La vida puede dar muchas vueltas al descubrir que la persona que menos esperabas esta perdidamente enamorada de ti. Más cuando se trata de un ángel.
Las dudas, el dolor, el sufrimiento y las lágrimas son algunos de los obstáculos que tendrán que pa...
Aún con sus frentes unidas, ambos chicos intercambiaron sonrisas y miradas llenas de amor.
-Te amo tanto, Cas.
Castiel sonrió, enseñando sus dientes. Dean quedó impactado con la luz que irradiaba cada vez que sonreía. Era la primera vez que lo veía sonreír de aquella manera y, sin duda, iba a luchar para que nunca se le borrara.
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-Yo también te amo. Muchísimo. –respondió el ángel.
Dean plantó un beso en los labios de Cas para después tomarlo de la cintura con mucha fuerza y pegarlo a su cuerpo. El Winchester recargó su cabeza en el hombro de Castiel y cerró los ojos, disfrutando de algo que siempre deseó tener, el amor de su alma gemela.
Castiel lo abrazó de igual manera.
Ahí fue cuando el ángel reaccionó. ¿Qué estaba haciendo? Estaba haciendo algo que iba en contra de todo lo que le habían enseñado, estaba desobediendo a su padre, traicionando a sus hermanos.
Activó el Radio Angel para escuchar que era lo que estaban diciendo sobre él en el cielo.
Castiel ¿qué estás haciendo?.
Te vas a morir.
Nuestro padre te va a castigar.
No sabes lo que te va a pasar.
Todo lo que decían resonaba mucho en sus oídos, frunció el ceño y acarició el cabello de Dean, para darse un poco más de fuerza. Las palabras dolían pero no tanto como la que sobresalía de todas, esa asustó muchísimo al ángel.
Te alejas de Dean o lo matamos y lo mandamos directo al infierno. Y Castiel, esta vez no vas a poder sacarlo.
Iban a matar a Dean. Instantáneamente se preocupó por la seguridad de este.
Castiel rompió el abrazo y tomó la cara de Dean entre sus manos, uniendo sus labios por unos segundos.
-Cuídate, Dean. Te amo.
-¿Qué?
El ángel no respondió. Desapareció de la habitación, dejando a Dean muy confundido.
-¡Cas! Maldición...
Castiel, por otra parte extendió sus alas y voló hacia el cielo.
Lo único que pasaba por su cabeza en es momento era que Dean estuviera a salvo, más ahora que sabía que estaba haciendo mal si se quedaba con él.
Cas apareció en el centro del cielo, donde todos los Ángeles hacían guardia. Comenzó a entrar en pánico. ¿Qué le estaba pansando? Estaba empezando a sentir algo que nunca había sentido antes y eso lo preocupaba mucho, porque sabía que sólo serían más problemas para él.
