No Me Dejes. ||Fanfic-Justin Bieber||

Capitulo Treinta y cuatro.- Justin Bieber.

Point Of View. Zoe

Los días pasaron y no volví a recibir otro mensaje de Rachel, jamás le conteste el último y esperaba no volver a saber de ella, las llamas de Justin se detuvieron cuando se dio cuenta de que no contestaría y hasta la fecha el único que no se ha rendido es mi padre.

Sus intentos por querer reparar esta familia de dos son fallidos, pero sus ganas nunca desaparecen, creo que incluso eso me parece reconfortante, saber que si le importo.

He tratado de perdónalo, de ver que al final de cuentas el que me madre no volviera no fue su culpa, pero no puedo, la idea de que la apostó jamás sale de mi cabeza.

Miro la cafetería en la que me encontraba, estaba lleno, a muy duras penas encontré una mesa vacía.

Miro todos los rostros, buscando a la persona que estoy esperando, pero no se hace presente, miro la hora una vez más.

Llevo una hora esperando, ¿Dónde se ha mentido?

Mi celular vibro y lo saque enseguida para contestar.

—Dios santo, pequeña, lo siento ocurrió un incidente, no puedo ir de verdad lo siento.—Escuche su voz por el teléfono.

Rodé mis ojos.

—Esta bien Matt, nos podemos ver después.

—No, no no. Perdón, sé que estos días han sido muy duros para ti, y yo no eh estado ahí, lo siento tanto pequeña.—Susurro

Mis ojos se cristalizaron, lo extrañaba.

—No te preocupes, ve y haz tus cosas, quizás si te desocupas en la noche estaré en mi casa.—Colgué la llamada y me pare de la mesa.

Salí de la cafetería y camine cabizbaja ciertamente quería ver a Matt, mis ganas de verlo eran enormes, era el único que podía hacerme olvidar todo con sus palabras.

Mi celular volvió a sonar y deteste tener un celular en este momento. Lo saque un una vez más de mi bolsillo y el número era desconocido, entonces dude en contestar con miedo a que fuera Rachel.

Pero conteste.

—¿Bueno?—Hable confundida.

—Yo siempre cariño, pero este no es el momento para hablar de eso. ¿Eres Zoe?—Pregunto una voz de un chico.

La risa salió de mi boca.

—Que modesto, y si, soy yo ¿por qué?—Pregunte esta vez yo.

—Resulta que eres mi única esperanza ahora mismo.

Mi confusión se hizo presente.

—Para empezar ¿me vas a decir quién eres?

Rio. Pero su risa era más preocupada y desesperada que con gracia.

—Soy un amigo de Justin, ¿lo recuerdas?—Pregunto y sentí como un balde de agua helada caía sobre mi.

—Si, lo recuerdo, es mi ex novio.—Dije.

—Oh, sí cariño, eso lo sé, me ha quedado bastante claro con los jodidos gritos del canijo aquel.—Dijo agotado.

Entonces una vez más, no entendí.