Una Historia Que Contar

Cap. 3 "Recolectando sueños"

Al fin había conseguido gran parte de lo que quería Mario. Como se relacionaba la chica con las demás personas de su edad, y al parecer no era muy bien, ya que no solamente una vez, si no muchas otras veces intentó quitarse la vida.
Y de sus padres, ni se diga. Ellos la odiaban, no les importaba en lo absoluto.
Y los catedráticos... ellos...sólo le pusieron atención cuándo se mató, ellos tampoco hicieron nada.
Saliendo de aquel lugar se fue a otro lado, en donde sus padres la habían internado un par de veces, el hospital mental "La fuente".
Ahí encontrará lo que le falta investigar con el doctor que atendía a Katie, Leonardo. Porque al parecer Leonardo fue la única persona que la escuchó y la pudo ayudar en sus problemas...
En el hospital:
Mario se fue a aquel sanatorio mental para poder hablar con la persona que se hizo a cargo de Katie legalmente...el doctor Leonardo.
Iba recordando lo que la chica había escrito en su cuaderno sobre aquel médico, que al final terminaron siendo mas que paciente-doctor.
En el diario decía lo siguiente:
Hoy cuando llegue con Leonardo me sorprendió muchísimo, ya que me dijo que después de la consulta me llevaría a un lugar que me iba a gustar.
Cuando salimos de su consultorio me llevo a un lago que jamas había visto, era realmente hermoso.
Nunca nadie antes había hecho algo así por mi.
Al momento de estar caminando me dijo algo que todavía lo tengo muy presente: "Katie, ¿te gustaría vivir con migo?"
Wow! ¡¿Como?! ¡¿Vivir con él en su casa?!
Le dije que si...
Mario: Y entonces doctor, usted sabe lo demás. ¿O estoy equivocado?
Leonardo: Si usted esta en lo correcto, yo se la otra parte esencial que le falta a usted, pero hay un problema.
Mario: ¿Es confidencial?
Leonardo: Lamentablemente si, mi trabajo no me permite divulgar dichas cosas que el paciente me confió, como su psicológico.
Mario: Lo entiendo doctor.
Leonardo: Pero, le puedo ser de ayuda, no como usted espera.
Pero una persona que Katie conoció le puede ayudar si esa persona quiere. Yo no me voy a meter.
Mario: ¿Es su madre de usted?
Leonardo: Si, de hecho ella sabe algunas cosas, pero se que no se las va a decir. Y por eso le voy a dar la otra parte de una hoja del diario que tiene usted.
Mario: ¿A caso usted en las terapias le dijo que hiciera un diario?
Leonardo: Si, pero ella me había comentado de que ya tenía su diario. Yo tengo una copia de dicho documento.
Obviamente Mario ya tenía en su poder los escritos originales, sólo quería confirmar sus hipótesis.