Capítulo 94.

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Inés llega a casa. Se encuentra a Brad tumbado en el sofá.

-Vale saludar, eh ricitos.

El chico la mira.

-Hola. -dice desanimado.

Inés se sienta junto a él. Está muy raro.

-Brad... ¿pasa algo?

El chico hace una mueca.

-No te va a gustar.

Inés mira al suelo. Se espera lo peor. Seguro que unos cuernos.

-Suéltalo, cuánto antes mejor. -Dice con un nudo en la garganta.

Brad le acaricia la cabeza con delicadeza, como si fuese de cristal. Ella no aparta su verde mirada de los hermosos ojos de Brad. Nota como las lágrimas resbalan. Se siente como una niña ante el peligro, sin protección, sin entender nada. Todo iba tan bien...

-Inés, se que no te va a gustar, pero... oh deja de llorar.-le quita una lágrima.

La chica lo aparta y se cubre la cara con las manos.

-Suéltalo ya. -dice entre sollozos.

Brad suspira.

-Quiero que me acompañes a unos premios. Todos van con parejas y no quiero ir con nadie que no seas tú, pero a ti esos sitios no te gust...

-Brad, yo a ti te mato. ¿SABES EL SUSTO QUE ME HAS DADO?

-¿Susto?

-PENSABA QUE ME IBAS A DEJAR. QUE ME HABÍAS PUESTO LOS CUERNOS.

Brad empieza a reírse. Inés se levanta del sofá y se da media vuelta para irse, pero Brad la retiene agarrándola de la muñeca. Tira de ella y la sienta en su regazo.

Le aparta el pelo del cuello, poniéndolo hacia un lado.

-Jamás voy a dejarte. Te amo. Sabes que no he sentido esto por nadie. -le susurra en el oído.

Después vienen besos en el cuello.

El chico se detiene.

-Si te soy sincero... creo que si alguien rompe vas a ser tú.

-¿Yo?

Brad asiente. No bromea, y eso es lo que le preocupa a Inés.

-Cariño... te quiero, te amo y lo sabes.

-Ya... pero no dejo de tener la sensación de que algo a cambiado.

Inés se sienta mirándolo, sigue encima suya.

Le coge de la cara.

-Es otra etapa, ahora es más serio. Ya tengo trabajo, y tú ahora tienes un pequeño descanso. Yo también me sentía así cuando trabajabas y yo no.

Le besa con suavidad y juguetea con su labio inferior.

Fire se siente extraña.

Desde la experiencia con Connor algo en ella ha cambiado. Se siente más cursi. No quiere ver a Connor, se siente utilizada, pero quiere probar más de él. Se lo ha encontrado más veces, y siempre ha sido la misma historia. Follar. Él venía. Ella lo encontraba.

No le gusta estar así. No es un juguete.

Connor sale de la heladería. La cita ha sido un desastre. Primero: la chica tenía voz de pito. Segundo: no se callaba.

Qué dolor de cabeza tiene, y todo por un polvo. Se dio por vencido, a esa chica la quiere lejos de él.

-¡CONNIIIIIIIR! ¡Te has dejado tu anillo! -dice la chica.

Es una modelo esquelética. Sería guapa con unos kilos más. Ahora mismo lo estarían haciendo si tuviese otra voz, o fuese callada.

Connor coge el anillo y se lo pone.

Se lo quita cuando está incómodo y juguetea con él.

Se da media vuelta, dándole la espalda a la chica.

-¿No me das las gracias?

Connor se gira arqueando una ceja.

-Gracias, me has destrozado los tímpanos. Bye.

Vuelve a girarse y empieza a andar.

Escucha un zapatazo que ha dado la chica, igual que un niño pequeño cuando tiene una perrera.

No se gira. Le da igual. Sube a su moto y conduce. Aún no sabe a donde ir. Después de esa espantosa cita sólo quiere tomarse algo para la cabeza.

Aún así, decide ir al cine a probar suerte.

Tiene una nueva táctica: entrar a una sala en la que haya un grupo de chicas con buena pinta. Alguna cae. Es estadística.

Y así fue, pero no en un cine. En una discoteca. Hubo cambio de planes.

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora