No Me Dejes. ||Fanfic-Justin Bieber||

Capitulo Treinta y uno.-Todo termino.

Point Of View. Justin

—¿Volverás?—Preguntó.

—Volveré, y jamás me volveré a ir de tu lado. Lo prometo.—Digo seguro.—Pero primero, tenemos que hablar.

Me vale una hectárea de mierda su padre no me quiere cercas de ella, y soy lo suficientemente egoísta para no querer alejarme de ella, cuando se que ella querrá hacerlo en cuanto sepa la verdad.

—Hablaremos todo lo que quieras, solo, por favor vuelve.—Susurra.

Cuelgo y pasó una mano por mi cabeza, no quiero que piense que me alejo de ella por gusto. Mierda, es lo que menos querría en este momento.

Esa niña es lo mejor que me pudo pasar, joder como pude siquiera, pasar este tiempo sin ella.

Mi cabeza estaba echa un lío, no sabía que pasaría, o más bien si sabia, pero no quería que pasara.

Sabía que Zoe me mandaría a la grandísima mierda, y que no querrá volver a verme, sabía que me odiaría, que me desearía lo peor del mundo y que incluso querrá que me muera.

Pero el destino lo quiso así, y claro, también mi padre.

Me encontraba manejando mi coche camino a la casa de Zoe, tenía que arreglar esto de una vez por todas, no podría pasar todo el tiempo maldiciéndome por no haber mínimo intentado estar con ella.

Llego a su casa, bajo de mi coche y me aproximo hasta su puerta para tocar el timbre, aún sabiendo que su padre puede ser el que abra la maldita puerta y de una patada en el culo me mande a la mierda.

Rezando a lo que sea que esté haya arriba, ruego para que todo salga bien.

La puerta se entre abre y puedo ver a Zoe.

¡GRACIAS!

Ella sale corriendo y se avienta a mis brazos, la recibo con mucho gusto, nada me da más placer que tenerla cerca de mi. Pero si estás fueran otras circunstancias, no la separaría de mi, como ahora.

La separe y su ceño se frunció.

—¿Recuerdas que te dije que tenemos que hablar?—Hice una mueca, y ella asintió.—Bueno, ese momento es ahora.

—¿No puede ser más tarde? Ahora solo quiero besarte.—Bufo.—Antes de que despierte mi padre.

Negué con la cabeza. Es ahora o nunca.

—Después de lo que diga dudo que quieras hacer eso.—Susurre para mí.

—¿Eh?

Negué con la cabeza de nuevo.

—Nada.—Tome su mano.—Vamos ah hablar.

Su patio no era muy grande, pero no quería llevarla a otra parte, en caso de que quiera irse, no irá a otra parte más que a su casa.

Fuimos a la banca que estaba ahí.
Nos sentamos.

Llego la hora.

—¿Y bien?—Hablo.

—No sé por donde empezar.—Hable.—Hay una razón por la que tu padre no quiere que vuelvas a verme.—Susurre.