No Me Dejes. ||Fanfic-Justin Bieber||

Capitulo Veintitres.- No te dejare

Point Of View. Justin

Estar con ella era uno de las cosas que se estaban volviendo adictivas para mí.
No podía estar un solo día sin pensar en que su sonrisa es linda, jodidamente linda.
Que su risa es como una nota de música y es que joder, me gusta, me gusta mucho.

Escuché que tocaban la puerta de mi habitación pero no conteste nada.

A la mierda todo, solo quiero pensar en Zoe.

VASTA JUSTIN NO CAIGAS TÍO.

—Justin bro, tenemos que ir a entregar la mercancía del jefe.—escuche la voz de Ryan.

Suspiré, estaba cansado, lo menos que quería era trabajar

—Dale, ahora mismo voy.

Me pare de mi cama con flojera y tome mi chaqueta de la mesa de alado.

Salí de mi recámara y me encaminé directo a la sala de mi casa.

Ryan pasó aquí la noche, algo comentó de que no quería llegar a su apartamento con Karen, que era su novia o esposa, yo que sé.

Llegue a la sala y estaba ahí esperándome.

¿Qué hora era?

—¿Que hora es?—pregunte

—Nueve con veinte.—Obtuve respuesta de Ryan.

Salimos de mi apartamento para encaminarnos al estacionamiento, tome las primeras llaves que vi y desactive la alarma, mirando que era de un Lamborghini color gris.

Tenía 7 coches y una moto...

Y trabajo me permitía tener mis lujos.

Subí al piloto y Ryan al copiloto.
Le pedí la dirección a Ryan y me puse en marcha a ese tal lugar.

Llegando, mire que se trataba del famoso bar Frecks Burg un nombre raro, al igual que el dueño.

Entre y busque con la mirada al que le entregaríamos la mercancía.

Sentado al rededor de cinco chicas.
Él sabía disfrutar, me acerqué a él y rápido se puso de pie.

—Bieber—Extendió su mano

—Ey, traigo la mercancía, ya sabes, el sesenta es de nosotros y el cuarenta para ti—Dije mientras estrechaba su mano.

Lo mire fijamente a los ojos, lo que hizo que inmediatamente agachara la mirada.

—Claro que si, para el jueves aviso si termine.

Terminando el grado salí del bar, me gustaba lo que hacía, fácil y sencillo, rara vez me ensuciaba las manos, y si lo hacía era por qué quería.

Vender, entregar y recoger mercancía era lo que yo hacía.

Traficar para ser exactos.

Aquel buen hombre que me recogió de la calle la primera vez que me salí, me metió en esto, no es que le esté muy agradecido, pero en cierta forma le debo la vida.

Jamás supe de mi padre de nuevo y espero no volverlo a hacer, que ahora estaría dispuesto a todo con tal de cobrar venganza.