Capítulo 11

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Abrió los ojos en la profunda oscuridad de su mortaja. Intentó estirarse pero estaba débil por la falta de luz, su corazón y su respiración era el único sonido que escuchaba en la quietud. El aire mohoso iba acabándose y por unos segundos dejó que el pánico se apoderara de él.

Estiró sus manos en el espacio pequeño mientras sus pulmones tomaban lo último de aire que quedaba y concentrando su fuerza, emergió en una explosión de tierra y madera de su ataúd.

Flotó en la quietud del ocaso desorientado y en soledad, los pocos rayos de luz que aún quedaban del crepúsculo le dieron alivio. Dando una bocanada de aire descendió, analizó sus ropas formales, el traje con polvo y tierra, descendió su mirada a la tumba de su padre y la suya.

¿Qué había pasado?

Recordaba a Doomsday, y un dolor terrible en el pecho, se llevó la mano instintivamente a la zona, y revisó sobre sus ropas, no tenía ninguna herida, había sanado y la piel se mostraba tan impoluta como siempre. La lápida rezaba su nombre, todos debían creer que estaba muerto.

Contrariado y confuso voló hasta su casa, sin importarle no llevar el traje de Superman.

Se posó en el jardín mientras agudizaba el oído escuchando los ruidos de la televisión. Se adentró a la casa dando tumbos abriendo la puerta con brusquedad, sobresaltando a su madre.

Martha abrió mucho los ojos de la impresión y dio un grito estrangulado, atónita.

-¡Ma'!- Clark fue hacia ella cubierto de tierra y oliendo a humedad, la envolvió en sus brazos

-¡Clark! ¿Cómo es esto posible mi niño?- dijo mientras lágrimas se formaban en sus ojos llorando desconsolada de felicidad. Apretó fuerte a Clark quien la sostenía con gentileza.

-¿Qué ha pasado?- la cuestionó limpiando sus lágrimas con su pulgar

-¡Oh Clark! ese monstruo te atravesó, tenías un agujero horrible en tu pecho, te desangraste en brazos de Batman-le dijo recordando la amarga experiencia

-Él te llevó a su guarida y curó tus heridas, pero al final tuvimos que enterrarte, Superman murió pero como Clark Kent no había manera de explicar tu muerte y menos tras las heridas que te habían infringido, dijimos que desapareciste en la destrucción de Metrópolis-le explicó

-Pero ahora estoy vivo de nuevo, ni yo mismo me lo puedo explicar-le dijo separándose de ella mirando su cuerpo, funcionaba igual que siempre, se sentía débil por la falta de sol, pero sabía que recargándose el día de mañana todo estaría bien.

-Es un milagro, siempre lo has sido Clark, estoy tan feliz de tenerte de nuevo, no hay nada peor que la muerte de un hijo - Martha lloró un poco más, Clark intentó consolarla pero ella lo detuvo alejándose -tengo algo para ti -le dijo con una sonrisa llorosa y fue a su cuarto para traer el traje de Superman, con su capa roja doblada pulcramente

Clark tomó la capa mirando el símbolo de la esperanza de la casa El

-Tengo un lugar al cual ir -le dijo mirándola y ella asintió como sabiendo a qué se refería

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La capa roja ondeó a sus espaldas mientras miraba la Mansión Wayne, su visión de rayos X, algo defectuosa por la pérdida de su poder le hizo saber que había tres personas en la casa, supuso que serían Bruce, Tim y Alfred.

Voló hasta la Baticueva flotando hasta el gran monitor que era la Baticomputadora

-¿Batman?- preguntó en la oscuridad olfateando, sus instintos omega le indicaban el aroma alfa a seguir, fuerte y especiado un aroma embriagador que lo hizo caminar en la oscuridad.

It Was Always YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora