Mi universo, eres tú. [En revisión]

3. Desde cero

Despierto nuevamente y lo primero que hago es correr hacia la sala. Cuando llego a la sala veo a Natsu durmiendo junto con Happy, roncan demasiado. Sentí la tranquilidad de saber que están aquí. Vuelvo a mi habitación y sigo con mis investigaciones.

Natsu: ¡Lucy!, ¡vamos al gremio!.
Lucy:¿Eh?
Natsu: Hace tiempo que no paso por allá...
Happy: Yo me quedaré aquí con mi pescado. ¡Aye!

Decidí acompañar a Natsu, cuando llegamos no había mucha gente. Mi cara cambió de expresión a tristeza.

Natsu: Tengo una idea.
Lucy: ¿Cuál?

Natsu me agarra, me carga y da un tremendo salto. Me hace ver el atardecer de cerca, bueno no tan de cerca, pero se ve hermoso. Mi cara está aterrada porque no quiero caerme, pero a la vez feliz, ya que, Natsu me da la seguridad que necesito.

Natsu: Me alegra verte feliz, Lucy.
Lucy: Natsu...
Natsu: ¡Regresarán tenlo por seguro!
Lucy: Pero ya va un año...
Natsu: Ten paciencia. Yo tengo fé de que regresarán pronto.
Lucy:(Con lágrimas ) Natsu... ¡gracias!

Natsu vuelve a sonreírme como siempre, tiene un valor inmenso. Calidez siento en mi interior, es muy raro sentirlo. Cae la noche y será mejor que regresemos a casa.

Llega otro día muy soleado. Siento ruidos fuera de mi habitación como si alguien corriera.

Natsu: ¡Lucy!, ven conmigo.

Natsu me agarra por el brazo y me lleva hacia al gremio rápidamente. Cuando llegamos y entramos resulta que todos habían vuelto.

Lucy:(llorando feliz) ¡Chicos!
estoy tan feliz...

Nuestros amigos felices que quería ver. Todo volvió a la normalidad, miro hacia mi lado y veo a Natsu con su cara sonrojada.

Natsu: Me alegro verte feliz Lucy...
Lucy: Estás rojo...
Natsu: ¿Ehhhh? ¡¿YO?!
Happy: urrrr ¡se gussstaaan!
Lucy/Natsu: ¡¡¡EEEEEH!!!

Después de toda la comedia que pasamos en el gremio Natsu se me acerca.

Natsu: Lucy... ¡comencemos una nueva aventura juntos!
Lucy: ¡Sí!

Me agarra la mano, me hala hacia delante y empezamos a correr juntos un camino sin fin.

No dejo de mirar sus ojos, cada vez más me vuelvo loca. Me pregunto, ¿tendré el valor de decirle cuánto lo amo?