Capítulo 2

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Cuando Clark era pequeño, su historia favorita era del día en que sus padres lo habían encontrado.

"Sucedió el 29 de febrero, el día más extraordinario para alguien como tú" -le decía su madre llenándole de besos la cara

"Habíamos estado resignados a que no tendríamos hijos" - solía decir su padre

Martha y Jonathan Kent, eran Betas de nivel medio, los Betas solían tener problemas para reproducirse, sus cuerpos no estaban tan preparados como el de los Omega para parir, y al ser un par de granjeros en la pequeña población de Smallville, sus posibilidades de pagar un tratamiento de fertilidad eran muy limitadas.

"Llegaste del cielo como un ángel" -seguía su madre con una sonrisa radiante

Ambos habían tomado la carretera muy tarde por la noche, en medio de la nada, lo que ellos creyeron como un meteorito cayó del cielo estrellándose contra los campos de cultivo.

Fue la curiosidad lo que los impulso a ir al lugar del siniestro, para encontrar la respuesta a sus plegarias, un bebé, un hermoso niño recién nacido en una nave espacial cubierto en una manta roja, lo tomaron con ellos, ocultaron la evidencia y fingieron un embarazo, nueve meses después Clark Joseph Kent, era su hijo ante la ley.

"Tenías problemas para respirar cuando llegaste, tu madre y yo no podíamos dormir de la preocupación, temíamos que murieras, pero no podíamos llevarte ante ningún doctor sin levantar sospechas"

Incluso en aquel entonces, llegaron a pensar que el aire de la Tierra le hacía daño, pero conforme el tiempo pasaba, Clark se iba fortaleciendo, creciendo como cualquier niño sano y feliz.

"Fue tan peculiar verte adquirir tus poderes, por lo general los padres presumen de sus hijos cuando aprenden a gatear, caminar, correr, montar una bicicleta o pescar, pero no tú, tu podías levantar nuestro tractor o las vacas" - y en esa parte Jonathan se reía recordando el agarre de su pequeño bebé que le costó un dedo roto, el hecho de que Clark nunca se enfermó, si se caía de la cama nada le ocurría, cuando apenas tenía un año podía alzar el garrafón de agua o la mesa de la sala.

Sus padres, habían educado a Clark para ocultar sus poderes frente a los demás, pero en casa, fue practicando poco a poco, adquiriendo más fuerza, controlando su oído, para poder dormir o simplemente pensar cuando empezaba a escuchar múltiples conversaciones a la vez de los pueblos vecinos.

La visión de rayos x, llegó después y hasta casi el final de su adolescencia el vuelo, mientras tanto solo daba saltos de grandes distancias, sería hasta su etapa adulta cuando desarrollara el aliento helado y la visión calorífica.

Todo trascurría con relativa normalidad para los Kent, hasta que con 12 años, comenzó a sentirse mal, al principio había pensado que se estaba muriendo, un dolor agudo le llenaba el estómago y la parte baja del vientre, nunca había sentido dolor y aquello era una agonía. Por fortuna habían sido vacaciones de verano y estaba en la granja cuando pasó.

El primero en darse cuenta fue su padre, quien le tomo en brazos y lo llevó dentro de la casa, mientras su madre le preparaba un baño de agua fría para calmar los calores y sudor que acometían su cuerpo.

No sabía que estaba ocurriendo, pero su padre salió en la camioneta de trabajo y una hora después regreso con supresores, si Clark hubiera sido un humano normal, estos hubieran ayudado, pero su invulnerabilidad también era en contra de los medicamentos. Los cuales no sirvieron de nada y durante una larga y exhaustiva semana sufrió las consecuencias de su ciclo.

Fue una experiencia vergonzosa y cansada, donde no paraba de lubricar y de estar excitado al punto del dolor.

Cuando todo pasó sus padres hablaron con él, le explicaron que era un Omega, y por su aroma uno de alto nivel, le explicaron que el olor que percibía era el propio y que nunca se iría de él, ahora tendría ciclos cada mes. Repetir la experiencia le parecía un castigo más que el milagro de la vida, sus padres siempre habían creído que por ser alienígena no tendría casta y por ende no podría unirse y formar manadas.

Durante el tiempo que paso de un ciclo al siguiente, Clark intento tomar supresores, incluso en grandes cantidades, pero no hubo efecto alguno y la fecha se avecinaba cada vez más rápido, no había forma de consultar a ningún experto, porque nadie sabría cómo tratarlo, y peor aún, sus vacaciones de la escuela se terminaban y tendría que ir a la escuela como un Omega sin marcar, aquello era ofrecerse así mismo a los lobos.

El mismo día de su ciclo comenzó a sentirse con la necesidad de armar un nido, un refugio seguro donde pasar sus días de fertilidad, sus padres, los libros e incluso las clases en la escuela, le habían explicado que aquello era una conducta normal en los omegas, buscar un lugar donde pasar sus momentos de mayor debilidad. El ciclo los afectaba según el nivel de su clase, y duraba más en los de alto rango, quienes perdían el buen juicio y se sometían por completo a sus deseos.

Se encerró, se quitó la ropa y meditó, se centró en lo que sentía, en los pequeños cambios que iban operando en su cuerpo hasta que el celo llegó, con toda su potencia, haciéndolo sentir pegajoso y sudoroso, con un calor terrible y una dolorosa necesidad dentro de él, su propio aroma lo intoxicaba, deseo con todas sus fuerzas ser algo más, alguien más, lo deseo con tal ardor, que su aroma comenzó a anularse.

Aquello sería el comienzo de uno de sus poderes, la habilidad de camuflarse, y que le permitiría tener una identidad secreta, la simple razón de porque nadie lo reconocía como Superman cuando solo usaba unos lentes de pasta dura sin aumento para ser Clark Kent, podía cambiar la forma en que lo percibían los demás.

Decidió ser un Beta de nivel bajo, demasiado común y aburrido para levantar sospechas de las actividades extrañas que se suscitaban alrededor de él, a un Beta nadie le daba una segunda mirada, y menos cuando olían tan débil, cuando su personalidad era tan tímida y poco atrayente incluso santurrona. Clark Kent sería su identidad secreta, quien usara lentes como mascara, y quien ocultara su aroma ante los demás.

Al volverse un súper héroe nunca pensó en fingir ser Alfa o Beta, simplemente no olía a nada, así era más difícil para los villanos y enemigos rastrearlo, todo el mundo asumió que aquello era una simple característica de ser Kriptoniano, y no que era otra clase de poder en Superman, uno menos vistoso que volar o sacar rayos por los ojos.

Y de esa manera Clark había continuado, pasando sus ciclos, siendo un Omega en toda regla, pero sin oler a uno, sin la característica más importante de su casta. Ningún Alfa pensaría que algo que parece Beta y huele como Beta sería Omega, era un plan brillante y sencillo que nunca pensó cambiar, hasta ahora.

 Ningún Alfa pensaría que algo que parece Beta y huele como Beta sería Omega, era un plan brillante y sencillo que nunca pensó cambiar, hasta ahora

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