CAPITULO 34. Almuerzo desastroso y una brecha.

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Karou y James entran en el restaurante. Está lleno. La pareja se mira.

-Mis padres no vienen hasta las 7. ¿Comemos en mi casa?

-Me parece bien. ¿Tienes olla?

-No.

-Entonces no sabes cocinar. Cocino yo.

-Vale.

Suben de nuevo al Mini de James y van para la casa de Karou. Al llegar la chica le dice que va a cambiarse y cierra la puerta del cuarto.

James empieza a preparar la comida. Decide hacer espaguetis con nata.

Cuando pone las pastas a hervir mira la hora. Karou tarda mucho. Da golpecitos con los nudillos en la puerta. No hay respuesta. Entra en el cuarto, la chica está tumbada en la cama en ropa interior. Está dormida. Ronca un poco. James sonríe. La despierta con cuidado.

-Bicho, venga, ve al sofá que la comida está casi lista. -dice con dulzura. Le da un suave pico.

Karou se levanta, está muy cansada. Va andando hacia el salón. James le pone sobre los hombros su camisa de cuadros, ella automáticamente mete los brazos en las mangas cortas de la camisa y se tumba en el sofá. Al poco vuelve a roncar, pero son unos ronquidos suaves que a James le parecen muy monos en ella.

Un rato después aparta la comida y la lleva a la mesita.

Le da besos en el cuello y sube hasta la boca de Karou. No sabe por qué, simplemente tiene ganas y la chica le gusta, se está arriesgando al guantazo del siglo, pero no le importa.

Karou abre los ojos y se encuentra con los de James.

-Ya está la comida.- dice James.

Karou se sienta y mira el plato. Empieza a comer.

-Está rico.

Es lo único que dice en toda la comida. Está muy rara. ¿Qué le pasará? James no lo sabe.

-Bicho, ¿que te pasa?

Karou da un respingo y lo mira. Se sienta a su lado.

-Es que... No quiero que me beses.

-¿No te gusta?

-James, somos amigos y los amigos no se dan besos.

-Ayer no parecía importante.

Karou se da cuenta de que lleva la camisa de James y que está desabrochada. Le da igual.

-No se que quieres conmigo, me despistas. No se sí me besas porque te da el calentón o porque me quieres. No se que pasa entre los dos.

-No te entiendo, hasta ayer todo era genial. ¿Qué a cambiado?

-A cambiado que me he pensado las cosas. No soy una tía cualquiera.

-Ya lo se, por eso me gustas.

Karou abre la boca sorprendida. No está preparada para eso. No, todavía no. Mira para otro lado.

James se siente de repente mal. Prefiere un guantazo antes que ese rechazo.

-Creo que es hora de que me vaya. Si necesitas algo llámame.

Sin decir nada más abre la puerta y se va. No lleva su camisa, pero le da igual. Se mete en el coche y conduce hacia su casa. Sólo quiere estar en su cuarto y dormir.

Llega a la casa. Escucha a Brad discutir con Inés. La risa de Annie mientras Tris le enseña a tocar la batería. Sube al cuarto sin decir nada. Mientras va por el pasillo ve a Connor y a Beth en el cuarto de este delante del ordenador. No dice nada ni piensa nada. Se mete en su habitación y cierra la puerta. Le escuecen los ojos. Se apoya en la puerta y baja poco a poco hasta estar sentado en el suelo abrazando sus rodillas. Se siente muy mal.

En la habitación de al lado Beth enseña a Connor a usar el edito que ella usa para las fotos.

Abajo Brad e Inés discuten. El chico le acusa de usar su peine y ella de jugar con sus tampones y hacerse fotos para Instagram.

Tris enseña a Annie, pero el chico con tanto jaleo se enfada y le tira una baqueta a cada uno.

-Callaos, joder. Sois unos dramáticos los dos.

Le da un beso en la mejilla a Annie y siguen a lo suyo, tiene más baquetas a su lado.

Inés coge una baqueta y le pega a Brad en la cabeza.

-Estúpido, por tu culpa me va a salir un cardenal en el bra... -se calla cuando ve sangre.

-¿Qué te pasa? Estás blanca.

-Brad... ve fuera un momento, ahora voy.

El chico obedece. Al poco aparece Inés con una bolsa con hielo.

-¿Vamos de botellón?

-Ojalá. Vamos al hospital.

Le pone la bolsa en el lado de la sangre y llama a un taxi.

-¿Y eso?

-Te he hecho una brecha.

-Ahhh. Espero que no tarde mucho el taxista.

Inés lo mira preocupada.

-¿Eres gilipollas? Te he hecho una brecha.

-Ya lo se.

-Mierda, te he dejado más tonto.

Suben al taxi, en 10 minutos están en la sala de espera, 5 más y Brad entra a que lo curen.

Sale sonriendo.

-Seis puntos. -dice feliz.

Inés lo mira como si estuviese loco.

-Deja de estar blanca.

Se sienta a su lado.

-Te he dejado tonto. -murmura.

Brad le besa, su lengua está dentro de la boca de la chica unos segundos, hasta que Inés se aparta y le da un tortazo.

-¿Quieres otra brecha?

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora