CAPITULO 6. Barbacoa (MARATON)

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Lucas abre los ojos y mira el reloj. Las 8 de la tarde... LAS 8. Se levanta de un salto de la cama, ¡la barbacoa empieza en nada!

Alguien llama a la puerta de su dormitorio.

-Luquitas, ¿estás listo?

-Ehhhh... No, no se que ponerme.

-Anda que ya te vale. Ponte un bañador y el collar de conchas que te compré cuando tenías 5 años.

-Que chispita, mamá -dice burlón.

-Venga y vístete señor Chispita.

-¡Que siiiiiiiii!

El chico sonríe, no sabe bien por qué. Abre el cajón de los bañadores. No sabe cual ponerse. Cierra los ojos y coge uno al azar. Es un bañador azul.

Se desnuda y se lo pone. Sale de la habitación

-¡Lucas! ¡Ponte las zapatillas, acabo de fregar el suelo y me lo vas a dejar lleno de huellas!- protesta si madre.

-Tengo las chanclas en la piscina.

-Ya te vale.

Lucas baja a la piscina y moja los pies en el agua, no está ni muy fría ni muy caliente. Su gato se acerca, lo coge y lo pone en su regazo. El gato se asusta por algún ruido y se cae al agua. Lucas lo coge rápidamente. El gato lo mira con odio y se va corriendo y maullando. Mientras mira al gato ve a la familia de su mejor amigo entrando. Mario corre hacia el y lo abraza.

-OHHHH MI AMOR TE ECHABA DE MENOS, CARIÑO.- dice mientras le da besos por toda la cara.

-Mario, que lo nuestro no funciona.

-Pues toma.

Mario empuja a su amigo. Este sale del agua.

-Te vas a cagar, picha floja.

Alejados de ellos se encuentran Pedro, Beth y Noelia mirándolos. Una mujer delgada y alta, con el pelo recogido y un pareo verde se les acerca.

-¡Hola Noelia! ¿Esta es tu sobrina?

-Si, la pequeña Beth.

-¿Esta es la rubita de las fotos que me enseñaste?- dice impresionada.

-Si.

-Vaya, que guapa estás Beth. Yo soy Paola, la madre de el caso perdido que está ahí en la piscina haciendo el ganso.

-Hola. Encantada.

-Noe, ayúdame a poner la cosas, anda.

-Claro. Pedrito, haz caso a tu prima y no la molestes.

-Es sólo un año más grande que yo. -protesta.

-¿Es más grande sí o no? Pues ya está. Adiós.

Los primos se sientan en unas sillas.

-Qué pesada es, joder.

-No digas eso, hombre. Lo hace porque te quiere. Yo daría lo que fuera por tener una madre otra vez.

-Ya... Buen...

No termina de hablar, se queda embobado mirando a una chica morena que acaba de llevar.

-¿Te gusta?

-Sí, pero creo que yo a ella. Le van los tíos fuertes como mi hermano, no los flacuchos como yo.

-Total que es una guarra.

-No, simplemente le gustan esos chicos.

-Te está mirando, salúdala y hazle señas para que se siente aquí contigo.

Pedro le hace caso, y consigue que la chica vaya.

-Hola Pedro- mira a Beth con una expresión extraña. -¿Quién es?

-Mi prima, Beth.

-Ah... ¿Me acompañas a soltar mi bolsa?

-Ehhhh... Sí, claro. Vamos.

Beth se queda sola, pero no le importa.

-Mario, dile a tu prima que se venga con nosotros al agua. Está sola.

-Es mejor dejarla así. Está rarilla, le cuesta estar lejos de todo lo que tenía.

-Bueno, lo que tu quieras.

Diez minutos después llega una chica espectacular, alta, rubia y con ojos claros. Es muy guapa y tiene un cuerpo bonito y equilibrado.

La recién llegada mira a Beth.

-¿Tu quien eres? Nunca te he visto por aquí.

-Beth, la prima de Mario y Pedro. ¿Y tu?

-Es obvio, ¿quién voy a ser?

-Pues una chica con un ego muy grande, por ejemplo.

-Muy graciosa... Salgo de modelo en varias revistas.

-Ah, pues mira que bien.

-¿No me has visto? ¿No venden revistas en tu tribu o que?

-Seguro que las revistas en las que sales tu que serán de marujas en EEUU no se venden.

La chica rubia se calla, no esperaba esa respuesta. Abre la boca para decir algo, pero se arrepiente.

-¡Lara! -suda Mario.

La chica saluda con la mano enérgicamente.

-¡Hola Mario!

Beth se aguanta la risa, aquella chica le parece patética. Si es guapa, pero demasiado egocéntrica y está segura de que quiere algo con su primo pero este sólo la quiere como amiga.

La rubia corre hacia Mario y empieza a hablar. Lucas se sale y se va con Beth.

-¿No te cae bien?

-Para nada.

-¿Y por qué está aquí?

-Porque mi madre y la suya son muy buenas amigas. Beth, vente con nosotros, no te margines. Si quieres pongo el karaoke ya y cantamos un rato, aunque lo hago fatal.

-No canto -miente.

-Bueno, Mario me llama. Reza para que no le arranque la cabeza a esa Barbie odiosa.

La chica sonríe y asiente.

Al poco una chica con el pelo negro y unas gafas de pasta estilo hipster se le acerca.

-¿Puedo sentarme?

-¡Claro!

Las chicas se presentan y hablan durante un rato. Sin saber como hablan de The Vamps. Natalia, la chica de las gafas de pasta es Vampette.

-No sabía que había Vampettes españolas.

-¡Claro que hay! Cada vez somos más. -dice con una sonrisa llena de ilusión. Los ojos le brillan de la emoción.

-Que callado se lo tenían los muy cabrones- se le escapa a Beth.

-¿Los conoces?

-Bueno... Hablo con ellos de vez en cuando.

-Siempre a las gringas, no te enfades.

-No me enfado, tienes toda la razón. Cuando vuelva a hablar con ellos les hablaré de ti y que te sigan. Dame tu número y tu Twitter.

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora