Veintiocho.

7.3K 343 13
                                    

Estaba muy nerviosa y Leonardo lo notaba. El motivo era porque ese miércoles llegaban Max y Ana. Diana y Lucas estaban ya con ellos, al igual que Lina. Aunque Diana y Frank sabían que estaban otra vez juntos, sus padres no lo sabían y eso la tenía preocupada. No sabía como iban a reaccionar, ellos odiaban a muerte a Leonardo por lo que hizo y saber que ellos están juntos sabía, qué como mínimo, dejarían de hablarle y eso ella no lo quería. Se había sentido decepcionada y triste cuando su papá se había enterado lo de su bebé y él no le habló en días. Así que no quería volver a pasar por lo mismo.

-Tranquilízate- dijo Leonardo al verla tan nerviosa -él lo entenderá- besó la frente de ella.

-No creo que lo haga. Cuando se enteró de que estaba embarazada no me esperaba su reacción.- dijo ella mirando fijamente el sofá.

-¿Cómo lo tomó?- preguntó él.

-No muy bien que digamos. Me dijo que me quedara acá y que esperaba que fuese de otro hombre y no tuyo.- dijo ella y lo miró.

Leonardo se tensó considerablemente. Le dio un escalofrío por todo el cuerpo de solo pensar en que su bebé fuese de otro y más le molestaba pensar en que otro hombre pusiera sus manos encima de Fanny.

-Ya...olvida eso.- susurró él. Fanny estaba aferrada al cuerpo de su esposo. Buscando refugio en él.

La puerta sonó y Leo sintió como Fanny retuvo su respiración, por unos largos segundos, y se tensó. Acarició el cabello de ella animándola pero aún así Fanny no evitó sentirse como lo hacía. -Abre tú.- susurró atemorizada ella. Sus brazos se ciñeron más a la cintura de él.

-Estás segura?- preguntó él no muy convencido.

-No- negó ella aún atemorizada.

Fanny se separó de él y lo miró. Suspiró pesadamente y se arregló el cabello para ir directo a la puerta. No podía dejarlos esperar por más tiempo. Además ya quería pasar ese trago amargo. Volvió a resoplar y abrió lentamente encontrándose con un par de brazos estrechándola lo más fuerte y cuidadosamente que podía, y también lo que su barriga le permitía.

Su padre se veía genuinamente feliz y cada vez que lo veía se veía con más vitalidad y más joven. A pesar de sus canas y la barba que tenía seguía viéndose muy joven. Sabía que Ana lo hacía completamente feliz y eso era lo que él necesitaba. Escuchó como unos sollozos, de felicidad, se hacían presente. Era su papá quien lloraba como nunca lo había visto.

-P-perdón...- dijo muy bajito Max. Sólo ella lo había escuchado.

-¿Porque tengo que hacerlo? Ya eso pasó. Vamos a olvidarlo.- dijo Fanny con una sonrisa mientras lo veía.

Ana la abrazó fuerte mientras sonreía. Extrañaba a su niña. Esa semana que estuvo en Florida no le fue suficiente -Esta bebé está loca por salir- dijo contenta ella. Fanny no había dicho nada pero sabía que Ana decía que iba a ser una niña.

-Mujer, que es un nene- interrumpió Max.

-Mira Maximiliano ay de ti si llega a ser una niña- dijo Ana mientras levantaba la mano haciendo un gesto como de prepárate a lo que él rodó los ojos.

Caminaron el largo pasillo y Fanny estaba deseando no llegar a la cocina, donde Leonardo los esperaba. Él también estaba muy nervioso aunque los controlaba muy bien. No quería que Fanny se sintiera más agobiada de lo que ya lo hacía.

Leo vio a Fanny cruzar el comedor y cruzaron miradas. Muy poco veía esa mirada tan atemorizada en los ojos de ella. -Todo va a estar bien- susurró él regalándole una sonrisa de apoyo.

Todo ocurrió muy rápido que no le dio tiempo, a Leo ni a Fanny, reaccionar. Max le brincó encima a Leonardo con la mirada más dura y oscura que tenía. Leonardo sólo esperaba que Max descargara toda su furia en él. Frank trataba de separarlos -¡Déjame matarlo!- gritó Max forcejeando con Frank.

El amor no tiene sizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora