Cinco años atrás.
—¿Amor, te gusta? —preguntò Margareth con una hermosa y plácida sonrisa en su rostro mientras se balanceaba sobre si misma provocando que el vaporoso vestido de marca color rosa se moviera junto con ella. Ella en verdad esperaba la aprobación de su novio en esa situación.
Su novio, Chad, volteò su cabeza hacia la chica se se paraba frente a él cual maniquí en escaparate modelando su vestido para el baile de graduación, El despreocupado coquetaba con una rubia vendedora en la tienda.
—¡Oh Dios mìo! —escupiò asqueado dándole una mirada de pies a cabeza al vestido de su novia—. ¡Es demasiado rosa, pareces una vaca!
Margareth se sintió realmente mal, ella comenzó a alizar la tela de su vestido con vergüenza y bajando la cabeza.—Yo, no lo entiendo —hablò apenada—... La semana pasada dijiste que te encantaba.
—No era ese vestido, Margareth.— espetò su novio con nerviosismo, no quería que ella descubriera que la prueba del vestido de la semana pasada no le había puesto atención por coquetear con la chica recepcionista.
—Claro que era éste.— dijo Maggie. Chad tratò de no lucir nervioso e intentò poner a prueba su ingenio cuando se dijo que podìa inventar una excusa en tiepo fugaz.
—Bueno, cariño...—empezò el chico con voz empalagosa, mientra se dirigía con ella hacia la tarima del probador—. Debes entender que has bajado de peso ésta semana el vestido luce completamente diferente en ti ahora.
Se acercó a ella y tomándola de los brazos le dio un suave y tronado beso en el entrecejo —: No hay necesidad de que te maquilles ese día. Eres hermosa, Margareth.
Chad esperaba que las palabras de él funcionaran, tenia que mantenerr su juegito con ella hasta el día del baile y asì cobrársela a sus amigos por haber cumplido el reto de haber robado la virginidad de una chica.
—Bueno.— concluye ella sonriendo con inseguridad haciendo de su boca una línea recta.
***
El día del baile había llegado y las curvas de la chica Tornakovitch lucían en el vaporoso y pulcro vestido color rosa que ella y su novio habían escogido. Estaban nominados para reyes del baile pero ¡Por Dios! Ella salia con Chad Millar, tenia prácticamente asegurada la corona. Apostaba su corazón a que si.
—Hey, Margareth—escuchò que la llamaban desde no muy lejos, volteò su rostro y vio a la capitana de porristas, Amber—. Espero que no pienses que Chad y tu se iran al motel ésta noche, porque èl irà conmigo.
—Mas zorra no te pudiste mostrar— contestò Maggie, entrando por las puertas del gimnasio de su escuela y encontrando cerca de la fuente de sodas a Chad. Lucía genial, traje con el saco desabrochado, corbata floja, fajado. Maggie no pedía mas.
Todas las miradas se posaron en ella cuando entrò y es que el vestido la hacìa ver realmente hermosa. Chad la mirò y por un segundo se lamentò de lo que iba a hacerle, y aparte era demasiado pronto como para echarse para atrás. Ella era muy dulce, inocente y fácil de manipular. Ya había pasado dos fases de tres de su plan, la primera enamorarla, la segunda quitarle su virginidad y la tercera (y no cumplida) destrozarle el corazón.
Ella era el típico caso de chicas hermosas con baja autoestima y necesitadas de amor. Ella era también la víctima de estúpidas bromas y juegos de estúpidos chicos de preparatoria, la víctima de una apuesta.
Pero ésta apuesta no acababa en un feliz final.
—Hola amor.— saluda Chad dándole una libidinosa mirada a Maggie.
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Mi Chica Rompe-Corazones
Teen FictionSEGUNDA PARTE DE MI CHICA DE INTER-CAMBIO _______ Harvy tiene el corazón roto. Maggie también. Harvy es obstinado. Maggie es terca. Él no sabe ni que hacer con un lápiz en la mano. Maggie es una artista de alma. Han pasado años desde que Harvy le...