No Me Dejes. ||Fanfic-Justin Bieber||

Capitulo Cuatro.- Carro nuevo.

Por fin logre articular palabras coherentes con el chico apuesto.
Y entendió que efectivamente quería un carro, uno lindo.

Nos enseño una gran variedad de carros, un MW, Ferrari, convertibles, de todo y sinceramente yo no entendía ni una cosa de lo que el me explicaba acerca de los carros. Me decía sus velocidades y los cambios que tienen.

En ocasiones se reía de mi cara de confusión, tiene suerte de tener una cara bonita y una hermosa sonrisa.

Final mente escogí un Audi negro. Parecía un carro de un chico malo. Reí por mi pensamiento.

Jade quedo conforme con el carro también, ya que según ella, mínimo tiene que estar jodidamente hermoso el carro en el que la voy a recoger.

Pague con la tarjeta que mi padre me dio y me dieron las llaves de mi nuevo Audi negro. Ahora mismo agradezco las clases de manejo que una vez papa me dio. Y eso hizo que pudiera pasar mi examen de conducir.

Salimos de la agencia de carros y fui a dejar a Jade a su casa.

En el camino Jade prendió el radio y se puso a cantar. No paraba de reírme de sus movimientos, después de un rato no pude resistir y empece a cantar con ella.

Cuando llegamos a su casa, bajo del coche y antes de cerrar la puerta dijo

—Bueno nena. Fue un placer acompañarte a comprar este lindo carro. Te miro mañana para tu primer día de clases. Verás como hombres buenos.—Me guiño el ojo—Pasa temprano por mi ¿vale? Adiós.

—Vale Jade, te veo mañana—Dije sonriéndole.

Cerro la puerta y se metió a su casa. Bien ahora iría a mi casa.

Llegue muy rápido ya que esta súper cerca su casa de la mía.

Aparque el coche y entre a mi casa. Puedo suponer que papa no esta aquí, el siempre esta trabajando en su empresa. Aveces pienso que le importa mas su jodida empresa que yo.

En fin. Mañana entraba a la escuela y tenía los nervios de punta. Jamás me había gustado ser el centro de atención y cuando entras a la escuela literal mente lo eres. Se te quedan viendo como si fueras un objeto raro o algo te otro mundo que jamás en su jodida existencia habían visto.
Pasaba por esto cada tiempo, y aún así no logro acostumbrarme, creo que es algo al lo que nadie se acostumbraría.

Pase a la cocina para hacer algo de comer, abrí el refrigerador y busque que podía comer. Huevos, tocino, salchichas, zanahorias  y unas mas de variedades de comida y lo único que me convenció hacerme fue sándwiches.

Saque todo lo necesario para prepararlos.

Termine de comerme dos deliciosos sándwiches, yo como como cerda y no puedo creer que con solo dos me llene, Dios que me esta pasando.

Fui a mi recamara y me puse a limpiarla estaba echo un manojo de porquerías.
Un zapato abajo de la cama, otro arriba del mueble, camisas por todas partes y prendas íntimas, son las únicas que están guardadas en su cajón, puede que sea una desordenada pero eso no quiere decir que tenga que tener mis calzones por todas partes.

Me acosté en mi cama después de terminar de limpiar mi recamara. Estaba cansada cerré los ojos un momento para relajarme.

**

Me levante asustada, ni siquiera me había  dado cuenta que me había quedado dormida, mire el reloj y eran las diez treinta de la noche.
Me pare y me cambie la ropa por la pijama. Me metí al baño y me lave los dientes. Aún tenía sueño y agradecía eso, quería volver a dormir. Me fui otra vez a la cama y caí rendía.

*

—¡Mamá!—Solloce en mi cama con la cara cubierta de lagrimas.
—¿Por qué me abandonaste? ¿Que no me amabas como tu lo decías?—Seguí llorando.—Por favor vuelve. La vida sin ti no me gusta mucho que digamos—Hice pucheros.

Mama, ¿donde estas? Te extraño mucho.

No dejaba de pensar en mama, por que se fue sin despedirse.
Ella decía que me amaba. Mucho mucho.

Me decía que era una hija excelente y que estaba orgullosa de mi.
Decía que era una niña inteligente.

¿Acaso se arrepentía de todo lo que me dijo alguna vez? ¿Entonces jamás le importe de verdad? Pero si yo la amo. ¿Ella no me amaba de verdad?
Ella decía que algún día iríamos de compras las dos juntas, sin papa y sin nadie. Solas las dos.

Creo que jamás me amo.

Y llore, llore como jamás había llorado en mi pequeña vida. ¿Ahora quien me hará dos colitas? Por que según mama a papa le salían espantosas, horribles.
¿Ahora quien iría a mi escuela por mi?
Seguí llorando.

—¡Mama regresa! te quiero devuelta a mi lado, no me dejes.—Susurre.

*

Me desperté agitada. Mire por la ventana y ya estaba amanecido.
¿Se me habrá echo tarde? Abrí la boca en una perfecta "O" y me metí a la ducha mas rápido de lo normal.

Me enjabone y enjuague lo mas posible rápido que pude.
Seque mi cuerpo y salí del baño para cambiarme.

Tome un mezclilla azul y una camisa blanca, agarre mis Vans negros y salí a casa de Jade.