Una semana más y trataba de asimilar su nueva rutina, cada dos días la llevaban al río, era el único instante en que podía ver la luz del día, el resto del tiempo, permanecía en ese cuarto oscuro, sola.
Aunque comía lo que le daban, empezaba a sentir en su cuerpo falta de energía, vomitaba con frecuencia y lo que le quedaba en el cuerpo no era suficiente para ella y su hijo. Dormía como ya era costumbre en ella, largas horas en el día, la noche no era su mejor compañera, los recuerdos de Fernando y las pesadillas no permitían que conciliara el sueño por una noche entera.
Había pasado una semana sin que Pedro Robledo volviera y aunque las preguntas que tenía seguían sin respuesta, la tranquilizaba no tener que verle, aquel hombre realmente lograba intimidarla, demasiado para su propio gusto.
Ella miraba hacia el techo, perdida en sus recuerdos, cuando escucho voces y la puerta que se abrió con fuerza.
- Que tal las vacaciones en España? Supongo que las dos últimas semanas han sido inolvidables verdad? – soltó entre risas y cinismo-
De nuevo sus miradas se encontraron desafiantes.
- Supongo que la señora sabe escribir, no es así? – preguntó acercándose de manera amenazadora-
- Si.
- Muy bien porque escribirá una carta.
- Una carta?
- Si una carta, escribirá lo que le diga. – sentencio tajante-
Trajeron papel y pluma y entonces Robledo ordeno los dejaron solos.
- Bien, vamos a escribirle una carta a la familia De la Rosa, supongo que están impacientes por saber de usted, así que les vamos a dar gusto.
- Pero... pero – dijo dudosa-
- No señora, sin peros, escribirá justo lo que yo le digo, bueno? – intervino, sin dejar que ella hiciera preguntas-
Alexandra asintió con la cabeza.
Pedro Robledo, sabía que Fernando vivía y que aunque aún estaba en el hospital, su salud mejoraba, así que seguiría con su plan inicial, volverlo loco, que sufriera sin saber de su esposa, él le ayudaría a que no perdiera la esperanza enviándole una carta de puño y letra de su mujer.
Querida familia.
He pasado las dos mejores semanas, mis vacaciones en verdad las estoy disfrutando, España es hermosa.
Discúlpenme si no escribí antes, pero mi nueva vida es mucho mejor y mucho más entretenida, así que no tengo tiempo para perderlo.
Yo estoy muy bien.
Alexandra De la Rosa.
- Muy bien, quedo perfecta no cree?
- Porque hace esto? Qué sentido tiene?
- Divertirme. – Pedro Robledo respondió fríamente-
- Que más quiere, ya Fernando... no está, seguro que su Padre estará muriendo de dolor, no cree que ya es suficiente?
- No. Yo diré cuando sea suficiente.
Robledo, entendió en ese instante que ella creía a su esposo muerto y prefirió no contradecirla.
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Amor rima con dolor...
RomantikAmor... Felicidad... ¿Qué en realidad significan estas palabras? Estarían a punto de descubrirlo, sin sospechar que junto a ellas, también conocerían el significado del dolor...