Capítulo 7

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-Señor, todo listo- Marcy Graves, taconeó hasta el escritorio de Lex Luthor, con una Tablet en el brazo para dejarla a su lado mostrándole su trabajo

-El yate ha sido alquilado, el dinero para la Biblioteca Municipal de Metrópolis ya fue recibido y las invitaciones enviadas, todo el mundo estará allí al igual que la estatua que mandó hacer - le informó pasando las imágenes por la pantalla junto con los gráficos

-Perfecto, si todo sale bien Marcy, esa noche habré conseguido al Omega más famoso del mundo y su poder absoluto se doblegará ante mí - dijo con una sonrisa mirando la estatua de Superman, el hombre postrado a la humanidad, alzando sus manos con bondad a los cielos como un Dios.

Lex Luthor, era un Alfa de clase alta y estaba acostumbrado a tener siempre lo que deseaba, por una parte su mente analítica y sumamente brillante podía elaborar los más ingeniosos planes y por el otro su inmensa fortuna podía suministrarle acceso a todo tipo de tecnología, armas, personas y lugares.

Sólo una cosa se le escapaba, no poseía poderes, aquello no lo intimidó, Lex Corp, podía producirle armamento suficiente para vestirlo de tal forma que sería invulnerable.

Batman había sido su inspiración, un humano combatiendo al lado de los héroes, pero él deseaba más, deseaba ser divino.

Hacía años que había observado a Superman, pero él nunca había tomado partido ni bando alguno, no había forma de contactarse con él y durante años La Maravilla de Metrópolis continúo siendo inaccesible.

Hasta la gran revelación, Superman era un Omega, un Omega de alto nivel, la noticia le había hecho reír por lo hilarante del asunto.

Un Omega de alto nivel en las narices de todos, bajo el ojo público, pavoneándose y sin marcar, tanto poder, fuerza y belleza sin dominar. De sólo pensarlo sentía excitación y su saliva Alfa comenzaba a brotar, quería marcarlo, poseerlo y utilizarlo.

Se puso de pie mirando su imperio desde su ventana en el edificio más alto de la ciudad, podía verse el globo de "El Planeta" desde allí, las avenidas principales y los parques cercanos, quizá si observaba fijo podría verlo, no un ave, no un avión, sino Superman.

Se río frente a la ventana ansioso por encontrarse con su presa.

-Muy pronto Superman, tú y yo seremos uno -dijo mirando su reflejo y sus fieros ojos azules brillaron con malicia.

...-*****.....-*****.....-****

Superman entro en el comedor común de la Atalaya, de inmediato fue seguido por un silencio y unos cuantos susurros que su súper oído no tuvo dificultad de captar.

-"El primer omega de la Atalaya"-

-"increíble que lo haya podido ocultar tanto tiempo"-

-"Cállate nos puede escuchar imbécil"-

Era como volver a la preparatoria pero peor.

Se formó en la fila con su charola para recibir su comida, al menos los robots lo trataban igual

-¿Postre?- la voz metálica del androide le preguntó y murmuro un sí para ver cómo el último pastel de manzana era llevado por Shazam, el niño iba devorando muy feliz su comida

-Si quieres puedes tener el mío-

Se dio la vuelta mirando a Flecha Verde ofreciéndole un pedazo de pastel, era su favorito y su ciclo estaba a la mitad lo cual lo hacía especialmente antojadizo y hambriento, pero que un Alfa diera comida a un Omega era símbolo de protección, de cuidado, que podía proveer al Omega de todo lo que necesitaba, deseaba decir que sí pero al final afligido dijo no

It Was Always YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora