Parte XV: El regreso de la muerte
Kiera's POV
El padre de Caleb era él, el 'Asesino Fantasma'. ¡Tal y como lo imaginaba! Por fuera me mantenía en total silencio ante su presencia, pero sin duda, en mi interior estaba gritando como una fanática empedernida.
Además de eso, había descubierto que mi propio padre también fue un asesino; conocido de, ¿Jeffrey? Sí, así se llamaba él.
Todo era tan jodidamente perfecto.
Sin embargo, no se me iba a olvidar el rostro de esa mujer, Nina. Llegado el momento, si se volvía a interponer en mi camino, yo misma la mataría. ¡Sin dudarlo un segundo! ¿Qué tendría que ver ella con mi padre?
Todo tenía sentido en conjunto; todo estaba relacionado entre sí. Incluso yo tenía algo que ver con Caleb sin haberlo conocido. ¿Habrá sido el destino?
-¿Kiera, estás bien? -susurró Caleb a mi lado, mirándome con cautela.
Asentí en su dirección mientras lo observaba con total admiración. Tan sólo había pasado un día, pero no me podía imaginar más tiempo sin estar cerca de él. Él era mío; perfecto, sádico, inalterable, y con sangre de demonio en sus venas.
Al igual que yo.
-¡Caleb! -me entró un extraño sentimiento de apego, y lo abracé con fuerza, atrayéndolo hacia mi cuerpo mientras besaba su cuello-. ¡Soy tan feliz ahora!
-¿Qué mosca te ha picado, conejito? -él sonrió, envolviéndome con uno de sus brazos mientras me respondía a mis besos.
Íbamos de cerca tras los cuerpos de Jeffrey y el maestro de Caleb, Slenderman. Caminaban con tranquilidad y en sumo silencio, siempre marchando por zonas totalmente oscuras en los callejones de la ciudad. Seguía siendo de noche, pero pronto amanecería, por lo que no teníamos tiempo que perder.
Los primeros locales; cafeterías y bares, comenzaban a abrir sus puertas, al igual que las primeras personas que despertaban temprano para ir a su trabajo.
Vi a Slenderman hacernos una seña para cambiar de dirección, ya que el lugar por el que íbamos acabaría directo en la avenida principal. Comenzamos a correr todo lo que podíamos para evitar quedar al descubierto a la plena luz del día; era demasiado difícil seguirles el ritmo a los dos asesinos profesionales, ¡corrían como demonios!
Y entonces, en mitad del silencio, mi estómago comenzó a gruñir.
Caleb se giró hacia mí, al igual que los otros dos presentes, mientras yo me encogía en mi sitio por la inmediata vergüenza. Vaya intento de asesina que era...
-¿Lo siento? -murmuré, intentando excusarme.
-No te disculpes; no hemos comido desde hace casi un día, yo también muero de hambre -Caleb habló, mirando a su padre de vuelta mientras éste último alzaba sus cejas.
Parecía que Jeffrey era humano, pero en el fondo sabía de sobra que no lo era ni de lejos. Su mirada de duda me hizo ver que no había tenido hambre, ni la necesidad de comer en mucho tiempo.
-Hay una cafetería cerca, en la calle contigua a este callejón -habló el largirucho ser-. Sin embargo, deberéis ir vosotros solos.
Me miré de arriba a abajo para comprobar si estaba lo suficientemente normal como para entrar sin levantar sospechas. Casi al momento me quité mis puños americanos y los guardé en los bolsillos de mi largo abrigo, para llevar luego mis manos a mi cabello; acicalándolo. Caleb hizo lo mismo que yo, guardando su cuchillo y asegurando su vestimenta.
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El despertar de Caleb |PAUSADA|
Fanfiction| Libro #2; duología 'Asesino Fantasma' | Tras diecisiete años lejos de su hogar, Caleb Johnson vuelve, por primera vez, al sitio que le vio nacer. Allí descubre cómo sus instintos más sádicos, que había estado reprimiendo durante años, salen a la...