Julieta Evans exitosa publicista de Seattle, está casada con Andy Merino, galante empresario y muy exitoso, su vida de noviazgo fue hermosa, pero cuando al fin se casan él comienza a comportarse de manera extraña, una manera violenta que asusta a Ju...
-No hables tonterías Grace, no puedo estar embarazada en solo unas horas.
-Aquí están amor, traje la pruebas... ¿Qué hace ella aquí?—dijo Andy entrando y preguntando por Grace, ellos se odian no pueden ni verse.
-¿Disculpa? Yo trabajo aquí Merino—dijo y Andy rodó los ojos.
-Basta maldita sea déjense de pelear y dame esas cosas—dije y tomé la tres pruebas, fui al baño.
5 minutos después.
-Amor ¿Ya está?—salí del baño en silencio—¿Y?Dime—no pronuncié palabra alguna—¿¡Y!?—gritó agitándome de los hombros.
-¡No Andy no estoy embarazada!—grité y él cayó al mueble sentado.
-¿Estás segura Julieta?—preguntó Grace yo solo miré Andy y volví la mirada a ella.
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-Las tres salieron negativas—dije, las tiré al piso y las aplasté.
-July yo...
-Vete Grace...—susurré.
-Julieta yo podría...—dijo extendiendo su brazo hacia mi.
-¡Grace vete!—grité, ella cerró los ojos de impotencia y salió.
-Mi amor lo lamento, lo vamos a volver a intentar te prometo que me voy a esforzar yo...—me interrumpió.
-Ya no lo vamos a intentar, ya no quiero intentar algo imposible.
-Andy no digas eso por favor no lo digas, mira mañana, te prometo que mañana lo volveremos a intentar, y si no lo volveremos a intentar hasta que podamos tenerlo—no me miraba, tomé su barbilla y le volteé el rostro—Mírame, mírame, bésame—le besaba el rostro con desesperación.
-Basta ya Julieta—dijo— Esta bien, pero no mañana, Esta noche lo volveremos a intentar, pero si no sale positiva, la porquería de prueba te juro que nunca más lo intentaremos.
-Esta bien, como quieras—dije e iba a salir de la habitación pero Andy me tomó del brazo.
-Te amo Julieta—sonreí, besé sus labios y me senté junto a él—Mira sé que me eh comportado como idiota, pero te amo.
-Yo también te amo, llévame a casa, no estoy muy bien—Salimos de la empresa tomados de la mano, todos nos miraban, mis secretarias miraban a Andy comiéndoselo con ella (con la mirada). Subimos al auto, Andy puso las llaves en el contacto y arrancó.
***
-Espérame aquí, traeré algo de la oficina y vengo, no me demoraré amor.
-Está bien Andy, pero no demores ¿si?—asintió, me dio un beso corto y salió del auto. Me quedé pensando en que la empresa de Andy tenía tantos empleados como yo porque nos va igual, son casos vanos—¡Maldición!—saqué la llave del contacto y salí lo más rápido que pude, cerré el carro, corrí hacia la entrada me metí al ascensor antes de que se cerrara.
