No Me Dejes. ||Fanfic-Justin Bieber||

Capitulo Dos.- Sueños reveladores.

Llego a mi casa y tengo los nervios de punta. Solo ruego al cielo por que papá este dormido en su recamara.

Agarro la manecilla de la puerta y la giro lentamente con la intención de no hacer ningún ruido.

Antes de entrar me saco los tacones y me los llevo a la mano para no provocar ningún tipo de sonido.

Joder, ahora mismo siento que soy una súper espía y estoy en una súper misión donde el oponente no me tiene que ver, ya que si me ve me mata.
Y aquí el caso es que si mi papá me mira, me castigara por un año entero.

Entro por fin a mi casa y camino de puntitas. Dios por favor que no esté despierto.

Cuando ya recorrí todo el tramo y subí las escaleras para llegar a mi cuarto pensé que estaba salvada pero adivinen quién carajos tiene una jodida mala suerte... ¡Exacto! Yo

—¿De donde vienes?—Dijo mi padre saliendo de su recamara.

—De...de casa de jade.—Tartamudee.

Carajo el sabe que tartamudeo cuando estoy nerviosa.

—Zoe ¿Por que me haces esto? Mañana tengo que trabajar en la empresa. Debería de estar dormido ya. Pero no lo hago por que la señorita decidió ir a una maldita fiesta sin permiso.—Fue aumentando la voz asta terminar gritándome lo cual me asusto un poco.

—Papá, yo en verdad lo siento.—Agache la cabeza.—De verdad que no lo vuelvo a hacer. Pero entiende que ya no tengo cinco años. Quiero salir a divertirme.—Susurre la última oración.

—Aquí tienes todo para divertirte, tienes tele, teléfono, computadora, tienes TODO.—Grito enojado y se fue.

Que mierda. La puta tele es mas aburrida que mi abuela tejiendo.
El no entiende nada de esto. Necesito tener mas amigos, salir a los antros. Todo lo que una joven de mi edad hace.
Pero con las repentinas veces que nos mudamos, ni amigos me da tiempo de hacer. Hace un mes que nos mudamos aquí, debo admitir que Los Ángeles esta hermoso. Y ya conseguí una escuela. Pasado mañana entro, eso me tiene de nervios.

Bueno en fin. Papá debería de ser mas liberal, eso es lo que yo digo.
Suelto una risita por mis pensamientos y me meto a mi recamara.
La observo.

Vaya, parece de una niña de cinco años.

Definitivamente la renovare.
Pero por ahora solo quiero dormir y dormir hasta que mi cuerpo solo despierte.

Me acuesto en mi cama sin sacarme el vestido, me tapo con la cobija y caigo rendida en un profundo sueño.

*

—Mamá, mamá, ¿donde estas?—Grite desesperada con lagrimas en los ojos.

No la miraba por ninguna parte, se suponía que solo iríamos a comprar leche y desapareció.

—¡MAMÁ!—Volví a gritar.

Me quede parada por más de quince minutos en el mismo lugar llorando sin parar.

Por que me pasaba esto a mi.

Cansada de esperar y ver que mama no salía de ninguna parte, aun con lagrimas en los ojos, me propuse el caminar hacía casa.

¿Será que mama me abandono? ¿Acaso soy una mala hija? Pero si ni siquiera me eh portado mal. ¿O si? Recogí mis juguetes esta mañana como ella me lo pidió. Me cambie de ropa por una limpia y me peine. No creo que me aya portado mal.

Ella siempre me dice que si no le hago caso "el viejo del costal" me llevara con el, y no me dejara ver tele. Pero no hablo de abandonarme afuera del súper mercado.

Tal vez solo se olvido de que iba con ella, y se fue. ¡Si! Quizás eso paso.

Una sonrisa se dibujo en mi rostro. Menos mal que mama no me abandono de seguro ahora esta con papa en casa mirando tele con un chocolate caliente.

Seguí caminando la verdad es que una vez papa me llevo caminando hasta mi escuela y de venida para que me aprendiera el camino. Y lo logre después de quince idas y venidas. Y dijo que estaba orgulloso de mi por aprendérmelo.

Faltaban mas o menos unas dos cuadras para llegar ah mi casa. Solo quería ver a mama abrazarla y decirle que la perdono por olvidarme en el mercado.

Me puse a correr ya me había aburrido de caminar lento.

Cuando por fin llego a mi casa entro gritando.

—Mama, esta bien te perdono por olvidarme en el súper.—Grito feliz.

—¿Zoe? ¿Hija eres tu?—Escuche la voz de mi padre.

—Si papa. ¿Y mama? Puedes creer que me olvido en el súper, la busque por todas partes y no la encontré entonces supe que me olvido.—Solté una risita que deje inmediatamente cuando mire a papa con los ojos cristalizados.—¿que ocurre? ¿Por qué lloras papa?—Pregunte.

—Hija, se que tan solo tienes seis años, y que no comprenderás esto quizás. Pero tu madre ya nunca estará con nosotros.—Mis ojos se llenaron de lagrimas.

—¿Estás de broma?—Le pregunto.—Por que esto no es gracioso.—Vuelvo a decir.

—No es una broma querida.

"Y que no comprendas esto quizás" que caracoles. Tengo seis años no soy tonta. Claro que comprendo. Miro furiosa a papa y me meto a mi cuarto a llorar. Empiezo a patalear y gritar, ahora mismo tengo ganas de decir una palabrota. MIERDA, JODER, CARAJO. Grite. Yo la amaba mucho. Por que lo hizo.

Mama si me abandono.

*

Desperté muy agitada, mierda otra vez este sueño, me toco los ojos y están llorosos. Mama como te extraño. Quisiera que estuvieras aquí y saber la razón del por que me abandonaste.

Jamás me entere por que se fue, jamás se divorció de papa. Me la pasaba pensado todas las noches, en si yo había echo algo malo. Pero siempre salía que yo había echo caso en todo.
Sonrío. Ay mama.