Tenía 12 años. Mi padre y yo volvíamos de visitar la tumba de mi madre, quién había fallecido 2 años antes. Yo veía a través de la ventana del auto a las personas; viviendo sus vidas tan libremente, mientras yo me quedo en una mansión vacía. Mi padre hablaba con alguien por teléfono, pero a muy temprana edad me acostumbré de a ello, él estaba conmigo, pero no lo estaba.
- De acuerdo. Lo recibiré mañana. - Colgó su teléfono, volteándome a ver.
Mi padre... no es un mal padre. Severo, ¿justo? Alguien cuyas emociones no lo descarrilan. Cómo cuando mi madre falleció. Su corazón no lo hizo castigarme, si es que tenía un corazón.
- Jonghyun, mañana recibiremos un huésped en nuestro hogar, ¿de acuerdo? Quiero que te comportes y lo trates debidamente. Saludas, te presentas y-
- Me retiro a mi habitación sin hacer ruido y sin importunarlo. No debo establecer contacto visual, ni pensar en él. ¿Correcto, padre?
- Así es.Y fin, nuestras conversaciones no eran las más largas de todas. Le llegó un mensaje a su celular.
- Ese teólogo o metafísico, lo que sea, volvió a mandarme mensajes anoche. Parece que vivir en América lo hace inconsciente de la hora aquí.
- ¿Es el que te invitó a la fiesta de su hija?
- El mismo.
- ¿Ya cuántos años tiene?
- ¿9? ¿10? Es un par de años más joven que tú.
- ¿Cómo lo conoces?
- Al parecer una de sus investigaciones sobre lo "sobrenatural" ha desembocado en nuestro nombre y el de algunos antepasados.
- Si es un riesgo, ¿por qué sigues tratando con él?
- Aprende esto hijo, ese tipo de personas son quienes tienen las mayores bases de datos de la gente de nuestro tipo. Así que entre más amigo que enemigo seas de ellos, más acceso tienes a esa información.Mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos, más. Ese era el lema de mi padre. Al llegar a casa subí a mi cuarto y me puse a dibujar. No era un artista, pero mis dotes se defendían. Ese día, dibujé una extraña criatura alada, del tamaño de un hombre, pero con unos intensos ojos rojos.
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- ¡Jonghyun! ¡Baja a saludar a las visitas!
Ya estaba vestido, preparado para conocer al extraño. Bajé, encontrando a mi padre frente al portón, junto a otro hombre. ¿Él era el sujeto?
- Jonghyun, te presento al señor Park, sirviente de la familia Lee.
- Mucho gusto. - dije, sin voltear a verlo.
- Igualmente. Sólo he venido a dejar al joven Lee aquí. Confió en su discreción. De ambos.
- ¿Quiénes cree que somos? - Mi padre lo miró ferozmente, dándole un escalofrío.
- Mis más sinceras disculpas, mis experiencias con la familia Sul me han vuelto más desconfiado.
- No se preocupe por ello. Ahora, ¿Dónde está el joven?
- Aquí.La voz era de alguien no mayor que yo. Y en efecto, la persona que se asomó del costado de la puerta era un chico de 13 años.
- Mi nombre es Lee Jinki, pero dígame Onew, insisto.
- De acuerdo, Onew. Jonghyun, llévalo a su cuarto. El señor Park y yo tenemos que discutir algunos asuntos.
- Si padre.El niño, Onew, y yo nos dirigimos al segundo piso, su cuarto quedaría junto al mío. Mientras subíamos las escaleras, él iba rascándose compulsivamente espalda.
- El cuarto es grande y espacioso, espero que estés a gusto.
- Sí- Gracias-
- ¿Te pasa algo?No le había hecho nada, ¿qué sucedía con él?
- Nada, es sólo qué- ¿Puedo pedirte un favor?
- Creo, sí.De la nada empezó a desvestirse, quitándose el saco y desabrochando su camisa.
- Espera. ¡¿Qué estás haciendo?!
Me dio la espalda, retirándose la camisa, revelando un arnés que se abrochaba de atrás, sosteniendo unas ¿alas?
- ¿Puedes desabrocharlo?
- ... Sí.Desamarré el arnés, siendo golpeado por las grandes y pesadas alas, que eran un poco más chicas que él, pero sólo unos centímetros, como a la altura de su nuca. Completamente negras. Fue hacia mí, ofreciéndome ayuda para levantarme, mientras sonreía.
- Ahora, sí. Gracias. Mi nombre es Onew, y soy un Kurasu-tengu.
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MONSTRUOS INTERNOS (Jonghyun y tú)
FanfictionTN era una chica que vivía de manera normal hasta que sin saber por qué sus padres la enviaron a una mansión de lo más extraña. Los habitantes son 5 chicos que son especiales en la manera más aterradora que se pudo imaginar. ¿Pero por qué estaba ah...