Los meses pasaron y Leo se encontraba al mando de la empresa de su esposa. Mientras él estaba en la empresa Fanny continuaba con sus estudios. Estaba en su último año y quería dar el máximo y graduarse con honores.
Max y Ana se fueron de vacaciones en un crucero por dos meses. Los dos estaban más que bien y se encontraban disfrutando de ese tiempito de relajación. Diana y Frank estaban bien, disfrutando de su relación al máximo. Decidieron irse a vivir juntos y encontraron un apartamento a veinte minutos de la casa de Max y a media hora de la casa de Leo y Fanny.
-Ya estas dentro ahora quiero que vayas sacando el dinero de poco a poco- dijo Narissa sentada en la elegante silla color vino frente al escritorio de Leo.
-Esta bien mamá pero desde ahora te digo que no te lo daré completo. Te he dado algo para que por lo menos adelantes algo.- dijo Leo leyendo concentrado unos papeles que luego firmaría.
-Leonardo prometiste todo el dinero, no a medias- dijo ella en tono demandante.
-Se lo que prometí pero no lo haré. Bastante mal me siento con robarles como para que sea una cantidad tan grande así que será mitad o nada- alzó su vista y la miró acusadoramente.
-Será todo o le diré toda la verdad a Fanny.- dijo ella amenazándolo.
- ¡No puedes decirle! No te atreverías- gritó Leo mientras se levantaba rápidamente y dando un gran puño al escritorio de madera.
Narissa tomó su celular y marcó un número -¡Hola querida Fanny!- dijo con falso entusiasmo. Leo le arrebató el celular y cortó la llamada.
-Esta bien- gruñó aceptando a regañadientes.
-Eso quería escuchar mi niño- tomó sus cachetes y Leo volvió a gruñir.
Segundos después se escuchó el celular de Narissa sonar. Era Fanny seguramente devolviendo la llamada porque se había cortado hace varios minutos. Leonardo tomó el teléfono y contestó la llamada.
-Bebé era yo quien te llamaba- dijo Leo -te llamaba porque mi celular no tiene batería y como mamá está aquí pensé que era buena idea que fuéramos a comer algo. ¿Estas de acuerdo?- preguntó Leo mientras tenía los ojos abierto a más no poder. Narissa hizo una mueca de asco era obvio que mientras menos viera a Fanny era mucho mejor pero ahí estaba su hijo obligándola a verla.
-Claro mi amor. Estoy a punto de salir de la última clase así que cuando salga te veo en la empresa- dijo Fanny muy alegre.
-Perfecto, te espero...- dijo Leo con una sonrisa.
-Esta bien nos vemos luego.- dijo Fanny -Besos.-
Fanny estaba a punto de colgar pero Leo la interrumpió -Fanny...-
-Dime.- dijo ella
-No olvides que te amo.-
-Te amo mucho más babe- Fanny le tiró un beso y Leonardo sonrió.
-Tanta estupidez y cursilería me dan ganas de vomitar. Dios no se como puedes estar con esa cada noche y verla desnuda sin que vomites.- dijo Narissa con asco.
-Y yo no puedo con tanta avaricia y egoísmo de tu parte. No sabes las ganas que tengo de echarte de aquí pero iremos a comer.- Leo se molestó mucho por los comentarios de ella.
Fanny salió de la clase veinte minutos después así que iba con el tiempo contado. Pero un chico de su sección le tocó el hombro para hablar con ella.
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El amor no tiene size
RomancePor algo se conocieron y no precisamente por buenos motivos. Leonardo jamás pensó en enamorarse de una chica como Fanny pero el destino y su corazón le jugó chueco. Ahora está en sus manos el destino de su amor. Las mentiras ganará o será su amor e...