Dieciseis.

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Luego de casi ocho horas la fiesta terminó dando por fin a los esposos el permiso para escaparse a su luna de miel. Leo nunca le dijo a Fanny para donde irían. Él pensó que ya Paris, Londres e Italia ya estaban en los primeros puestos en la listas de honeymoon destinity. Así que se tendría que esmerar para impresionar a su esposa y que disfrutara al máximo.

Tendrían que dormir esa noche, o lo que quedaba de ella en el hotel, para así mañana salir temprano. El destino era la gran Grecia, el lugar perfecto para ellos. Luego de muchas horas de vuelo por fin habían pisado tierra greca.

Fanny llevaba una suéter de rayas negras y blancas, un denim con detalles en cada costado y unas tenis. El clima estaba perfecto, no hacía calor ni frío y eso ellos lo amaban. Por otro lado Leo llevaba una camisa de botones de tela egipcia color verde con unos denim oscuros y unos mocasines color crema.

Estaban más que cansados cuando llegaron al hotel. Fanny y Leo quedaron encantados con la habitación que sería de ellos por una semana. Una cama matrimonial presidía la habitación justo al lado había un jacuzzi que a los dos le entraron las ganas de dejar sus cosas y meterse a relajar. La iluminación estaba perfecta dandole el típico toque greco.

-Señor y señora Ferrer esta será su habitación. Espero que disfruten su estadía.- Altaír era un chico griego de dieciocho años pero sabía el idioma español, no a la perfección pero sí se podía defender. Se veía muy joven. Fanny y Leo les sonrieron y él les devolvió la sonrisa.

-Gracias Altaír. Toma- dijo Leonardo dándole una propina al joven que negó rotundamente.

-No señor, gracias pero no- Leo insistió y Altaír seguía en negación.

-Altaír recíbelo por favor. Tómalo como un agradecimiento.- sonrió Fanny y luego de negarse un par de veces más, aceptó.

-Muchas gracias.- dijo Altaír hablando en español pero sin dejar el idioma de su país. Salió de la habitación después de decirle que cualquier cosa que necesitaran lo llamaran cuanto antes.

-Por fin solos- dijo Leonardo mientras se posicionó detrás de Fanny. Ella estaba sacando su ropa de la enorme maleta. Leo apartó lentamente el cabello de su esposa para besar apasionadamente el cuello de ella.

-¿Que piensas hacer?- Fanny cerró los ojos fascinada. La lencería que tenía en sus manos cayó devuelta a la maleta. Leo pasó la lengua por el cuello con sensualidad y Fanny dio un respingo cuando sintió un cálido aire enfriándose justo por el camino húmedo de su cuello.

-Pienso hacerte el amor hasta que me supliques descanso.- Leo giró a su esposa entre sus brazos. Tomó sus brazos y los alzó sacando la camisa de ella. Fanny tenía las mejillas rosadas y un brillo de satisfacción en sus ojos.

Leo tomó las manos de Fanny y las llevó a sus labios. Besó donde se encontraban el anillo de bodas y el de compromiso y sonrió. Cuando terminó su labor siguió el camino de besos por sus brazos hasta llegar a sus hombros. Bajó lentamente una de las tirillas del sportbra que llevaba.

-Mi amor...espera. Dame un...momento.- dijo Fanny mientras tomaba la lencería que anteriormente tenía en las manos. Leo frunció el ceño y resopló.

-No te tardes...no aguantaré.- dijo Leo apretándose un poco el miembro para reprimir un poco el placer que sentía en ese momento. Ella asintió y se metió al baño quedando impresionada con la enorme bañera ovalada.

El amor no tiene sizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora