Learning How To Feel || Destiel

||Capitulo 1.

CAPÍTULO 1

Lawrence, Kansas

El aire resonaba en los asientos traseros del auto, junto con las ondas de sonido que producían las canciones que sonaban en la radio.

Dean comenzó a mover sus dedos sobre el volante al ritmo de la música mientras Sam veía por la ventana las gotas de lluvia que comenzaban a caer sobre el espejo, mojándolo.

-Mira Sammy –movió su cabeza observando el cielo- empieza a caer agua mojada desde el cielo –soltó la última frase acompañada de una sonrisa.

-Si, al parecer eso suele suceder –Sam observó por última vez el cielo antes de cerrar la ventana, evitando que las gotas entraran al auto.

Sam aclaró la garganta.

-Entonces, ¿a dónde me dijiste que vamos? –sacó un mapa de la guantera y se dispuso a mirarlo, esperando la respuesta de Dean.

-Illionois, 5 personas muertas en 1 mes, sin pistas del asesino...  –Sam lo interrumpió.

-Quizás solo sea un caso policiaco raro –dijo y miro a Dean, este hizo lo mismo.

-Mencióname un caso policiaco raro donde a todas las víctima les hayan arrancado los meñiques de ambas manos –retó.

Un silencio de unos 5 segundos se hizo presente.

-Tu ganas, hijo de perra. –declaró el más alto.

Dean sonrió orgulloso y miró hacia adelante, concentrándose en el camino mientras tarareaba la canción que sonaba en la radio.

Pontiac, Illinois - 12KM

-¿Tienes más pistas? –preguntó Sam, curioso.

-No, pero nuestro angelito de la guarda nos está esperando allá.

-Espera... ¡¿Qué?! –saltó de su asiento- ¡¿Lograste contactar a Cas?!

-Relájate, si, lo llamé y me respondió. ¿Qué tiene eso?

-¿Es una broma, verdad? Intenté llamar al hijo de perra y no contesta –se quejó, molesto.

-Si, al parecer está un poco ocupado por asuntos "celestiales" –dijo Dean, remarcando la palabra celestiales.

-Bueno, da igual. Ya me las arreglaré.

Dean frunció levemente el ceño y cambió la canción de la radio.

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"Bienvenidos a Pontiac, Illinois"

El mayor de los hermanos comenzó a darle vueltas al volante, buscando un lugar donde estacionarse enfrente del motel, mientras el otro, dormía plácidamente en su asiento con sus brazos cruzados y su cabeza caída de un lado.

-Sam. –lo movió- ¡Sammy! ¡Despierta! –dijo mientras lo sacudía, cosa que dio resultado pues su hermano despertó asustado.

-Un día de estos me vas a dar un infarto –dijo Sam con la voz ronca y soltó un bostezo- ¿ya llegamos?

-Si, bienvenido a Pontiac, hermano –Dean salió del auto y miró las estrellas del cielo nocturno.

La puerta del impala rechinó, dando como resultado que el hermano menor saliera del auto para observar fuera de este.

-Hay que registrarnos.

Dos leves portazos se escucharon y ambos fueron dentro del motel con sus cosas.

Entraron a la recámara, no era la mejor habitación, era más bien a lo que estaban acostumbrados que fuera. Dos camas individuales cubiertas con cobijas color café claro separadas por una mesa de luz en medio, la cual tenía una lámpara muy rústica. Una mesa con 3 sillas en la esquina de la habitación y el baño del otro lado del cuarto. Sam dejó sus cosas en la cama izquierda y Dean la derecha. El menor puso su computadora en la mesa junto con carpetas llenas de notas y archivos. Dean dejó unos libros en una de las sillas y se sentó en su cama.