Parte 15

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Una semana después, Alexandra estaba llena de cuidados, aunque aún dormía mucho, siempre estaba acompañada, Elizabeth le leía y la entretenía contándole tonterías, Javier también pasaba ratos con ella y Elizabeth, Carmelina estaba solo para atenderla a ella, así que nunca estaba sola, Fernando siempre estaba a su lado a la hora de las comidas y se cercioraba de que comiera todo lo que le servían, estaba muy pendiente de ella y pasaba todo el tiempo que le era posible a su lado.

Se dedicó a consentirla y colmarla de cariño, Fernando sabía que no solo su cuerpo debía sanar, después de todo lo que tuvo que vivir, tenía que volver a confiar y recuperar su seguridad.

Su recuperación sería lenta, pero progresaba cada día. El médico la visitaba a diario y se mostraba muy optimista por sus avances, las tres últimas semanas, Fernando había dejado de lado todo, por dedicarse de lleno a ella y a sus cuidados, pero debía retomar todo lo que dejo pendiente, no quería tener que irse y dejarla en ese momento que sabía ella lo necesitaba, pero debía concluir lo que había empezado hacía ya más de un año, no podía evitarlo ni postergarlo más, tenía que viajar...

- Bonita mía, tengo que viajar, aun no me quiero ir, pero debo hacerlo, aquí tendrás todo lo que necesitas, Javier, mi hermana y Carmelina cuidaran de ti, no volverás a estar sola, pero yo debo viajar mañana, me voy por unos días, no puedo abandonar todo en este momento, debo terminarlo ahora que falta tan poco, lo entiendes verdad?

- Yo estaré bien, solo no te demores, no quiero sentirme lejos de ti por mucho tiempo.

- No, en cuanto pueda regreso, te lo prometo, pero tú prométeme que te vas a cuidar y que vas a comer y hacer todo lo que el médico diga que tienes que hacer.

- Si, solo vuelve pronto.

- Te amo, recuérdalo siempre, vale.

- Fernando gracias por lo que has hecho por mí, nunca tendré como pagarte

- No amor, perdóname tú, por no haberlo hecho antes.

Fernando viajó, estuvo dos semanas fuera, pero regreso satisfecho por el resultado que obtuvo, por primera vez en todos sus viajes no estaba ansioso por leer sus cartas, esta vez la vería y la tendría cerca.

Cuando volvió, la encontró fuera de la cama, ya por instrucciones del médico, poco a poco recuperaba el brillo en sus ojos. Todos los días salía al jardín a tomar el sol, se sentía libre, disfrutaba tanto sentir el viento acariciar su cara y jugar con su pelo, era una sensación que siempre amo y de la que la habían cohibió por mucho tiempo.

La encontró sentada allí, en el jardín disfrutando del clima cálido del verano, se acercó a ella, la alzo y la beso, como siempre había deseado. Tantas veces soñó con tenerla así que no podía creer que fuera real.

- Ya volví – le dijo al oído-

- Ya lo note.

- Esto de regresar a casa y encontrarte a ti aquí es, sencillamente maravilloso.

- Te demoraste mucho, te he extrañado.

- Yo también lo hice, te extrañe cada día, cada hora, cada instante, pero ya regrese.

- No quiero que te vuelvas a ir.

- Amor lo siento, pero debo volver a hacerlo – dijo Fernando sintiéndose culpable-

Ella bajo la mirada, mostrándose triste.

- Hey Bonita, yo tampoco quiero alejarme de ti, pero es que ahora no puedo dejarlo todo, he buscado esto por tanto tiempo, he sacrificado tanto, incluso estar contigo, te juro que en verdad falta poco y luego ya no tendré que ausentarme tanto. Por favor...

Amor rima con dolor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora