Capítulo 96.

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Connor se mira los números en su brazo. Ya está en casa. Los demás decidieron irse a tomar un helado.
No sabe si Beth está con ellos.
Abre su diario.

"Lo único que sé, es que Beth sigue siendo especial para mi.
No puedo engañarme. Quiero que seamos amigos, pero lo veo difícil."

Guarda el número de Ainhoa en su móvil.
La llama.
-¿Diga?
De fondo suena Nievana, concretamente Lithium.
-Hola, aquí su caballero.
La chica ríe. Es una risa muy dulce, quizás incluso infantil.
-Te mandaré las fotos en cuanto estén listas. Supongo que está noche. -hace una pequeña pausa.- Tengo que dejarte, tengo que estudiar.
-Hasta luego.
La llamada se corta.



Beth está tumbada en su cama. Some Mistakes de One Direction suena en su iPod.
¿Por qué le duele tanto? Esa chica... Connor... ¿Habrá algo entre ellos?
Suspira.
Tiene que alejar todo eso de su mente. Se está agobiando.
Siente el impulso de llamarlo... ¿Lo hace?
Coge el móvil. Abre la agenda...
No puede hacerlo.
¿Qué le diría?
"¡Hola, Connor! ¿Quién era esa tía?"
Sino le cuelga nada más que su móvil empiece a sonar lo hará cuando le diga eso.
Le duele la cabeza.
Había estado bien, hasta que vio a Connor con esa chica tan guapa... ¿Así es cómo se sentía él?
Ahora entiende el enfado de Connor.
Ese dolor en el pecho, esas ganas de llorar. Querer dormir eternamente y despertar cuándo todo haya pasado y esos sentimientos sólo sean un recuerdo....
Pero no, eso nunca pasa. Te duermes y cuando despiertas esa amargura sigue en tu pecho.
Vuelves a sentirte mal.
Es en esos momentos cuando tu autoestima se baja y te ves fatal. Todo es negativo. Te miras y ves una copia barata de lo que solías ser.

Se niega a seguir así mucho más.

Se quita el pijama. Unos pitillos grises, una camiseta blanca y una chaqueta negra.


El timbre suena.
¿Quién podrá ser? Es muy temprano para sus amigos, sólo las 10.
Abre la puerta.
Una figura oscura encapuchada de la que asoman mechones rosas.
"No puede ser..." Piensa.
La figura se quita la capucha. Si, si pede ser. Está ahí delante. Beth.
-Ainhoa, tengo que colgar. Luego hablamos.

-¿Qué haces aquí?
No la ha dejado pasar, a pesar de que el ambiente huele a lluvia y que sabe que no tardará en caer.
-Yo...
Connor se cruza de brazos.
-¿Tú? Eres una caprichosa. Justo cuando me ves con una chica quieres venir a por mi. ¿A qué vino eso? ¿Te crees que voy a ir detrás tuya? No. Nunca más.
Beth carraspea. Hace un esfuerzo enorme para no llorar.
-Sólo quería saber quien era esa chica... Como estabas... Y sobre todo, pedirte perdón.
Connor cierra la puerta y sube a su habitación.

Beth se sienta en el bordillo de la puerta. Una fina lluvia cae. Se pone la capucha.
Sabe que Connor desde su cuarto la ve. Es justo lo que quiere.
Tal vez si la ve bajará y aceptará hablar.

No sabe decir exactamente cuánto tiempo lleva fuera.
Tirita con fuerza. La lluvia es una cortina de agua que cae sin cesar.
Escucha como la puerta se abre. Se gira. Connor.
-Vete a tu casa.

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora