Querido Niñero [Yaoi/Gay]

Capítulo 19: Padre

Narra Jhon.

Desperté sobre una alfombra roja, estaba muy suave. Me levanté y me di de cuenta qué estaba en mi casa alquilada.

-¡Todo fue un sueño!- salté de la emoción.

De repente mi pierna derecha me falla y caigo al suelo, me miré la pierna y vi qué tenía una gran herida. Pero ya estaba vendada.

¿¡Qué carajos!?

La puerta de la casa se abre y entra Austin con una bolsa con compras.

-¿Austin?- dije al verlo.

-Jhon...- dijo con la cabeza baja.

Austin me ayudó a sentarme en el sofá y luego el se sentó a mi lado.

-Jhon... Prométeme qué no te alteraras...- dijo Austin.

-¿Eh?, está bien- acepté.

-Tuviste un accidente automovilístico... qué causó esa herida en tu pierna derecha,  el auto de tú padre explotó... y causó su muerte.

¿Qué? , mi padre, murió...

-Lo siento, Jhon...

Austin soltó unas lágrimas y yo por lo contrario prometí no alterarme... pero eso no significa qué no me haya dolido.

-Necesito un rato a solas...- dije saliendo de la casa.

-Bueno...

Corrí al parque, me acosté en el césped y mire al cielo...

Mi padre siempre me había salvado de los abusos de mi madre, siempre que mi madre estaba apunto de hacerme algún daño grave, él aparecía... sin duda la mejor figura paterna...

Mis lagrimas se desbordaron de mis ojos, en mi cabeza solo pasaba la imagen de mi padre, intentaba evitarlo pero no podía.

 -Toma- Dijo una voz a mi lado.

-¿Eh?- Dije mientras volteaba a ver quien era.

Era Austin, estaba acostado al lado de mi y tenia su mano extendida con otro helado. 

-Tómalo- Dijo Austin.

-Gracias- Dije con voz solloza.

-Quiero que sepas que aunque tu padre se haya ido de este mundo, el esta en un lugar mejor, sin problemas ni preocupaciones. Y al igual tu estas en este mundo, y la vida sigue, tienes que ser fuerte que es lo que haría tu padre en una situación como esta. Ademas yo estaré contigo por el resto de tu vida.- Dijo Austin levantándose del césped.

Esas palabras eran las que necesitaba desde un primer momento...

Me levante igualmente del césped y me coloque al frente de Austin.

-Baja la cabeza- Dije

-¿Eh?- Se preguntó

Tome su cuello y jale del él para así poder que Austin bajara su cabeza. Lleve mis labios hasta los de él y nos dimos un largo beso que duro hasta la falta de oxigeno. Maldito oxigeno.

-Eres el mejor niñero que alguien podría tener- Dije mientras me separaba de sus labios

Rápidamente las mejillas de Austin se tornaron de color rosa, su mano agarro la mía y el con su voz dijo: 

-Volvamos a Casa, niño pervertido.