Caputilo Treinta y cinco. Final.- Todos juntos.

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—¿Papa?—Grite entrando a mi casa.—¿PAPA?—Grite una vez más

No escuche a nadie y por un momento me asuste. La única imagen que se me venía a la cabeza era mi padre muerto. Y no estaba lista para eso.

Corrí arriba y entre a la habitación de mi padre y él estaba acostado, entero dormido, y vivo.

El alivio inundó mi cuerpo. Entonces la razón cayó en mi, era tan estupido perder el tiempo odiando y alejando a la gente. Nadie vive por siempre muerda. Y aquí estaba yo, alejando a la única persona que daría su vida por mi, alejando al hombre que toda mi vida trabajo para darme todo.

Lo mire, y no lo pensé dos veces, lo abrace, y le di mucho besos en sus mejillas.

Y lo volví ha abrazar, joder lo extrañaba tanto.

—¿Qué?—Mi papa se levanto riendo.—¿Ah que se debe este placer?

Negué con la cabeza y como rutina era las lágrimas salieron de mis ojos.

Pero esta vez lloro por qué fui una idiota, siempre lo he sido con el.

—Perdóname, jamás debí alejarte. Te amo papá.—Llore.

Y el solo me abrazo. Sus abrazos protectores, esos abrazos que me reconfortan tan bien, esos que me dicen que no importa que no esté mi madre, él me los dará por ella.

Siempre estuve recalcando el echo de que no la tenía conmigo, y gracias a eso jamás aproveche a mi padre, siempre lo hice a un lado, y jamás le di el crédito que necesitaba ¿qué clase de hija soy?

—No llores amor, me rompes el corazón.—Susurro.

—Estoy completamente agradecida contigo papa, me has dado todo lo que necesito en esta vida, jamás me puse en tu lugar de saber cómo te sentías por lo que pasó con mi madre, y fui tan egoísta que solo pensé en mi. Te amo, te amo tanto, eres lo mejor que tengo, y te debo todo.—Llore.

—Tranquila mi vida, los dos cometimos errores, y yo estoy plenamente arrepentido. Pero aún tenemos mucho tiempo para poder reparar todo esto ¿no es así?—Sonrío

Asentí mientras me lanzaba a sus brazos otra vez.

Lo recupere, por fin lo hice.
Y entendí que el vacío enorme en mi pecho, era debido a esto, necesitaba a mi padre, necesitaba que él estuviera conmigo así, escuchándome, dándome tiempo y lugar. Necesitaba su amor para estar bien.

~*~

Corrí a sus brazos tan rápido como pude, Dios, lo tenía aquí, de pie conmigo.

Lo abrace tan fuerte que me cargo e inclusive me dio vueltas en el aire.

Estar reuniendo a otras las personas que quiero y estar bien con ellas era mi objetivo esta vez.

No quiero perder ni un solo segundo con ellos y quiero aprovechar al máximo todo, quiere reír, llorar, e incluso enojarme con ellos siempre, quiero estar aquí para ellos y que ellos estén para mí.

Quiero disfrutar tantos momentos con ellos y pasarla bien.

Quiero que salgamos y hagamos carne asada, y eso es exactamente lo que éramos haciendo, el patio trasero fue molestado por nosotros y nuestra mini parrillada.

Mi padre se encontraba en la parrilla calentando carne y bebiendo una cerveza.

Justin estaba platicando con el, por fin arreglaron sus problemas, aunque fue un poco incómodo al inicio.

*FlashBack*

—Papa, escucha, vamos ha hacer una carne asada, invitare a Justin y a unos cuantos amigos más. Por favor te lo pido, arreglen todo. El ya está por lleg...—El timbre sonó.—Por favor papa.

Camine con cara asustada hasta la puerta y ahí estaba el, con una flor en su mano y un ramo en la otra.

—Hola.—Sonrío

Sonreí y me quite de la puerta dando señal a qué pasará.

Justin me paso la rosa y mi ceño se frunció, ¿para quién era el ramo?

Mi confusión no duró tanto hasta que vi a mi padre. No es cierto.

Las ganas de reírme fueron enormes.

Justin venía en son de paz y con todo su ego y sarcasmo listo. Ese es mi chico.

—Señor Campbell.—Lo saludo y estiro las rosas a su alcance.—Son para usted.

Entonces no aguante más y la risa salió de mi, como si de necesidad de tratara.

La cara de mi padre se puso tan roja que no sabía si era de enojo o de vergüenza, pero cuando vi sus labios curvarse hacia arriba sabía que la pena se apoderó de el.

Recibió las rosas como si fuera la mujer de la casa y sonrío enorme.

—Ay, ¿cómo sabías que eran mi favoritas?—Mi padre hizo voz de mujer

Entonces fue mi turno de ponerme roja ¿qué le pasaba? Pero entonces todos estallamos a carcajadas.

*Fin del Flashback*

Al final parecen ser los mejores amigos.

Mis dos chicas igual se encuentran con ellos, tenía tanto de que platicar con ellas.

Pero ciertamente luego se dará el momento.

Y Matthew se encontraba en mis brazos.

Me separe de el y le tome la cara.

—Jodido marica, jamás te vayas así de la nada y sin avisar.—Dije mientras hacía una mueca.

En su cara se formó una sonrisa.

—Creo que jamás quedó claro que las muecas no eran lo tuyo ¿no?—Rio

Le pegue en el hombro.

—Ey Ey, voy llegando, no me maltrates tan pronto pequeña.—Sonrío

Reí

—Te extrañe tanto Matt.—Lo abrace.

El asintió.

—Tengo algo que decirte Zoe.—Su cara cambio de repente.

—¿Qué pasa?—Pregunte.

—Soy parte de una mafia.—soltó.—Bueno, era, me salí. Por eso dure tanto sin estar aquí, tenía que terminar unos asuntos.

Lo mire. ¡Gracias! Creí que no me lo diría.

—Lo sabía, Justin me contó todo, y por ahí te nombro, pero estamos bien. Me alegra que me lo digas.—Sonreí.

Me abrazo una vez más y caminamos adentro.

Entramos y todos nos vieron.

Entonces camine hacia la grabadora y encendí la música.

—QUE EMPIECE LA FIESTA.—Grite mientras me ponía a bailar.

Corrí a la puerta y tome una de las pistolas de agua que compre con mis chicas y les dispare a todos.

Y así es como inició una guerra de agua y carne asada.

Todos juntos.

No Me Dejes. ||Fanfic-Justin Bieber|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora