Capítulo 15

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«Welcome I»

"...Tengo problemas en el creer,

Y yo sólo empecé a ver,

Luz al principio del túnel, pero él me dice que estoy soñando, 

Cuando habla oigo sus fantasmas, cada palabra que dicen a mí, 

Yo sólo pido que los cables no están llegando (aquí para estrangularme

Si él decía ayúdame a matar al presidente, 
Yo diría que lo que necesita la medicina, 
Enfermo de gritar dejarnos entrar, 
Los cables consiguieron lo mejor de él. 
Todo lo que se invirtió en el, va 
Directo al infierno...

...Directo al infierno..."

The Neighbourhood - “Wires”

***

Lágrimas bajaban por sus azules ojos, no podía detenerlas y no sabia porque. Se sentía vacío, algo faltaba. Su respiración comenzó a agitarse, como ocurría siempre todos los días a la misma hora, se sentía extraño, y varias emociones agolpaban su mente.

—Oniichan... Oniichan... Oniichan... Oniichan... Oniichan... Oniichan... Oniichan— murmuraba repetidas veces mientras se abrazaba a si mismo.

A un lado de el, escucho como alguien abría la puerta y entraba a su habitación.

Una chica de cabellos castaños y traje de enfermera entraba al cuarto acompañada por dos ayudantes.

La chica miro al rubio con algo de dolor. —Es hora de tu medicina Naru-chan— Dijo mientras preparaba una jeringa.

El susodicho se arrinconó en una de las esquinas de la habitación, los flequillos tapaban sus ojos y no dejaba de murmurar cosas difíciles de entender.

—Naru-chan, acercate por favor— pero no recibió respuesta. Suspiro. Definitivamente odiaba esta parte de su trabajo —Sujetenlo— pidió a sus acompañantes.

Los dos hombres se acercaron al muchacho y lo tomaron, cada uno agarro un brazo, y lo colocaron de pie. La enfermera se dirigió donde pequeño rubio y acerco la aguja de la jeringa a su cuello y le inyecto aquel medicamento.

—Esto es por tu bien Naru-chan— susurro.

—Oniichan...— murmuro Naruto antes de caer en la inconsciencia.

***

Ambos hombres se dieron un apretón de manos para dar por acabada su reunión.

—Gracias por todo Fugaku.

—No me agradezca, yo solo hago lo mejor por el pequeño. Ya vera lo feliz que se pondrá cuando le de la noticia.

—Si, debería hacerle una visita antes. Hace bastante tiempo que no veo a mi nieto, quiero ver cuanto a crecido.

Fugaku reviso el reloj que tenia colgado en la pared de su oficina y suspiro.

—Tal vez mañana— al ver la cara de duda del peliblanco prosiguió con su explicación. —Ya deben haberle dado su medicina, tal vez este dormido ya que aquello lo agota mucho.

—Bien, supongo. Vendré mañana, no lo he visto por años, un día mas no hará daño a nadie.—dicho esto, se retiro.

Ya fuera de la clínica se dispuso a caminar hacia su auto para dirigirse a la casa de su hijo y acomodar algunas cosas para el regreso de su nieto, pero una persona detuvo su caminar.

—¿Jiraiya-sama?

—Oh... Tu eres— frente a el se encontraba un pelinegro parecido a Fugaku, solo que mas jóven. — ¿Uno de los hijos de Fugaku? —pregunto.

El pelinegro asintió. —Sasuke Uchiha, el menor.

—Ya veo, tu padre me hablo mucho de ti. ¿Eres muy amigo de mi nieto verdad? ¿Vienes a visitarlo?

El Uchiha volvió a asentir.

Jiraiya sonrió. —Agradezco tu preocupación por Naruto, por lo que he escuchado eres el unico que lo visita.

—¿Vino usted también a verlo?

—Por desgracia no pude ya que se encuentra dormido, pero mientras estuve aquí arregle unos asuntos con Fugaku para sacar a mi nieto y llevarlo de vuelta a casa.

—¿Naruto sabe de esto?

—Como dije anteriormente, no pude verlo así que.. No.

El azabache se mantuvo pensativo algunos momentos y luego hablo. — ¿No sera muy complicado si es usted el único que lo cuide? Por lo de las medicinas y eso de como y cuando dárselas.

—Fugaku me sugirió que contratara a una enfermera, una tal Ayame. Por lo que tengo entendido se lleva bien con Naruto.

—¿No sera difícil dejarle todo el trabajo a ella? Yo podría ayudar.

—¿Tu?— Jiraiya lo pensó por un momento. —Bueno, eres amigo de Naruto así que.. No creo que se moleste, es mas.. Le alegrara bastante tener mas compañía ¿Crees que tu padre te lo permita?

—No creo que se oponga.

—Bien, te veré en la mansión Namikaze-Uzumaki muchacho ¿sabes como llegar?— Sasuke asintió. —Eso es perfecto, sera mejor que prepares tus maletas, cuando llegue a casa alistaré uno de los cuartos de invitados para ti.

Al terminar la conversacion Jiraiya se retiro en su auto, dejando solo al pelinegro.

Sasuke esbozo una imperceptible sonrisa, feliz, por haber logrado su objetivo.

Ahora podría estar mas cerca del rubio, sin la existencia de un horario de visitas limitado como en la clínica.

—Naruto...— susurro al aire.

Naruto; ColapsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora