Quería alterarlas en el capítulo anterior y lo logré. Me amo.
**
*Camila pov*
—Regresa a casa, ¿bien?—Asentí.
—Si, papá. Me lo dijiste mil veces.—Se rió.
—Es que siempre dices que regresas y luego te quedas a dormir ahí.
—Bueno, hoy iré. Te lo prometo.—Le di un beso en la mejilla y salí del auto.
Entré al edificio donde vivía Lauren y me metí en el ascensor, minutos después estaba esperando que me abriera la puerta. No le había dicho que vendría hoy de Canadá, quería darle una sorpresa.
Sonreí cuando abrieron la puerta y así como mi sonrisa apareció, desapareció.
—Hola linda, ¿buscas a Lau?
Dijo. A. Lau.
Fruncí las cejas y luego vi sobre su hombros MI novia con una sonrisa en su rostro. ¿De que mierda sonreía?
—¡Camz!—Caminó hasta mi, me quitó la bolsa con el desayuno, se la dio a la chica y me abrazó.—Hola, bebé. Te extrañé. Mucho. Mucho.—Dijo mientras me daba besos castos en mis labios.
—¿Quién mierda es ella y por qué abre tu puerta?—Dije entre dientes y Lauren miró detrás de ella a la estúpida esa.
—Es Lucy, una amiga.—Sonrió.—Se está quedando conmigo porque…
—¿Cómo? ¿Aquí? ¿Contigo? ¿Acaso no tiene casa o qué?—Lauren estaba sonriendo de esa forma que me hacía odiarla.—Borra esa jodida sonrisa, Lauren.
—Estás celosa.—Dijo en un tono burlón. Le quería romper la cara de una bofetada.—Bebé, es solo una amiga. Ven, entra.
—Tiene cara de ser una zorra.
—No lo es.—Me aseguró y rodé los ojos.—Lucy, es Camila.—La chica sonrió antes de abrazarme como si nos conociéramos de toda la vida.
No me toques, perra. Te quiero arrancar la cabeza, pensé.
—Es bueno conocerte, linda. Lauren me habló de ti.—Encima me sonreía la desgraciada. ¡Y ME LLAMA LINDA! Ya se que soy linda.
—¿Le hablaste de mi?—Me giré a Lauren dándole la espalda a la cara de zorra y abracé a mi novia del cuello.
—Si, le he hab…—Lauren no pudo seguir hablando porque la besé mientras tomaba su cabello en un puñado con mi mano para que no se alejara.
Lauren me abrazó de la cintura y suspiró cuando metí mi lengua en su boca. Luego de un momento se alejó de mi con las cejas levantadas y una sonrisa en su rostro. Me giré para ver a la zorra esa y ya no estaba.
—Woha. ¿Y eso?—Sonrió relamiendo sus labios
—Mejor cállate.—Soltó una risa abrazándome. Y por supuesto que la abracé también porque la había extrañado.
Luego fuimos a la cocina y vi que Lucy, perdón, la zorra había sacado lo que tenía la bolsa.
—Traje el desayuno para nosotras, amor.—Dije quitando el café que tenía Lucy frente a ella y pasándoselo a Lauren. Tomé el otro y me giré a mi novia con una sonrisa.
—Gracias, Camz. Pero no tengo hambre.—Le dio el café a la loca esa.
—Gracias, amor.—Le dijo. Ah no. La mato o la mato.
—¿Amor? La mato, Jauregui.—Tomé su remera en un puño mientras le susurré aquello sólo para que ella escuchara.
—Estábamos por ver películas, ¿te unes Camila?—Escuché su fea voz detrás de mi y asentí.
En la sala Lauren se sentó en uno de los sillones, medio recostándose sobre éste y Lucy hizo lo mismo a su lado, así que caminé levantando los pies y me metí en medio de las dos, por lo que la idiota esa se sentó del otro lado del sillón. Puse los brazos de Lauren sobre mi mientras me acomodaba a su lado. Ella estaba sonriendo.
Me pasé todo el tiempo acariciando el abdomen de Lauren por debajo de su remera, dándole besos, logrando tener su atención por un momento y me besara de la manera tan dulce que tenía de besarme. Al alejarse algunas veces mordida mi labio haciéndome sonreír y soltar pequeñas risitas.
—¿Podemos ir a tu habitación? Quiero ir al baño.
—Pero ve sola al de aquí, Camz.
—Lauren.—Rodé los ojos y abrió los suyos.
—Oh. Si. Claro.—Asintió y me siguió a su habitación. No sin antes decirle a esa chica que ya regresábamos.
Dos horas y media más tarde salimos de la habitación de mi novia. Habíamos hecho el amor y estoy segura de que su amiga nos había escuchado. Me alegraba si así fuera. Perra. Lauren es mía.
No quería irme del departamento de mi novia, pero mi padre me estaba llamando y así que de mala gana tomé mi abrigo.
—Adiós, Camila. Fue bueno verte.
No pienso lo mismo.—Adiós, Mary.—Dije tirando de la mano de Lauren.
—Es Lucy.—Me corrigió.
—Es como lo mismo.—sonreí.—Vamos, mi amor.
—¿Se puede saber de que demonios te ríes, Lauren?—Suspiré mirando por la ventanilla mientras Lauren conducía.
—De que fuiste una perra con Lucy, Camz. Ella es buena. No tenías porqué hacer todo eso y estar celosa.—Me hice la ofendida.
—¿Y que se supone que hice?—Me miró levantando una ceja.
—La trataste como la mierda, gemías tan alto a propósito y encima le dices mal el nombre.
—Yo no hice eso.—Rodé los ojos.—Y mira, mejor cállate.
—Le debes una disculpa.—Dijo deteniendo su auto en un semáforo.
—Olvídalo.—Me crucé de brazos.
—Camila, por favor…
—Tu no me dejas tener amigos, me alejaste de los único que tenía, y ahora tengo que estar de acuerdo con que vivas con esa idiota. ¿Así funcionan las cosas?
Fijó su mirada al frente y apretó la mandíbula, también sus manos alrededor del volante y me sentía culpable por decirle aquello, porque no había sido tan así. Pero estaba celosa y exploté.
El resto del camino a mi casa fue totalmente silencioso. Miré de reojo algunas veces a Lauren y tenía su rostro serio, los labios apretados y todavía tenía sus manos ajustadas al volante con fuerza.
Cuando estacionó frente a mi casa le quitó el seguro a la puerta y luego la abrió estirándose un poco sobre mi. Sentí como si me estuviera echando de su camioneta, probablemente lo estaba haciendo.
—Lo siento.—Dije mientras cerraba la puerta otra vez.—No quise decir eso…—Clavó su mirada seria en mi y tragué saliva.—¿Te quieres quedar? Por favor.—Pregunté en voz baja subiendo mi mano a su mejilla y frunció las cejas negando.
—No, Lucy me espera y lo sabes.—Quería partirle la cara de una bofetada al escucharla.
—Por fa, Lo. Mañana vas.—Bajé mi mano a su abdomen y antes de que dijera algo más me las arreglé para ponerme a horcajadas sobre ella.
La besé tomando los lados de su rostro, pero se alejó lentamente, todavía tenía las cejas fruncidas y algo me decía que no la iba a convencer.
—No, Camila. No intentes manipularme. Por una vez en tu vida acepta que te digan que no a algo.—Apreté los labios y le di un golpe en el hombro antes de intentar bajarme de su regazo para volver al asiento y así poder salir, pero me sujetó. Seguí luchando para que me dejara, pero tenía más fuerza que yo.—¡Detente! ¡Quédate quieta!
—¡No me mandes!—Intenté empujarla otra vez, pero me detuvo tomando mis muñecas y por alguna estúpida razón me rompí a llorar.
Me abrazó de la cintura pegando mi cuerpo a ella y escondí mi rostro en su cuello mientras lloraba en silencio.
Me sentía una niña pequeña porque aquel escándalo. Era ridículo. Siempre terminaba sintiéndome una idiota con ella. Quizás lo estaba siendo.
—¿Ves lo que logras?—Dijo abrazándome fuertemente y suspiró.—Entiendo que fui una maldita mierda contigo antes, ya sé que me mandé una y mil cagadas y que tuviste que ver cosas que no debías, pero ya no soy esa. Tienes que confiar en mi. Lucy es mi amiga desde hace años y vino desde Miami a verme, le dije que se quedara en mi departamento hasta que consiga donde quedarse. No hacía falta todo el escándalo que hiciste. Y no me voy a quedar te guste o no, si quieres enojarte, pues enójate.—apreté su remera en un puño y dejó un beso en mi mejilla.—Mírame.
—No quiero. Cállate.—Escuché su risa y levanté mi vista nublada de lágrimas y arrugué las cejas.
—Te amo, loca.—Limpió los rastros de mis lagrimas y presionó sus labios con los míos.—Mucho. No sabes cuánto.—Dejó otro pequeño beso el cual me hizo sonreír y ella también sonrió.—Deja de llorar, tus padres me van a matar si entras así.
—Te amo. Te amo. Perdóname.—Junté nuestras frentes y suspiró asintiendo.—¿Mañana puedes venir por mi?
—Podemos ir a mostrarle la ciudad a Lucy, ¿Qué dices?—Me alejé un poco de ella y asentí de mala gana. Me acomodó el cabello de modo que cubría mi cuello del lado derecho.—No te lo ates.—Hizo una mueca.—Alguien te dejó muchas marcas.
—¿Y qué si quiero que mis padres las vean?—Abrió los ojos.
—No. Dios. No. Me matarían, ¿Te quieres quedar sin novia?—Solté una risa y la besé una vez más.
—Me voy. Llámame cuando llegues.—Asintió y antes de bajar me incliné una vez más sobre el asiento y volví a besarla.—Te amo.
—También te amo. Descansa.
**
Durante todo el día había tenido que estar con Lucy y Lauren pasando por la ciudad, lo único bueno era mi novia, por supuesto. Yo quería pasarme el día en su departamento viendo películas, abrazadas y hablando de muchas cosas como de costumbre, pero no, debía ir con ellas.
Lauren todo el tiempo se encargaba de hacerme sonreír, me abrazaba y me daba besos, pero ni así podía quitarme los estúpidos celos.
Más tarde me dejó en la puerta de mi casa y no la dejé irse sin antes abrazarla y besarla todo el tiempo que se me diera la gana, pero dijo que era suficiente porque su amiga estaba en la camioneta. Le quería decir que esperar un poco más no la iba a matar ni nada, pero me limité a asentir y dejar que me diera un último beso antes de irse. Es que tampoco quería discutir con ella. En realidad nuestra única pelea luego de que volviera de la clínica fue la de el día anterior en su camioneta y no quería repetirla ni en mil años.
Yo odiaba discutir con ella, que se enojara o algo, y sabía que ella odiaba verme llorar y hasta supe que se sentía culpable luego, porque cuando me llamó para avisarme que había llegado la escuché preocupada y no me dejó ir a dormir sin antes decirme mil cosas lindas y recordarme otra mil veces más que me amaba mucho.
A veces pensaba que ella era demasiado buena para mi, aunque mi novia dijera lo mismo pero de mi. La realidad es que simplemente éramos muy diferentes. Pero lográbamos entendernos, supongo.
Al entrar a mi casa quise que la tierra me tragara y agradecí tanto que Lauren tuviera que irse y que no se me hubiese ocurrido retenerla ni un minuto más por nada del mundo, pues ahí estaba Austin y sus padres junto a los míos.
—Hola…—Todos me saludaron cálidamente y me quedé allí por algunos minutos antes de excusarme para salir de ahí.— Yo… Iré a mi habitación. Los veo en un rato.
Sabía que mi madre me iba a regañar por hacer aquello, pero no podía estar con Austin ahí.
Verlo me recordaba a cuando perdí a Lauren, a todo el daño que se había hecho y a que él me había tratado como una zorra.
Pero como si el mundo me odiara y me quisiera decir que mi día debía terminar mal, para mi suerte, ahí están Austin en la puerta de mi habitación, la cual abrí luego de unos golpes pensando que era mi madre.
Parecía nervioso y apenas me miraba.
—No tienes que estar aquí.—Negué suspirando.—¿Qué quieres?
—Disculparme. Nunca pude hacerlo, porque no me dejaste y ahora que estoy aquí quiero…
—Está bien. Te perdono. Ahora… ahora vete, porque a Lauren no le va a gustar que estés aquí.
—Yo no la veo por aquí.—Suspiré.—¿Podemos ser amigos? No me gusta que me ignores todo el tiempo.
—Tu te lo buscaste. Y si podemos ser amigos, pero no quiero.—Dejé la puerta abierta, porque me estaba hartando de tenerlo frente a mi. Así que fui a sentarme en mi cama.
—¿O es Lauren la que no quiere?—Fruncí las cejas viéndolo, iba a protestar, pero habló antes que yo.—Camila, ¿no te das cuenta que te ha alejado de todos? Ni siquiera a Shawn le hablas. Dejaste de lado a nuestro grupo de amigos porque a ella no le gusta que estés cerca de hombres. ¿Esa es la confianza que te tiene? Sé que yo… que no debí besarte, pero no tienes motivos para alejarte de los demás. ¿Me vas a negar que estuviste completamente sola cuando ella se alejó de ti?—Me quedé callada.—No dices nada porque es cierto. Ni siquiera tus amigas deben saber todo lo que te hizo y por eso estuviste sola.
—Tu no sabes nada.
—Sí sé, créeme. Te conozco y no necesito que me digas nada para saber que todo lo que dije es cierto. Pero si quieres seguir así, bien. Pero créeme que no es bueno estar esperando a que se mande otra macana para luego llorar sola. Porque sé que lloras sola y no hablas con nadie sobre todo lo que hizo o hace Lauren.
—Es mi problema. Dios. Cierra la boca, Austin. La amo y por eso sigo con ella, porque la necesito. Tu no debes tener ni puta idea de lo que es amar a alguien como amo a Lauren. Y no te metas en lo que no debes, nadie te pidió opinión. Vete.
—Cuando necesites a alguien puedes buscarme…—Asintió pasando una mano por su cabello.
En mi mente pasaban tantas cosas ahora mismo. No quería pensar. No quería que las palabras de Austin hicieran algo en mi, porque no. Yo amaba a Lauren y no me importaba que había pasado antes.
Me puse los auriculares y me quedé en mi habitación con mi teléfono. Vi fotos de Lauren conmigo, tenía una carpeta con más de mil fotos nuestras, todo el tiempo me la pasaba haciéndonos fotos y me encantaba.
Mi novia era preciosa, era perfecta y la amaba. Lauren no era mala, solamente tenía pequeños desperfectos que de a poco los arreglaba, ella cada día era mejor y me lo demostraba, yo lo veía. Yo tampoco era perfecta, tenía mis cosas malas y buenas. Como toda persona humana.
Lauren era humana, no tenía que ser perfecta, y si lo fuera o no, no me importaba porque la seguiría eligiendo una y mil veces.
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I like what is wrong {Camren}
Fiksi PenggemarTítulo en español: Me gusta lo que está mal. Yo era un desastre. Ella era perfecta en todo sentido. Éramos totalmente diferentes, pero a ninguna nos importaba. Me estaba enamorando. Ella también. Portada hecha por el user "5H-1D-JB-DL-1997".