CAPITULO 59. Carta de adiós.

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Beth mira a Carlos. Carlos arquea una ceja.

-¿Resaca?

Beth asiente. Es incapaz de decir algo.

Carlos se levanta y sale de la habitación. Al poco vuelve con una pastilla y un vaso de agua. Se sienta al lado de ella.

-Ayer, no se como, acabamos en mi casa y lo hicimos. Tranquila, con precaución. Los dos estábamos muy bebidos. -cuenta mientras Beth se toma la pastilla.

Carlos la mira esperado a que diga algo. Beth sólo mira para abajo.

-¿Quieres ducharte? El baño está ahí. Voy a preparar algo para desayunar. ¿Café?

Beth asiente.

Carlos es un chico muy majo, incluso le ha pedido perdón por acostarse con ella.

Beth regresa a casa. Lleva una camiseta, la suya se manchó.

* * *

Inés se despierta. Huele a la colonia de Brad. Se gira. No está, pero hay un sobre blanco. Huele a él. Lo abre.

"Inés, he decidido irme por un tiempo. Estaré incomunicado, quiero alejarme un tiempo de todo, quiero estar a solas con mis pensamientos y aclararme. No se cuando volveré. No te olvides de mi.

Mira tu muñeca. Sí, es una de mis pulseras. Quiero asegurarme de que no me olvides. Llévala siempre contigo.

Mi avión sale a las 12.

~Bradley. xx"

Inés se levanta de la cama de un golpe. Mira la hora. 11:15. Le da tiempo, el autobús al aeropuerto sale a las y 20... Abre el armario y se viste a la velocidad del rayo. Unas mallas de rayas negras y blancas, una camiseta negra y sus Vans negras. Ve en su cuarto la sudadera azul que se dejó Brad el otro día y se la pone.

Baja corriendo y sube al autobús.

Llega al aeropuerto a las 11:55. Ve a Brad, pero se está marchando... Inés da un sprint mientras lo llama con gritos desesperados. Nota como las lágrimas le caen. Cuando Brad está a punto de irse se gira. Sonríe con tristeza. Mueve los labios, pero Inés no sabe lo que le ha dicho. Brad embarca.

Inés nota como su cuerpo flojea y cae al suelo de rodillas. La gente la mira con preocupación.

Cuando se recupera va al Starbucks. Mientras se toma un café su móvil suena.

-Qué pasa.

-¿A dónde has ido? -dice Connor preocupado.

-Al aeropuerto.

-Ah, entonces te has enterado de lo de Brad. ¿Sigues ahí?

-Sí.

-No te muevas, en nada estoy ahí.

Connor está preocupado, la voz de Inés es triste, sin ánimos. Algo muy raro en ella.

Connor se sienta en frente de ella. Da mucha pena. Está con los ojos rojos es hinchados de llorar, su carácter está llena de lágrimas y está muy sería.

-Hola.

-A dónde ha ido. -exige.

-Inés...

-¡Ni Inés ni nada! ¡Dime a dónde va! -grita desesperada.

-No quiere que lo sepas. Quiere alejarse de ti. -dice Connor casi en un susurro.

-¡Me da igual voy a ir a por ese idiota y... y...! -se le quiebra la voz. Empieza a llorar otra vez. -No me importa ir a buscarlo a donde sea, me da igual sólo quiero encontrarlo y decirle que es un gilipollas. Es un estúpido.

Connor hace una mueca.

-Está bien. Brad se ha ido a Nueva York.

-¿ESTÁS DE COÑA? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ ALLÍ?

-Deja de gritar. Se ha ido allí para estar lejos de ti y porque tiene un amigo con el que vivir por un tiempo.

Inés se levanta y sale corriendo.

Connor va detrás de ella, pero no logra alcanzarla hasta 2 minutos después.

-¿Cuándo es el próximo vuelo a Nueva York?

-Dentro de tres horas.

-¿Hay un asiento libre?

-Cinco plazas.

-Vale, guárdeme un asiento o algo. Vuelvo en nada.

Inés se gira y se choca con Connor.

-LLÉVAME A CASA TENGO QUE HACER LA MALETA.

-Inés, no seas tonta. No lo vas a encontrar.

-SI QUE LO HARÉ.

-¿Y dónde dormirás?

-YA VERÉ CUANDO LLEGUE. DE MOMENTO EN EL AVIÓN.

Connor suspira. Es imposible hacerla entrar en razón.

-Está bien, pero voy contigo.

-No, tú te quedas. Tienes que cuidar de Beth. Con, soy capaz de cuidarme.

Tres cuartos de hora después Inés embarca. Annie le ha dado las llaves y la dirección de un apartamento en Manhattan. Inés supone que Bradley estará allí, siempre habla de que le gusta esa zona y que tiene un amigo allí.

Connor llega a casa. Ve a Beth en el sofá con una camiseta que le está grande de mangas cortas.

-Connor, te tengo que contar algo muy fuerte.

Connor se sienta junto a ella y le cuenta lo ocurrido con Carlos.

Connor aprieta los puños.

-Tú lo que eres es una guarra. -dice sin pensar. Se deja llevar por el enfado.

Beth lo mira seria, con desprecio.

-Retira eso.

-No.

Beth le da un tortazo. Se siente mal por pegar a Connor, pero en ese momento le da igual. Se va.

Connor se queda paralizado en el sofá, con la mano puesta en su dolorida mejilla. Sabe que se ha pasado, pero es difícil estar enamorado de alguien que sólo te considera su amigo.

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora