Sin amor a la fama (The Vamps)

CAPITULO 38. Bethiers.

-¿Estás empalmado?

James se separa con una sonrisa.

-Vale, lo estás.

-Es que vas provocando. Llevas ya camiseta pegada y escote. No soy de piedra, ¿sabes?

Karou se ríe tanto que termina sentada en el suelo.

-Sí tú ríete, que me habías ilusionado.

Karou se levanta del suelo. James se acerca a ella y le abraza.

-¿Qué creías que te iba a decir?

-Que me quieres.

Karou empieza a reírse.

-No puedo tomarte en serio si estás empalmado.

Le besa.

-Te quiero, pero no quiero nada serio. Quiero que nos conozcamos, ir poco a poco. No se ni cuantos años tienes, no se dónde vives... No se casi nada de ti.

-Tengo 19 años. ¿Y tú?

-16, 17 en diciembre.

* * *

Annie y Tris pasean por el Paseo Marítimo. Van cogidos de la mano. Es de noche y hay muchos puestecillos. Un mercadillo nocturno.

Annie se enamora de una gorra en la que pone "SWAG".

-Mierda no llevo dinero.

-Perdone, ¿a cuánto está esa gorra?- pregunta Tris.

-8€.

Tris le da el dinero y se la pone a Annie en la cabeza. Le queda genial.

-Estúpido. ¿Por qué me la compras? ¿Es por el polvo de la ducha?

Tris ríe. Su novia es una pervertida, pero a la vez dulce. No sabe como.

-En parte.

-Cuándo lleguemos a casa te doy el dinero.

-No, es un regalo.

-Tris, mis padres son ricos. Me meten 3.500€ todos los meses en la tarjeta.

-Y yo soy famoso. Acéptalo como un regalo, que son 8€.

-Está bien.

Tris le da un beso en la mejilla.

Ven otro puesto de gorras. Tris se queda mirando una negra con un "OH!" en letras blancas.

-Déme esa gorra. ¿Cuánto es?

-8€.

Annie le da la gorra a su novio.

-Estamos en paz.

Le guiña un ojo.

* * *

Beth termina su turno. Recoge su melena rosa en una coleta alta. Son las 11 de la noche.

Una chica se le acerca, es alta y rubia. La recuerda de la fiesta de la piscina de Lucas, pero de su nombre no.

-¿Puedes hacerte una foto conmigo? Eres genial. Tu voz es Wow!

-Acabo de salir de trabajar, quiero llegar a mi casa.

-Venga por favor.

-Vale.

Se hacen la foto. Beth sonríe sólo un poco, a la rubia se le pueden ver casi todos los dientes.

Sigue su camino hasta casa, pero alguien le coge de la cintura. Asustada da una patada hacia atrás.