Capítulo 23

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Dejé un pequeño beso en los labios de Camila para que despertara, luego otro y otro. Ella comenzó a despertar de a poco y frunció las cejas mientras abría los ojos, encontrándose con los míos al instante.

—Hola.

—Chau.—Camila hundió su rostro en la almohada haciéndome reír.

—¿Cómo es que tienes mal humor luego de una noche como la de anoche?—Camila levantó su mirada.

—No empieces.—Pero la ignoré y me abracé a la más pequeña y no tardé mucho en comenzar a besarla. Yo siempre lograba quitarle sonrisas por más que estuviera de mal humor, exactamente en ese momento también.—Déjame dormir.—Dijo en voz baja haciendo puchero.

—Me prometiste que iríamos al cine.—Camila suspiró asintiendo.—Además, ya es media mañana.

—Bueno, llévame a la ducha.—Se abrazó a mi cuello y solté una risa antes de besar la mejilla de Camila.

Luego de una largo baño, el que tardó más de la cuenta porque me ocupé de molestar a Camila demasiado y luego tuve que pedirle perdón y besarla, y el beso luego pasó a caricias y las caricias nos hicieron terminar haciendo el amor en la ducha.

Entonces cuando estuvimos vestidas, ambas preparamos el desayuno, o bueno, Camila lo preparó.
Me encantaba verla hacer cosas en mi departamento, todo el tiempo estaba haciendo algo y me hacía feliz saber que estaba para mi siempre. Sonreía como idiota cada vez que pensaba en ella y yo viviendo juntas.

—Me encanta tenerte aquí.—La abracé por detrás mientras ella lavaba las tazas que habíamos usado.

Sonrió tirando su cabeza hacia atrás, dejándola apoyada en mi hombro y aproveché para besar su mejilla.

—Me gusta estar contigo tanto tiempo, ¿sabes?—Sonrió. Llevé mi mano, por delante de ella, hasta su barbilla y giré su rostro para poder besarla en los labios.

Lo hice cortamente porque mi teléfono sonó y tuvimos que alejarnos.

Fruncí el ceño cuando vi el nombre de mi madre en el teléfono. Hacía meses que no hablaba con ella y me parecía raro que me llamara, me aterraba, mejor dicho.

—¿Qué quieres?

—Lauren, hija.—Su voz sonaba preocupada y lo primero que pensé fue en Chris, pues yo les importaba una mierda así que no había otro motivo. Y si, estaba en lo cierto.

—¿Qué pasa?

—Es Chris. Él… Se… Se cayó de las escaleras y… Tienes que venir al hospital de la ciudad.—Mi corazón se detuvo por un momento. Iba a preguntar o decir algo, pero escuché una voz gruesa del otro lado y mi madre cortó la llamada.

—¿Lo, estás bien?

Le dije rápidamente todo lo que había dicho mi madre mientras me ponía mi chaqueta de cuero negra, tomaba las llaves de mi auto y Camila tomó su teléfono y un abrigo antes de seguirme.

Tenía tanto miedo. Deseaba que no sea nada malo, pero la voz de mi madre me decía lo contrario.

**

Al entrar a la habitación Chris estaba sonriendo.

—¡Tengo un yeso, Lauren! ¡Y me cocieron, mira, mira! Aquí, ¿ves?—Me señaló su frente.

Le quería arrancar la cabeza a él a mi madre por haberme dado un susto de mierda.

—Eres una idiota, maldición. Me he asustado.—Fruncí el ceño dándole una mirada a mi madre.—¿Qué te pasó? ¿Estás bien?—Fui a su lado en la camilla y pasé una mano por su cabello.

I like what is wrong {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora