Las luces de la ciudad nocturna de Seúl pasaban ante sus ojos a gran velocidad, le gustaba aquella sensación de lejanía que le transmitía. Como si todo aquello quedara lejos de ella, en un universo ajeno en el que no le gustaría vivir jamás. Un revoltijo de luciérnagas distantes y de colores varios, trazando líneas que rodeaban el vehículo que atravesaba la ancha carretera con un suspiro silencioso.
Por unos segundos no se sintió ella, le pareció estar viva: Una persona que contemplaba la vida desde unos metros más atrás y a cámara lenta. E incluso le pareció bonito.
Los altavoces del coche reproducían canciones que jamás había escuchado y sin embargo, no le importaría volver a escuchar una y otra vez. El rasgado de la guitarra, el ritmo suave, aquella voz melódica, le encantaba. Tenía la sensación de ser envuelta por ella, haciendo la función de un impermeable que le protegía de la lluvia. Y a pesar de no ser buena en inglés, podía comprender sin problemas bastantes frases sueltas, haciéndose una idea del tema principal de ésta.
A su lado, Junhoe se mantenía centrado en la carretera mientras conducía, sus manos varoniles se aferraban al volante y a pesar de querer aparentar estar relajado, si inspeccionabas la escena con más detalle se podían notar sus nervios a punto de estallar. A pesar de eso, la escena era agradable. Vestía un abrigo oscuro que no se había molestado en quitarse al subir, por él asomaba un Rolex plateado que aparentaba costar demasiado brillaba en la oscuridad del automóvil junto a su mirada.
El silencio los había dominado en todo el trayecto, pero no era incómodo para ninguno de los dos. Él se había prestado a llevarla a casa, ella había accedido. Pero no solían hablar mucho, por lo tanto no tenían tema alguno de conversación. Junhoe buscaba desesperadamente algo de lo que hablar, y lo único que se le venía a la mente era preguntarle por la escena que acababan de vivir con Alessa. Mala idea, pensaba.
Mientras tanto, Hana no podía evitar desviar la mirada una y otra vez hasta el perfil atractivo del chico. Analizaba la curva de su frente, su nariz, sus labios, todo lo que podía distinguir entre la oscuridad de la noche y las luces tenues de la calle, que marcaba más sus facciones. Se preguntaba una y otra vez por qué la estaría ayudando, incluso había cancelado sus planes para llevarla a casa.
Una nueva canción comenzó a sonar, y Hana se dejó llevar por ella.
You ask me what I'm thinking about,
I tell you that I'm thinking about,
Whatever you're thinking about.
Salieron del centro de la ciudad para adentrarse en una autovía, la misma que recorría cada día para llegar a su casa, no estaba a las afueras, pero aquél era un atajo que le quitaría unos cuantos minutos más de viaje. El chico aceleró y sucumbieron totalmente en la oscuridad de la noche, alejados de la ciudad.
June comenzó a dar pequeños golpes con sus índices en el plástico del volante, siguiendo el ritmo instrumental de aquella canción. Dirigió la mirada al reproductor en un intento de descubrir de qué canción se trataba: Daddy Issues, era su título.
Tell me something that I'll forget,
And you might have to tell me again,
It's crazy what you do for a friend.
Nunca habría imaginado que Junhoe tendría un coche así, no entendía de esas cosas pero era bonito y elegante, de un color negro brillante y parecía congeniar a la perfección con él. De repente, comenzó a cantar, y su voz ronca y atractiva la congeló por completo. Se había quedado totalmente boquiabierta, así que miró de nuevo por la ventanilla para evitar así que viera su expresión si en algún momento ladeaba la cara. Era increíble, preciosa, y no lo había esperado en ningún momento. Pero se mantuvo en silencio para disfrutar de aquella voz que cada vez más, la tenía enganchada.
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Tormenta || iKON || Bobby
Fiksi PenggemarJiwon se esforzaba una y otra vez por escapar de la rutina en la que había quedado atrapado. Hana intentaba encajar y resaltar en un mundo de sonrisas y amistades falsas. Ambos eran los más populares del instituto. Ella fue la única que pudo ver l...