Capítulo 16-

112 12 0
                                    

Salí de la clase de última, si hay algo que odio mucho es el hecho de que toda una clase intente salir por la estrecha puerta del salón a la vez; creo que nunca entenderé el porqué de éso, ni que hubiera un trofeo al otro lado de la puerta esperándolos o algo por el estilo.

Luego de salir de la tediosa clase de Historia, busqué con la mirada a Fernando, me daba mucha emoción volver a trabajar él, aunque por alguna razón he tenido el pequeño presentimiento de que me ha estado evitando, a penas nos hemos estado hablando las últimas semanas. Logré localizar a Fernando, que se encontraba en la cancha hablando con Daniel y Oliver, otros dos chicos de mi salón.

Me acerqué a él y le saludé de manera dulce, él me devolvió el saludo seguido de hacerle una seña a ambos chicos diciéndoles que esperaran un momento. Nos alejamos unos cinco metros de ellos para tener algo de privacidad, me saludó con su típico beso en la mejilla haciendo que me sonrojara un poco y que luego de que se riera《Espero que no haya sido por mis mejillas porque entonces juro que me moriré de verguenza》.

-- Entonces ¿te parece si voy a tu casa mañana? Para no dejarlo todo para última hora y todo éso --dijo encogiéndose de hombros en señal de que no le importaba mucho.

-- Pues...-fruncí el seño, dando a entender que no estaba muy acuerdo con su idea-- Mamá limpiará la casa mañana ¿no puede ser en tu casa? --Era mentira, sólo era una escusa para poder ir a su casa.

-- No lo sé, no suelo invitar gente a mi casa ;-noté como se comenzó a masajear el cuello, estaba nervioso-- ¿Que tal otro día? De todas fomas tenemos una semana- Dio media vuelta casi corriendo de vuelta con los chicos con los que estaba hablando.

-- Y si invitara a Helena ¿Que dirías? --Me arrepentí inmediatamente de lo que dije, no fue una pregunta, si no una acusación.

《¿Que tengo últimamente con decir cosas que no pienso?》 Se paró en seco y se volteo a verme con una cara con la que nunca había visto fijarse en mí. Era una especie de mezcla entre enojo y decepción.

-- ¿Estas insinuando algo? --su parte enojada predominó y me miró con una cara que si no fuera porque ya estábamos a cinco metros distancia estaría huyendo-- Responde -volvió a repetir al ver que no contestaba.

- L...lo siento -respondí con la cabeza baja, avergonzada- No sé por que dije éso《En realidad si sabía, pero no se lo iba a comentar》Después hablamos y cuadramos, adiós --me despedí sacudiendo mi mano dándole la sonrisa mas forzada en la historia de las sonrisas.

Me sentía estúpida, avergonzada, enojada, triste, celosa, pero sobre todo《tonta tonta tonta tonta tonta...》Me sentía la persona mas tonta del mundo ¿Por qué le dije una idiotez cómo ésa? ¡Claro!  Por que tengo unos estúpidos celos por mi hermana ¡Tonta, tonta y tonta!

De pronto escuché gritar mi nombre, lo reconocí al instante, era Fernando. Me voltee hacía atrás para verlo a unos treinta pasos de distancia de mí. Me dedicó una linda sonrisa que yo respondí cálidamente, era como si nunca hubiéramos tenido ésa incómoda conversación.

-- Mañana en mi casa a las dos ¿Te parece? --No pude evitarlo y solté una sonrisa que llegó hasta los ojos.

-- De acuerdo --volví a alzar la mano de un lado a otro en señal de despedida-- ¡Nos vemos! -grité antes de alejarme definitivamente.

Que extraño, un momento me dice que quiere ir a mi casa, otro que quedemos para otro día, y ahora quiere que vaya a su casa mañana...un poco extraño, si está tratando de ocultar algo en definitiva no lo hacía bien, pero a fin de cuentas, no me puedo quejar, iré a su casa.

Llegué a mi casa como la típica rutina diaria, saludé a mis padres, tomé una manzana como almuerzo y me dirigí a mi habitación sin ver la cara de enojo de mi madre ni la de decepción de mi padre.

Llegué a mi cuarto y me tiré en la cama, estaba muy feliz, éstos eran los tipos de cosas que hacía que mi vida valiera la pena. Me dediqué a darle un mordisco a la manzana y sacar del último cajón de mi closet la caja de mi teléfono. -el que me había regalado mi admirador secreto- Nadie sabía de la existencia de éste teléfono, además de carlos claro, él era como un diario, podía contarle todas mis cosas. Pero jamás me atrevería a decírselo a personas como mi hermana o mi padre.

Vanessa: ¿A que no adivinas que me pasó? -Fue lo primero que se me ocurrió decirle a Carlos por mensaje, tenía que contárselo como sea.

Carlos: ¿Descubriste la cura contra el cáncer?

Vanessa: Ja ja ja muy gracioso *sarcasmo*

Carlos: No te burles, soy malo adivinado :'(

Vanessa: Si, se nota xD

Carlos: Eres mala, ¿Que querías decirme?

Vanessa: Mañana iré a casa de Fernando ¿Puedes creerlo?

Carlos: Ah, pues bien por ti.

Vanessa: Necesito tu ayuda en algo.

Carlos: ¿Mía?  ¿En que?

Vanessa: Mañana le diré lo que siento por él,  por éso necesito tu ayuda,  no sé cómo decírselo.

No sé porque pero Carlos estaba tardando mucho en contestar, salió la palabra "Escribiendo..." como por quince minutos para escribir sólo la frase...

Carlos: Hay algo que quiero decirte. -aunque me extrañó su tardanza, decidí ignorarlo.

Vanessa: Claro ¿Que pasa?

Justo en ése momento escuché la puerta de mi cuarto abrirse, me sobresalté un poco y miré rápidamente a ver quién era.

- Oye hermana, podrías prestarme tu...-No entendí en el momento porqué no terminó su frase, hasta que recordé que tenía un teléfono del que ella no estaba enterada en mis manos.

- ¿¡Ése es un IPhone 7 Plus!?

Enamorada de un StalkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora