Capítulo 37

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*Lauren pov*

Camila salió de su casa dando un portazo, caminó hasta mi camioneta y abrió la puerta, cerrándola con fuerza también.

—Hola a ti también, mi amor.—Dije en voz baja.

—Hola.

Sacó su teléfono y suspiré poniendo en marcha la camioneta. Estuvo todo el camino en silencio, viendo su teléfono y ni siquiera me miraba.

Fuimos a cenar y le pregunté qué le pasaba y me dijo que no pasaba nada, que solo no estaba de humor. Nos pasamos el rato hablando sobre algunas cosas, mi trabajo, como siempre, pero cambié de tema. Aún no le decía que me iría más de cuatro semanas.

De a ratos buscaba sus labios y me besaba, así nos quedábamos un largo rato hasta que comenzó a hacerse tarde y entonces fuimos al estacionamiento del bar donde estábamos. Había estado molesta toda la cena y su rostro serio no había desaparecido.

—¿Me vas a decir que mierda te pasa, Camila?—La detuve tomándola del brazo, pero se soltó de mi agarre de inmediato.

—No me agarres así.—Se quejó.

Iba a meterse en la camioneta, pero la empujé contra la puerta y me apoyé con mis manos sobre el metal,  dejándolas a cada lado de su cabeza.

—¿Qué te pasa?—Repetí.

—Te dije que no estoy de humor, Lauren.—Habló en voz baja, pero estaba enojada.

—¿Por qué? Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea.—Negó soltando un suspiro.—Camz.—Acerqué mi rostro al suyo y la llamé en voz baja.

No me gustaba verla así, por supuesto que no. Mucho menos cuando no sabía qué le pasaba.

—Nada. Sólo discutí con mi padre. No quiero hablar. Llévame a casa.

—Bueno… Pero no me trates así, no tengo la culpa. Intento que estés bien y no te importa. Y creí que vendrías a dormir conmigo hoy.

—No vamos a poder hacer nada, Lauren. Me vino la regla.—Me alejé de ella al instante y la miré con las cejas fruncidas. ¿En serio acababa de decir eso?

—¿Piensas que solo quiero llevarte a mi departamento para follar?—Solté una risa incrédula.—Eres increíble. Sube a la puta camioneta, Camila.

Di la vuelta hasta llegar a mi lugar. Una vez que me abroché el cinturón de seguridad y Camila ya había cerrado la puerta, encendí y me dediqué a conducir. Mis mejillas me ardían por lo enojada que estaba. Mis manos estaban apretadas alrededor del volante y mi mirada fija en el camino.

¿Qué mierda le pasaba? ¿Por qué demonios lo arruinaba de esa manera? Ella podía ser una maldita estúpida cuando quería. Yo la trataba bien todo el tiempo, le daba todo, me la pasaba complaciendo sus malditos caprichos y por un poco de mal humor echaba a la mierda todo. Se había pasado. No podía creer que había dicho aquello.

Cuando estacioné frente a su casa mi teléfono sonó, era Lucy en un mensaje preguntando qué hacía. Bloqueé el teléfono y me giré a Camila que no se había bajado de la camioneta.

—Bájate, Camila.

—Mañana iremos a visitar a Dinah y a Calvin, no te olvides.—Dijo en voz baja.—Adiós.—Se inclinó sobre el asiento y me dio un beso corto en los labios. El cual no le correspondí.

Esperé a que cerrara la puerta para acelerar y luego irme  de allí. Ni siquiera esperé a que entrara como siempre lo hacía.

Que se joda, pensé. Marqué el número de Lucy y puse en altavoz. Sonreí cuando escuché su voz y de fondo música.

I like what is wrong {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora