Capitulo 8

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JAMES
Me desperte hace menos de tres horas y desde entonces no encuentro a Aria por ningun lado, gruño furioso, cuando una de las sirvientas me informa que nadie lo a visto.

-donde esta mi Esposo-pregunto con calma fingida.

-no lo sabemos señor, nadie lo a visto desde ayer-chilla un sirviente, yo aprieto los puños y golpeo la pared de marmol blanco a mi derecha dejando un gran hueco en ella.

-quiero que lo busquen ahora mismo, o van a rodar cabezas, encuentrenlo-grito y todos desaparecen, trago saliva.

<<no pense que escaparia tan pronto>>susurra pensativo Seret en mi cabeza.

-ni yo-bufo, y subo las escaleras hacia mi cuarto, estoy por doblar la esquina del pasillo que da a mi habitacion cuando lo escucho, es apenas un gemido audible, agudizo mis sentidos y ahi esta, un llanto muy debil, trago saliva y comienzo a caminar hacia donde proviene el sonido, siento mi corazon acelerarse con cada paso que doy hasta que me detengo justo frente a la puerta del cuarto donde antes mantenia a Aria, el unico lugar en el que no lo busque.

-Aria?-pregunto con la voz temblorosa, el llanto se detiene, dejando un incomodo silencio.

-James-responde despues de unos segundos eternos, giro la perilla y abro la puerta, ahi esta el, cubriendo su cuerpo con una sabana, mientras tiembla, esa imagen me causa un profundo dolor a la vez que me trae recuerdos...como pude ser tan inhumano con el, corro hasta quedar incado a su lado y lo abrazo, el me corresponde escondiendo su cabeza en mi pecho y comenzando a llorar ms fuerte.

-que ocurre pequeño?-pregunto sosteniendo su rostro en mis manos, sus ojitos llorosos me miran mientras hace un adorable puchero.

-yo soñe...habia un hombre...el me...el me hacia cosas...me decia cosas...-balbucea aferrandose a mi camisa blanca con fuerza, trago saliva.

-que clase de cosas?-pregunto nervioso.

-el me pegaba...me...el me violo-grita y yo lo abrazo, si supiera que yo soy el que hizo todos esas cosas, no estaria tam cerca de mi como ahora, lo miro con arrepentimiento, pues es lo que siento en este momento.

-ya mi angel, nadie te va a hacer daño-digo sentandolo en mis piernas.

-James...el sueño fue tan real....eso paso?-pregunta un poco mas calmado, suspiro, no puedo mentirle mas.

-eso paso..Aria-respondo.

-entonces, tu me salvaste?, en mi sueño alguien me sacaba de mi oscuridad, me sentia protegido, amado-dice sonriendome.

-si mi angel, ven, vamos a nuestro cuarto-digo cargandolo.

-si..sabes..por alguna razon, este lugar me tranquiliza-dice aferrandose con sus brazitos a mi cuello, aprieto la mandibula, este cuarto fue el refugio de Aria cuando estuvo aqui hace mucho, el unico lugar en el que tenia un momento de paz, salgo de la habitacion con el en brazos y cierro la puerta, camino lentamente a mi cuarto, disfrutando de la sensacion de tenerlo entre mis brazos, una de las sirvientas aparece justo cuando estoy por llegar a mi habitacion.

-Señor no lo hemos encontr...-se detiene al ver a mi angel acorrucado en mis brazos.

-ya lo encontre, avisa que detengan la busqueda y vuelvan a sus labores-ordeno, ella se va sin rechistar y yo entro en mi cuarto, voy hacia el baño y lo pongo sobre el lavabo para poder llenar la tina con agua caliente.

-¿que haces?-pregunta curioso siguiendo con la mirada todos mis movimientos.

-ven aqui, estas sucio tienes que bañarte-digo limpiando su mejilla que tiene una mancha negra de polvo, el infla sus mejillas y niega.

Dejame estar a tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora