-Lo siento- gritó Leonardo mientras corría despues de darle, sin querer, con su mochila a Fanny.
-No te preocup...- dijo Fanny soltando un suspiro al ver como aquel chico desaparecía entre las personas que caminaban por los pasillos de la universidad. Otro más que chocaba con ella y no le importaba si se encontraba bien.
Fanny acomodó su mochila y se dirigió a la clase de relaciones humanas. Ya faltaba cinco minutos para que comenzara.
El resto del día para Leonardo fue el peor, tenía que buscar la manera de encontrarse y "presentarse" con Fanny. El pequeño accidente de esa mañana era solo un pretexto para, por lo menos, empezar su plan.
Ya los dos habían salido de sus respectivas clases. Leonardo vio a Fanny a unos metros de él. Vio, esa, su mejor opurtinidad para conocer a la "bola de grasa andante" como él le decía.
Mi madre me deberá de por vida por esto, pensó.
-Estefa...mierda. Hey chica- gritó haciendo parar a Fanny.
Estefania se señaló y miró para ambos lados. Leonardo asintió con una sonrisa y se acerco. A leguas, Se le veía cuan nerviosa se encontraba Fanny. Y es que todo este tiempo un hombre no se le acercaba más que para preguntar la hora o donde quedaba un salón.
En realidad todo esto Fanny lo atribuía a su peso. Claro quien se iba acercar a la gorda pensaba ella. Los únicos dos novios que tuvo, bueno el único novio que tuvo nunca la amó. Solo fue la típica apuesta de enamorar a la gorda de la escuela y luego dejarla. Estefania cayó en el juego que le preparó Christian y sufrió.
El día del prom, Christian le dijo que tenía que hablar con ella a las doce de la media noche en medio de la pista. Fanny no podía con tanta felicidad. No sabía que iba a decirle pero viniendo de Christian sería algo bueno ¿no?
Ella estuvo más que puntual en medio de la pista. Ya a los once y cincuenta se encontraba allí; nerviosa y mirando a todos lados para ver cuando llegara su novio. Pasaron los minutos y miró su reloj impacientemente y se preguntaba porque no llegaba.
De pronto la música se detuvo, las luces se apagaron y solo hubo dos luces, una apuntando a ella y la otra al escenario. -Esto es para la gorda más gorda de todas- se escuchó la voz del chico que ella amaba desde el principio del semestre y su corazón comenzó a quebrarse.
Justo cuando iba a preguntar que era lo que pasaba se reprodujo un video de Christian, sus amigos y algunas chicas burlándose y hablando sobre la apuesta que consistía en, obviamente, enamorarla y luego dejarla al frente de toda la clase en la noche del prom. Todos comenzaron a gritarle palabras que la herían hasta en lo más profundo de su corazón. Su mejor amigo y prima fueron con ella.
-Te crees muy macho para hacerle esto ¿verdad?- preguntó Diana muy enojada.
-Sí y soy bastante macho- dijo Christian muy orgulloso.
Steven no aguantó más y le dio un puño entre ceja y ceja. Ver a su mejor amiga ahogada en un llanto completamente desgarrador no era lo más bonito. -Esto es para que la próxima vez que pienses que jugar con los sentimientos de las personas es divertido te acuerdes del chico bueno para nada que defendió a lo que más amaba.-
Fanny y Diana se acercaron con los ojos muy abiertos. No se esperaban esa confesión y menos viniendo de Steven. Ellas pensaban que él era gay -¿Q-que dijiste?- preguntó Fanny con la voz más quebrada de la que tenía.
-L-lo que he sentido desde hace bastante tiempo...Estefania yo...yo te amo- dijo Steven. Pensó es ahora o nunca.
Leonardo le tendió su mano presentándose -Hola soy Leonardo- su sonrisa era la sonrisa más hermosa que Fanny había visto. En ese momento recordó quien era el chico. Ese chico era él que había chocado con ella en esos pasillos -¿Tu nombre cual es?-
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El amor no tiene size
DragostePor algo se conocieron y no precisamente por buenos motivos. Leonardo jamás pensó en enamorarse de una chica como Fanny pero el destino y su corazón le jugó chueco. Ahora está en sus manos el destino de su amor. Las mentiras ganará o será su amor e...