Capítulo 87.

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(Espero que os gustase mi TC a las que la visteis. Estaba un poco nerviosa y no sabía que hacer. xx)

Annie no mató a Andrea. Tal vez porque la rubia estaba borracha. Trataba a Andrea como si fuesen amigas de toda la vida.

Ahora Lucas la lleva a su apartamento.

El chico tiene mal aspecto. Tiene cara de cansado y huele a alcohol (Beth le tiró sin querer una copa encima).

Andrea abre la puerta del piso y entra. Se para en seco cuando nota que Lucas no le sigue. Gira sobre sus talones. Lleva los tacones en la mano. Los deja en el suelo.

-Lucas, puedes pasar.

El chico mueve la cabeza.

-Estaba en mi mundo.

Andrea sonríe. Lucas sigue estando mono aún estando cansado.

Le coge de la muñeca y tira hacia dentro de la casa. Cierra la puerta con llave y se la guarda en el bolsillo del pantalón.

-Drea, abre la puerta. Tengo que ir a mi casa. -dice mientras se frota el ojo derecho con la mano.

-No pienso dejarte conducir. Estás muy cansado. Si te pasase algo caería en mi conciencia.

Lucas sonríe.

-No tengo pijama.

-Tengo camisetas grandes de esas de propaganda. También tengo ropa de mi hermano, siempre tiene aquí algo por si algún día se queda. Creo que te quedaría bien.

Lucas se pone lo que le deja Andrea.

-¿Cómo está tu padre?

-Bien, el domingo voy a visitarlo.- dice sonriendo.

-Dime la verdad. ¿Por qué te compró este piso?

-Porque no aguanto a su novia y ella a mi tampoco. Está bien de dinero y me compró el apartamento.

-¿No te molesta?

-¿Qué prefiera a su novia antes que a su hija?

-La verdad es que no. Lo entiendo, es su pareja y no quiere peleas, sabe que me gusta ser independiente. Lo habló conmigo antes de darme el piso. ¿Qué tal tu madre?

A Lucas se le hace un nudo en la garganta. Andrea ve como los ojos se le ponen llorosos.

No sabe que le pasa, pero no va a presionarle.

Le abraza.

-Lo siento si he dicho algo que no debía.

Lucas la mira, las lágrimas empiezan a salirle de los ojos.

-T-tiene cáncer de hígado. -dice. Los labios le tiemblan, la voz también.

Andrea le abraza con más fuerza.

-Todo irá bie...

-No, nada irá bien. Los médicos ya han dicho que es cuestión de semanas que muera. Mi casa es un desastre. Mi padre apenas está y cuando lo hace está borracho porque acaba de visitar a mamá... Yo no quiero estar ahí.

Lucas se apoya en el pecho de Andrea y empieza a llorar. Ella le acaricia la cabeza e intenta consolarlo.

-Lucas, tienes mi casa para cuando quieras. Puedes vivir aquí.

-No puedo dejar a mi padre solo.

-Cierto, perdona.

-Soy un mal hijo.

-No digas eso.

-Drea, no he ido a visitar a mi madre desde que me dijeron que iba a morir.

-Lucas... No eres un mal hijo. Es algo duro.

-Tengo miedo. Eres la única, a parte de Mario que lo sabe.

No dice nada. Sólo se abraza y le da un beso en la mejilla.

Andrea se da cuenta de que Lucas está dormido.

-Lucas, venga. Despierta.

El chico abre los ojos.

-Perdona. -murmura.

-¿Quieres dormir en el sofá o conmigo?

-Contigo, eres la única chica que queda en mi vida.

Lucas se tumba. Le da la espalda a Andrea. Ella no soporta verlo así.

-¿Quieres que te acompañe?

El chico se gira.

-¿De verdad? Creía que no te gustaban nada los hospitales.

-Y no me gustan, pero por ti iré.

Le dan miedo los hospitales. Desde siempre. Gente enferma y ese olor extraño, su madre siempre le dice que es de que está muy limpio, pero a ella se le hace molesto. Después están los médicos, todos vestidos iguales, de un lado a otro. Por no hablar de los enfermos. Tantos enfermos en un mismo sitio. Gente muriendo, gente medio muerta, gente muy enferma.

Siempre que ha podido ha evitado ir a uno. Le produce ansiedad. Se pone muy nerviosa. Siente pánico. Un pánico irracional.

A su mente viene el recuerdo que le provocó ese trauma.

Tenía 4 años. Estaba en la habitación de su abuela, la 344. Andrea estaba sentada en una silla mirando a su anule, la estaba dibujando. En realidad era un monigote tumbado en una cama con una sonrisa enorme. No se acuerda que tenía su abuela. De repente su abuela hizo algo raro con la respiración. Una máquina empezó a pitar. Su abuela la miraba fijamente. Asustada. Esa mirada aún le persigue. A los pocos segundos aparecieron muchos médicos y enfermeras. Una enfermera la cogió en brazos y se la llevó de la sala. Le dio una charla sobre que la gente se muere. "Nacemos, crecemos, nos rep... Llamamos a la cigüeña, cuidamos a hijos y nietos y al final morimos". Le dijo. Un doctor entró donde la enfermera y ella estaban y le dijo que su abuela había muerto. Andrea se puso a gritar y a llamarle mentiroso. Le dio un ataque de ansiedad, pero aún así fue capaz de ir a donde su abuela y la abrazó. Estaba fría. Aquel médico no le mintió. Se puso peor. Los médicos la tranquilizaron. Un doctor le dijo que su abuela estaba en el cielo mirándola. Eso no le tranquilizó. Andrea investigó un poco el hospital, veía a gente calva, a gente sin partes del cuerpo, a gente entubada y sobre todo gente triste. Excepto en la planta de maternidad.

La voz de Lucas la rescata de su recuerdo.

-¿Estás bien?

--S-s-sí. No te preocupes. Descansa.

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora