Parte III: El hogar de los Jonhson
Caleb's POV
Tal y como había imaginado toda mi vida, el hogar de mi madre rebosaba tranquilidad y paz. Inglaterra era húmeda y fría, sobre todo en esos bosques que ella parecía conocer tan bien.
Llevábamos más de cuatro horas viajando en el coche, y aunque yo no me quejaba, mi hermana era otra historia. Y eso me crispaba los nervios.
—¿Aún falta mucho? Me volveré vieja y moriré en este coche como tardemos más tiempo.
—Ojalá —susurré, a lo que ella me respondió enseñándome el dedo corazón.
Mi madre nos dedicó una acusadora mirada por el retrovisor del coche, y volvió a posar su vista en la carretera. Poco a poco el entorno forestal fue dando paso a las primeras edificaciones del pueblo.
Grandes casas con jardines bien cuidados se extendían una tras otra a lo largo de la calle principal. Había mucha gente, casi parecía más una pequeña ciudad, y los vecinos comenzaron a mirar curiosos hacia nuestro vehículo al no ser conocido. Me tensé en mi lugar; odiaba ser el centro de atención, y todo apuntaba a que así sería durante un buen tiempo.
Genial.
Aria entró en un camino sobre el jardín de una casa azul cielo, con ventanas y puerta de cornisa blanca y madera un poco descuidada por los años. Se llevó ambas manos a su cadera y dio un largo suspiro de alivio antes de girar su rostro para mirarnos. Nua salió con irritación del coche, mientras que yo lo hice con indiferencia.
—Bien, aquí es. ¡Nuestra casa! —ella nos sujetó a ambos de las manos con entusiasmo y nos arrastró por el camino de entrada hasta la puerta principal—. ¿Qué os parece? Ya sé que está un poco vieja, pero con una limpieza a fondo y algunas cosas reemplazables quedará genial —suspiró—. No pensé que volvería a pisar este lugar...
Mi vista se clavó al instante en su nostálgica mirada perdida y fruncí mi ceño. ¿Ya había estado aquí antes?, ¿De quién era esta casa?
Aria entró la primera al interior del lugar, guiándonos con ella por detrás. Nada más pasar la puerta se encontraba el salón, con la cocina más adelante separada por una pared y las grandes escaleras que daban al segundo piso. Nua miró con asco el polvo y el desgaste de los muebles y pasó dedo por el televisor con desagrado.
—Venga, vamos a ver las habitaciones, ¿está bien?
Subimos las escaleras, que crujían con fuerza bajo nuestros pies y mientras lo hacía me detuve en seco a mitad del primer tramo. Había una gran mancha en la moqueta, era oscura y se notaba que la habían intentado limpiar sin éxito.
Fruncí el ceño y seguí subiendo sin darle importancia.
—A ver... —susurró mi madre cuando se aproximó a la primera puerta. Al abrirla vimos una espaciosa habitación con cama de matrimonio y paredes beige decorándola. Se notaba que era la habitación principal, y por lo tanto la de Aria—. ¿Te gusta Nua? Si quieres te la puedes quedar.
¿Qué?
—¿En serio? —mi hermana abrió los ojos, maravillada, y sonrió—. ¿Me dejas la principal?
—Tómalo como un obsequio por haber tenido que mudarte, ¿vale? —mi madre sonrió hacia Nua, quien le dio un furtivo abrazo y chilló de emoción. Su aro de incomodidad se había esfumado para dejar paso a uno de éxtasis. Aria me miró, y yo arqueé mi ceja en señal de que no entendía su comportamiento.
¿Desde cuando le toleraba los caprichos a mi insoportable hermana?
—Ven Caleb.
Continuó por el pasillo hasta la puerta del fondo y me mostró la que sería mía. Tenía tonalidades oscuras y azules, al igual que los muebles y la decoración. Se notaba que su anterior dueño también fue un chico.
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El despertar de Caleb |PAUSADA|
Fanfiction| Libro #2; duología 'Asesino Fantasma' | Tras diecisiete años lejos de su hogar, Caleb Johnson vuelve, por primera vez, al sitio que le vio nacer. Allí descubre cómo sus instintos más sádicos, que había estado reprimiendo durante años, salen a la...