No Me Dejes. ||Fanfic-Justin Bieber||

Capitulo Doce.- Perdida.

Me encontraba en mi casa, decidí faltar hoy al instituto, hoy es uno de esos días que, todo te da para abajo, y no tienes ganas de hacer nada.

Anoche cuando se fue Justin volví a soñar con ella. La extraño.

Todo de ella, me hace mucha falta, no recuerdo su rostro ni tampoco su voz, ella se fue cuando yo tenía  pocos años. Aveces de dan ganas me buscarla, de ir a todas partes preguntando por ella, pero luego se me viene a la cabeza que si se alejó de mi fue por que no me quería más en su vida, pero no logro comprender lo.

Mis lagrimas cayeron por mis mejillas, odiaba llorar por una persona que no me quiso en su vida. Pero no soy tan fuerte para aguantarme todo el dolor que siento. 

Me seque las lagrimas y me pare de mi cama, mire el despertador, marcaba  las ocho con cuarenta minutos, bufe, se supone que hoy me levantaría tarde, pero no eh podido dormir mucho tiempo por los sueños de mama.

Baje a la conocía y revise todo para ver que podría comer, hasta que decidí que sería cereal. Me serví un poco en mi plato y empezar a comer.

Terminando decidí que no me vendría mal el salir a correr solo un poco, subí a mi habitación y busque la ropa que me pondría.

Encontré un pans aéreo y un suéter casual.

Me cambie y me lave la boca.

Terminando de hacer todo lo necesario salí de mi casa. Que irónico, según yo falte para estar de floja en mi cuarto, pero ahora iré a correr. ¿Quien me entiende?

Saque mi celular y mis audífonos y me los coloque y en reproducción estaba un Youtuber que es cantante, no se de donde lo saque pero me gusta.

Empece a caminar luego a trotar y al final a correr. Estuve corriendo como por una hora hasta que me canse, mire a mi alrededor, esta zona no la conocía. ¿Que estaba haciendo aquí? Papa me tiene severamente prohibido el venir por aquí. Dice que es peligroso. Seguí caminando cuando me di cuanta  que ni siquiera se para donde ir. Mierda

estoy perdida. 

¿Que voy a hacer?

¡Llamare a Jade!

Saque mi celular y le puse pausa al reproductor.

Marque su numero y no contestaba, repetí la acción cinco veces y no contesto.

Carajo, la matare por no contestarme.

Me senté en una banca que estaba cerca se mi y me apoye en mis rodillas.

Me quede pensando en que haría, no se porque vine para acá, pero ni siquiera me di cuenta.

Sentí una mano en mi hombro y brinque del susto.

Cerré los ojos y hable.

—Por favor no me haga nada, no me viole, yo solo estoy perdida y no se que hago aquí. Por favor, se lo ruego señor.

Cuando termine de hablar solo escuche una risa. ¿Que mierda le da risa?

Esperen.

Yo conozco esa risa.

Habría mucho mis ojos y salte para abrazarlo.

—Dios, gracias, gracias.

—¿Que haces aquí pequeña?—Pregunto.