Capítulo dedicado a las personas que me escriben para decirme que les encanta la historia. No hace falta que os mencione, vosotros sabéis quiénes sois y sois geniales. Gracias, bebés♥
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Megan.
Ya llevo una semana y media aquí, en mi país de origen y... se me está haciendo eterno. No sé si podré aguantar una semana y media más, se me va a hacer interminable. Pero no me queda otra, quise venir y aquí estoy, así que a apechugar. En realidad me encanta, pero una se acostumbra a la vida española y bueno... pasan estas cosas.
Mi madre y yo estamos de camino al pueblo, nuestro pueblo: Basakato de la Sagrada Familia, Ciudad del Barco. Nos lleva el hermano pequeño de mi madre, queda mitad de camino y este hombre conduce que da miedo. Más bien, en este país conducen que da miedo. Tienen prisa por llegar a todas partes y ni se preocupan por las señales de tráfico y tampoco es que los peces gordos que controlan este tipo de cosas se preocupen, hay semáforos que ni van y por ejemplo, yendo a algunos sitios lo único que puedes ver es lo que tienes delante de ti porque las farolas no funcionan. A veces tengo la sensación de que nos vamos a chocar.
Tengo unas ganas terribles de llegar. Quiero ver La Casa Azul, que como su propio nombre indica la casa es de color azul, -mis hermanos y yo, la rebautizamos como La Casa de las Arañas, porque está repleta de ellas-, donde se criaron mis abuelos maternos junto con sus hijos, hermanos y sobrinos. Hace mucho que no vengo pero cada vez que estoy aquí de vacaciones, tengo que pasar a verla. Me gusta mucho, es pequeña pero acogedora; aunque no voy a mentir que a mí me da un poco de cosa dormir ahí.
-¿Qué tal los novios, Megan? -pregunta mi tío, que me mira por el retrovisor.
Suspiro.
-Yo no tengo de eso, solo dan dolor de cabeza -mi tío se ríe y mi madre niega con la cabeza, ya se sabe toda la historia.
-Pues cuando encuentres a alguno que no te dé dolor de cabeza, me lo presentas que tengo que ver si es suficiente para ti.
Asiento, dándole la razón. Obviamente no voy a presentar a nadie para que le den el visto bueno. Me tiene que gustar a mí, no a los demás. Mientras ellos dos siguen hablando, yo sigo escuchando la música de mi móvil. Forever de HAIM comienza a sonar en mis auriculares, siempre que escucho esta canción tengo ganas de fumar pero por respeto a mi madre no lo voy a hacer delante de ella.
Hey you,
Remember me?
Remember love?Será mejor que cambie de canción porque me está entrando un mono que no puedo con él. Pasamos por varios pueblos de los cuales no sé el nombre, pero me parecen súper bonitos, tan verdes..
Por fin llegamos y al aparcar, bajamos del coche y mi madre saluda a sus antiguos vecinos, compañeros de clase y todos los que no se han ido del pueblo. Me hace saludarles y les recuerda que soy su tercera hija, también les habla de los demás y eso. Así con todas las personas a las que se para a saludar. Y al fin llegamos a La Casa Azul, igual de bonita y azul que siempre. Entramos en ella y también está llena de telarañas, ¡qué escalofríos! Apenas vienen aquí, así que la casa esta muy poco cuidada pero según lo que me cuenta mi mami quieren arreglarla. Nada mas entrar está el salón, a la izquierda y derecha del salón hay dos habitaciones. Y en cuanto entras en el salón, hay una puerta de salida que lleva al baño. Sí, está fuera de la casa; hay un caminito que te lleva hasta él. En los pueblos no está "bien visto" que el baño esté dentro de la casa, según ellos que el europeo es el único tonto que deja la mierda dentro de su casa. Su teoría es una gilipollez pero bueno. Las casas construidas en los últimos tiempos ya tienen el baño dentro.
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Me & Mr. Jones.
Randomif you love me, let me now. if not, please let me go. ESTA HISTORIA ESTÁ SACADA DE MI CABECITA, TODO ES DE MI INCREÍBLE IMAGINACIÓN. NO LA COPIÉIS, PLS. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. SE PROHÍBE TODA LA COPIA PARCIAL O TOTAL DE LA HISTORIA. ©