Capítulo 20

13.2K 883 91
                                    

—Estoy orgulloso de tu trabajo, Lauren.—Me dijo Alex.—No pensé que la exposición iba a tener tanto éxito. ¡Vendiste todo!—Estaba tan emocionado que me hacía reír.—Eres buena en esto, cariño. Estuve pensando un poco y me preguntaba si te interesaría trabajar conmigo. Esto es serio, estarías involucrada en más exposiciones, mucho trabajo, tu viste toda la gente con la que hemos tratado.

—Si. Me encantaría.—Sonreí asintiendo.—Gracias, Alex. En serio.

—Oh, no. Gracias a ti. ¿Crees que puedes empezar lo antes posible?

—Uhm. ¿Sabes? Yo... necesito un poco de tiempo. Estoy teniendo unos problemas, pero... Lo siento si me necesitas ahora, supongo que no es mi oportunidad y...

—No. No. Detente. Si puedo esperarte. Ni loco te dejo ir. Tienes talento, niña.—Solté una risa nerviosa.—¿De cuanto tiempo hablamos?

—¿Uno o dos meses? Es realmente importante lo que tengo que hacer. Pero no tienes que esperarme, Alex. En serio.—Negué.

—Sabes donde encontrarme, niña. Te voy a estar esperando. Pero prométeme que vas a volver.—Sonreí. Estaba tan feliz por esto.

—Te lo prometo. Muchísimas gracias. En serio.—Él me abrazó y le devolví el gesto.—Te veo pronto, Alex. Cuídate.

**

Camila estaba enojada todavía porque no la había dejado ir a la exposición conmigo porque aún estaba enferma. Era tan hermosa cuando estaba enojada, menos cuando no me dejaba besarla, ni siquiera me había dado un beso cuando fui por ella a su casa para que vayamos a mi departamento. Pues tenía que hablarle sobre lo que había decidido.

Sí, en una semana entraría a una clínica de rehabilitación. No sabía por cuanto tiempo estaría allí, pero estaba dispuesta a hacerlo todo para que sea lo menos posible. Todo lo hacía por Camila.  Para darle lo que se merece.

También quería contarle sobre que al salir comenzaría a trabajar con Alex. Estaba tan feliz por eso. Él era un bien tipo en tan poco tiempo le había tomado un cariño enorme.

Pero toda mi felicidad se esfumó en tal solo dos minutos.

Parada al lado de la puerta de mi departamento estaba la chica que me había besado frente a Camila hace algunos meses. Sonrió al verme y Camila se detuvo a mi lado.

—Es bueno verte, Lauren. Ya me tienes aquí.—Sonrió otra vez.

—¿Qué haces aquí?—Fruncí las cejas. Camila estaba parada a medio metro mío mirándome sin expresión alguna en su rostro.

—Recibí tu mensaje, amor.—Negué.

—¿Qué maldito mensaje? ¿De qué mierda estas hablando? Yo no te envié nada. ¡De que mierda me hablas!—Levanté la voz y me giré a Camila.—Yo no... No lo hice.—Negué.

—¿Ahora estoy loca o qué?—La chica se rió y quería callarla de un puñetazo en la boca.

Camila negaba mientras bajaba su mirada al piso y vi una lágrima caer por sus ojos, mi corazón se rompió en mil pedazos. Yo no sabía qué hacer.

—Camz, no es cierto.—Intenté tomar su mano, pero la alejó.—No. No. Por favor.—Le supliqué, pero otra vez negó y se alejó de mi.—Camila, no. Te juro que no es cierto. No te vayas.

—Ya basta, Lauren.—Quitó su mano de la mía.—Me haces daño todo el tiempo.—Y sin más se fue.

Me quedé parada allí viéndola irse. Con un nudo en mi garganta. Mis ojos quemaban. ¿Qué mierda era todo esto?

I like what is wrong {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora