Parte VII: Investigación

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Parte VII: Investigación

[Leed la nota del final, es importante]

Kiera's POV

"Aún no me lo creo"

Apreté con fuerza las asas de mi mochila a cada costado y tragué saliva mientras alzaba mi cabeza. Caleb, el insoportablemente sexy chico nuevo, camina por delante, y sólo tenía a la vista su ancha espalda y su revuelto cabello oscuro.

No sabía qué pensar exactamente sobre él; no sabía si me estaba tomando el pelo olímpicamente o si de verdad le interesaba lo mismo que a mí. Si era la segunda, ¿por qué? No se veía como alguien a quien le vaya ese tema ni mucho menos.

Aunque claro, la pregunta se respondió sola al confesarme quién era su madre. No lo podía creer, ¡Aria Johnson! Iba a conocerla a ella.

Por el simple hecho de poder verla en persona soy capaz de seguir a Caleb al fin del mundo.

-Entonces, ¿qué es lo que quieres saber? -susurré, aunque lo bastante alto como para que él me escuchara-. Si me vas a presentar a Aria, entonces cumpliré mi parte.

-No esperaba menos, conejito.

Le miré a través de mis gafas y noté el calor subir a mis mejillas, ¿conejito? Caleb sonrió de medio lado, y sus ojos miel y verde me observaron de reojo. Dios, de verdad sería un pecado tener ese rostro.

-¿Cómo que con-

-Lo que quiero es que me digas todo, absolutamente todo lo que sepas sobre él. Necesito conocerlo dentro de lo que cabe.

Alcé una ceja en su dirección mientras cruzábamos la calle hasta llegar a la acera del frente. Caleb se recolocó la mochila y metió su mano libre en su bolsillo del pantalón, mientras yo me comía la cabeza intentando entender el porqué de ese interés. Sabía que si le preguntaba acerca de ello me respondería que es un asunto personal, al igual que las primeras doce veces que lo hice, por lo que desistí de intentarlo una décimotercera más.

Bufé.

Hacía tanto tiempo que no hablaba con otra persona de mi edad sin que fuera estrictamente necesario. Es decir, el resto me evitaba como a la peste desde que se esparció el rumor.
Que a fin de cuentas era cierto.

¡Maldita sea, ni que fuera a matarlos a todos por tener un hobby!

Ladeé mi cabeza mientras pensaba en ello, olvidándome por unos segundos de la persona a mi lado. En realidad, no recuerdo exactamente cuándo fue que empecé a interesarme por esto. Recuerdo que cuando era pequeña ya creaba historias con mis juguetes sobre asesinatos y crímenes, e incluso cuando tuve mi primer pc y móvil no hacía sino buscar y buscar. Me pegaba a la tele cuando salían las noticias.

Esperando.

A lo mejor sí era una psicópata como todos decían.

-Es aquí.

Caleb avanzó por un descolorido césped hasta la entrada de una vieja casa. Era bonita y grande, pero se notaba que hacía tiempo que no se ocupaban de ella, por lo que estaba un poco demacrada. Sacó una llave de su bolsillo trasero y abrió la puerta, parándose a su lado para dejarme entrar primero.

-Dije que iba a presentarte a Aria, pero no que le pudieras hacer una entrevista -pronunció, seco y tajante-. Mi madre no quiere hablar del tema, y no me gustaría que tú lo sacaras a la luz.

-N-no te preocupes.

Nuestros ojos se encontraron y poco a poco entré en la casa. Caleb cerró la puerta tras de mí y avanzó con paso decidido por la que parecía la sala principal hasta perderse tras una pared al fondo. Me quedé estática en mi sitio, esperando, hasta que escuché murmullos que venían de ese mismo lugar.

El despertar de Caleb |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora