Conocí a Yun hace poco más de cinco años. Era un chico que llamaba la atención por sus buenas notas, lo amable que llegaba a ser con todo el mundo y sobretodo, lo atractivo que era. Lo llamábamos el príncipe, y era bastante popular entre las chicas; yo pertenecí a aquél grupillo de fangirls en mis primeros años de instituto. Después cambié y me olvidé de todos aquellos amoríos infantiles en seguida.
Aunque no hablé con él hasta llegar al cuarto curso, cuando coincidimos en la misma clase. Allí conocí también a muchas personas que marcaron mi vida para siempre, y que me arrepiento de haber conocido, sinceramente.
En seguida me volví a fijar en Yunhyeong, admiraba cada cosa que hacía, pero nunca me llegó a gustar como algo más que una amistad. Creo que fue un punto clave para que llegara a ser mi mejor amigo ese curso: No solo era divertido y me ayudaba con los estudios, sino que, podía confiar en él siempre que quisiera para contarle cualquier problema que tuviese. Era el prototipo de amigo ideal.
Pero nuestra amistad se destrozó (como todo), después de aquél incidente de hace años.
Me fijé en su uniforme, él también se había cambiado de escuela el mismo año que yo, pero no reconocía el uniforme o al menos, no me sonaba. Después, levanté a mirada poco a poco hacia él y vi cómo su mirada coincidía con la pantalla encendida de mi móvil, al ver la página que había abierta puso una especie de mueca antes de entregármelo finalmente.
Intenté esbozar una sonrisa, pero quedó en un intento forzado de ello. Él estaba en las mismas condiciones que yo.
—¿Cómo... cómo estás? —Pregunté, haciéndome a un lado para dejarle el asiento a mi lado libre, por si quería sentarse.
—Bien, todo ha ido a mejor los últimos años, ya sabes... —Contestó, sentándose a mi lado y dejando su mochila en el suelo, para poder sujetarse mejor—. Me cambié de instituto y ahora tengo a aquellos tontos de amigos.
Hizo un gesto con la cabeza que señalaba a un grupo de chicos de nuestra edad, que reían entre ellos al otro lado del bus. Aunque no podía verlos con claridad entre la gente que había de por medio, comenzaba a llenarse más y más de gente. ¡Qué agobio!
—¿Cómo te ha ido a ti? Estás... diferente.
Quizás se refería al peinado y al poco maquillaje que llevaba puesto, con tonos suaves y claros. Él vio mi cambio radical hace unos cuantos años, cuando, gracias a la influencia de Alessa en mi vida, comencé a transformarme en una segunda ella: Maquillaje oscuro y llamativo, tonos rojizos...
Me transformé prácticamente en una persona que no era yo con el único motivo de encajar, y con el paso del tiempo acabé olvidando mi propia esencia. Incluso ahora, no puedo encontrarme a mí misma. No sé quién soy.
—También me cambié de instituto y bueno, he hecho buenas amigas. Supongo que necesitábamos un cambio y alejarnos de todo. —Murmuré, mirándolo con una tenue sonrisa. No me había dado cuenta de cuánto lo había echado de menos hasta ahora, que había vuelto a verlo.
—Y tanto, solo sigo en contacto con Chanwoo... Podríamos quedar los tres algún día, seguro que tenemos muchas cosas que contarnos.
Escuché como sus amigos lo llamaban desde atrás para que fuera con ellos, pues ya habían llegado a su destino, el bus volvió a parar en seco indicando que habían llegado a una nueva parada.
—Bueno, pues aquí me bajo. —Me dedicó una sonrisa amable mientras se levantaba y cogía su mochila—. Creo que todavía tengo tu número guardado, te hablaré más tarde por kakao. Me alegro de haber vuelto a verte, Hana.
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Tormenta || iKON || Bobby
FanfictionJiwon se esforzaba una y otra vez por escapar de la rutina en la que había quedado atrapado. Hana intentaba encajar y resaltar en un mundo de sonrisas y amistades falsas. Ambos eran los más populares del instituto. Ella fue la única que pudo ver l...