconder.
- Pero si yo no... quería estar sola es muy difícil de entender – su voz estaba agitándose-
Entraron en su cuarto y los dos se sentaron cada uno a un lado de la cama sin decir más, a ninguno le gustaba lo que estaba pasando, jamás antes habían discutido y mucho menos se habían hablado así. No desde que estaban juntos.
Fernando recordó cuando recién se conocían que esa era la forma en que se hablaban y se miraban, se comportaban como niños igual que ahora y sonrío, ella podía hacerlo perder la razón en todos los sentidos, ahora lo comprobaba, así era como se había enamorado de ella.
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Amor rima con dolor...
RomanceAmor... Felicidad... ¿Qué en realidad significan estas palabras? Estarían a punto de descubrirlo, sin sospechar que junto a ellas, también conocerían el significado del dolor...