Parte XI: Hijos del diablo
Caleb's POV
-¿No crees que es demasiado, chico? -susurró mientras metía las cajas de medicamentos en la bolsa-, en una farmacia ni siquiera te dejarían sacarlas así como así, pero esta cantidad...
-Limítate a poner el Carisoprodol en la bolsa, no he pedido tu opinión.
Frunció su ceño en respuesta y se calló al momento. Había encontrado una tienda clandestina donde vendían medicamentos de forma ilegal al no ser una farmacia con permiso. Necesitaba esas tabletas, si no, no podría aguantar el dolor muscular ni las lesiones del entrenamiento.
Slenderman me estaba llevando al límite.
Suspiré con fuerza mientras dejaba salir un grito ronco y bajo, totalmente frustrado, mientras caminaba de regreso al almacén. Nos escondíamos en el interior de ese sitio abandonado que antes servía para guardar productos de una compañía. Sólo había polvo en el lugar, pero al ser tan amplio como una nave de almacenaje era perfecto para entrenar.
Sin embargo, sólo por hoy, pasaré un segundo por casa.
Hacía ya unos cuantos días -casi una semana- que no me pasaba por allí. Me preguntaba cómo estaría Nua; probablemente habría llamado a la policía para informar de la desaparición mía y de mamá. Me da carga de conciencia dejarla sola; por muchas diferencias que tuviera con ella seguía siendo mi hermana.
Coloqué la capucha de mi sudadera negra sobre mi cabeza cuando comencé a adentrarme en el barrio cerca de casa, donde ya empezaba a haber más gente, y agaché mi cabeza. Si la policía me estaba buscando sería un problema que me vieran.
Doblé varias esquinas hasta vislumbrar el jardín de la casa, y me detuve en seco antes de llegar, escondiéndome en uno de los callejones cercanos. Kiera estaba allí, en la puerta, hablando con Nua.
¿Por qué? ¿Me estaría buscando a mí?
Esa niña...
La observé unos segundos, desde mi punto de visión estaba de perfil, y la analicé de arriba a abajo. El pequeño conejito traía unos pantalones que le quedaban grandes, unas Nike desgastadas y una camiseta negra -que también le quedaba demasiado ancha-. Parecía un rapero.
Mi hermana, para mi asombro, estaba perfecta. Creo que por una parte la esperaba con ojeras por la preocupación, y un poco descuidada con su aspecto, sin embargo era todo lo contrario. Parecía que había hecho una jodida sesión de modelaje; y lo mejor era que tenía sus brazos cruzados mientras le dedicaba una mirada de superioridad y asco a Kiera.
La pequeña en cambio, mantenía la cabeza agachada.
Mi melliza dijo algo, y a continuación entró en la casa y cerró de un portazo en las narices de Kiera. Ella se limitó a marcharse corriendo y sin poder evitarlo la seguí.
Cuando descubra dónde vive, volvería con Slenderman, y la pequeña recibiría una inesperada visita en la noche. No sé con exactitud el porqué, pero cada vez que ponía mi mirada sobre ella, se me hacía imposible resistir la tentación de ir y molestarla.
"Puede que esconda algo más interesante debajo de toda esa ropa de hombre", escuché en mi mente, y negué con la cabeza para borrar ese pensamiento.
Aunque en el fondo me diera curiosidad por comprobarlo.
* * *
Tal y como me dije a mi mismo en la tarde, era pasada la madrugada y estaba frente a la parte trasera de la casa de Kiera. Era la hija del jefe de policía para mi sorpresa, y eso sólo lo hizo más interesante.
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El despertar de Caleb |PAUSADA|
Fanfiction| Libro #2; duología 'Asesino Fantasma' | Tras diecisiete años lejos de su hogar, Caleb Johnson vuelve, por primera vez, al sitio que le vio nacer. Allí descubre cómo sus instintos más sádicos, que había estado reprimiendo durante años, salen a la...