Sin amor a la fama (The Vamps)

CAPÍTULO 78

-Brad. No he actuado.

-Me dijist...

-Era para que me dejases tranquila.

* * *

*Dos semanas después* (gracias a @iitsfire por la idea, espero que te guste como ha quedado).

Connor está muerto de celos. Beth y Lucas se llevan muy bien. Demasiado bien. Tanto que Beth pasa de él.

El chico da vueltas por la ciudad con las manos metidas en los bolsillos de sus vaqueros por la rodilla. No presta atención a donde va. Sólo camina.

Cuando quiere darse cuenta está en un barrio con muy mala pinta. Mira el barrio con curiosidad. Los residentes le miran curioso. Por suerte hoy no lleva nada de marca, bueno, sus Vans rojas.

Un chico un poco más alto que el con la cabeza rapada y piel muy morena lo mira. Mejor dicho le estudia. Lleva en lo rapado tatuajes de serpientes.

Connor nota que alguien tira de el hacia un callejón. Cuando se da la vuelta se encuentra con unos ojos castaños. Es una chica.

-¿Qué se te ha perdido aquí? ¿Estás loco?- le regaña.

-Iba andando y acabé aquí.

La chica sonríe.

-Soy Fire y te acabo de salvar de una paliza importante.

La chica se sube en el muro. Es esbelta y ágil, no tiene pinta de ser mala. Tiene el pelo color bronce recogido en una coleta de caballo.

-No te quedes ahí y sígueme. Te voy a sacar de este barrio de mala muerte.

Connor usa de apoyo unos cubos de basura y se sube en el muro. Fire baja con una agilidad sorprendente. Connor al bajar se resbala y cae de boca. Se hace un corte en el puente de la nariz con un cristal del suelo. Fire se tapa la boca con las manos para no soltar una carcajada. Le ayuda a levantarse.

-Ya hemos salido, pero si te alejas mejor. Ah, te voy a acompañar. Eres capaz de meterte dentro otra vez. Además te he salvado me tienes que recompensar.

Connor sonríe.

Al rato se sientan en una heladería.

-¿Cómo te llamas?

-Connor.

-Ah, Connor Samuel John Ball, ya decía que me sonaba tu cara. Soy fan.

-¿Vives en ese barrio?

-Si, despidieron a mi padre y nos tuvimos que mudar a algo más barato.

-¿Te llamas Fire de verdad?

-No, me llamo Paula. Fire es mi apodo.

-¿Cómo surgió?

-Porque escribía Fire en todas partes y quería que me llamasen así. Ahora todos me llaman así. En el barrio preguntas por Paula y nadie sabe, preguntas por Fire y todos saben.

-Así que eres conocida...

-Ajá. Pongo un poco de orden en esa manada de chonis. -saca músculo.

-Wow!

La chica sonríe.

-Hago Kick Boxing. -dice lamiendo la bola de su cucurucho. Es de Kinder.- También pongo orden entre los canis, pero no mucho. La última vez que pegué a uno casi me quema la casa. Le herí en el orgullo. Ya ves, una lástima. -dice sonriendo.

Connor se fija en la cara de Fire. ¿Cuántos años tendrá? Su cara es aniñada, pero hay algo que le hace parecer mayor. Es bastante madura.

-¿Qué edad tienes?

-16.

-Anda. Como Pedro.

-¿Pedro?

-Es el primo de una amiga. ¿Vas a cumplir los 17?

-No.

-Entonces como Pedro.

Fire frunce el ceño. Saca su móvil. Un Samsung.

La chica le enseña una foto.

-¿Este Pedro?

Connor observa la foto. Abre los ojos como platos. Es él. Lleva un pendiente en la oreja. Un aro plateado. Tiene una cicatriz en la mejilla derecha. Abajo del ojo. Parece de un corte.

-Vive en el barrio con su padre. Le llaman Pedro. -sonríe.- No se junta con buenas compañías. Creo que tiene algo con las drogas.

-¿Su padre lo sabe?

-Supongo. Sino me equivoco cultivan los dos, o eso dicen.

-No jodas... Por eso se quiso quedar con su padre.

Fire aplaude con una sonrisa.

-Supongo que se lo dirás a su hermanito Mario o a su prima... ¿Beth? Y lo llevaréis a rehabilitación.

-Supones bien.

-Haríais bien en hacer eso. Cuando antes lo alejéis de todo eso mejor.

* * *

Tris está en el hospital. De visita. Annie ha mejorado, pero todavía no le dan el alta. Sigue siendo algo siniestra.

-Por muchas veces que vengas a verme no te voy a perdonar. En cuanto salga de este lugar lleno de locos me voy. -lo mira desafiante.

Tris la mira como diciendo "Estás un poco loca, este es tu sitio hasta que vuelvas a la normalidad"

-Piensas que estoy loca y lo que no te das cuenta es de que sólo me quiero morir porque mi vida no tiene sentido. Nunca lo tuvo. Gracias a ti encontré mi camino. Un dulce camino. ¿Sabes?

Tris se sienta a su lado. Los médicos le aconsejaron que no lo hiciera por lo inestable que está. Lo mismo se pone a pegarle que a llorar y empeorar.

Annie lo mira desafiante.

-Te quiero. Te amo. Si te puse los cuernos es porque contigo solo era sexo, con Andrea podía hablar de muchas cosas y divertirme sin sexo.

Aquellas palabras no sonaron con nada de suavidad ni tacto. Por primera vez Annie parece que vuelve a ser la misma, la misma que cuándo estaba triste/arrepentida por algo. Tris se fija que está llorando, pero está serena.

-Tienes razón. -dice. Le abraza. Es el primer contacto físico que Annie tiene desde que está ingresada.

-Mira Annie. Si te curas podemos arreglarlo. Pero tienes que curarte pronto y querer. No pienso esperar a una causa perdida. No pienso atarme a alguien que sólo quiere morirse.

Annie le besa intensamente.

-No quiero morirme. Ya he vuelto a encontrar algo por lo que vivir. -ya suena como la Annie de siempre.