MONSTRUOS INTERNOS (Jonghyun y tú)

40: ME PREGUNTO QUÉ

- Jonghyun, basta. Suéltame.
- Claro que no, TN. Nunca.
- Jonghyun, en serio. Ya déjame ir.
- ¡Que no!
- ¿Y cómo piensas que voy a hacer el desayuno si no me dejas ir?
- Puedes no hacerlo. O hacerlo en 5 minutos más. No morirán de hambre. - reí
- Basta, berrinchudo. Hora de levantarse.

Con esfuerzos levanté el cuerpo de Jonghyun de encima mío, para poder vestirme. Jonghyun se había "mudado" (no oficialmente) mi habitación, así que dormir juntos, literalmente, no era una sorpresa. Me puse un par de shorts y blusa holgada, pues la habitación se sentía caliente. Jonghyun sólo se puso unos pantalones limpios y salimos del cuarto.

Un aroma dulce inundó el ambiente.

- ¿Ves? Alguien más ya está cocinando. - Entró muy tranquilo a la cocina... Quizá demasiado.
- Ejem. Buenos días.
- ¡Señora!

Los colores se le subieron al rostro a Jonghyn, al ver a mi mamá frente a él, con el sartén en la mano, reprochándole con la mirada la falta de camisa. El resto de los chicos estaban ahí, riendo entre dientes.

- Sé que es verano y hace calor, ¿pero no crees que habría que llevar ropa encima, muchacho?
- S-sí. Lo siento.

Reí entre dientes también por ver a Jonghyun como un pequeño niño asustado, en lugar del adulto responsable que había demostrado ser antes.

- No hay problema. Sólo recuerda: hay una señora en la casa. Por lo menos por ahora, así que... Decencia.

Key terminó por carcajearse de risa ante la cara de Jonghyun, la mía y el semblante serio de mi madre.

Ambos nos sentamos en la barra con el resto.

- TN, te quiero, y quiero tu comida, - Key veía su plato con adoración - pero tu mamá cocina increíble. Éste es mi tercer plato y puedo con otro.
- ¿Puede quedarse aquí para siempre? – Taemin también veía con adoración su plato y a mi mamá.

Ella y yo sólo atinamos a sonreír por los comentarios, mientras me servía mi desayuno. Apenas di el primer bocado, sentí algo cálido en mi pecho. Ese sabor me hacía muy feliz.

- Buenos días. – Era mi papá, entrando, aún adormilado.
- Buenos días, señor. – Contestaron todos.
- Buenos días, amor. – Mi madre le dio un beso en la mejilla.
- Jonghyun... - escaneo a Jonghyun, igual que mi madre. – Buenos días.
- B-buenos días, señor.
- Veo que tienes calor, - Jonghyun carraspeo - debe ser la estación. ¿Cierto?

Jonghyun se levantó rápidamente corriendo... a mi habitación.

- ¡Camino equivocado!

Con el grito de mi padre cambio de dirección, entrando en su habitación. Y aunque los demás pensaron que era gracioso, al levantar mi vista mis padres me veían con caras que demostraban sorpresa y regaño. Al mismo tiempo.

Era... incómodo, por decir lo menos.

- Este...
- Mejor no digas nada, señorita.
- Lo que digas podría ser usado en tu contra. – trague saliva.
- ¿Y lo que nosotros digamos también puede ser usado en su contra? – Key y Taemin se asomaron de entre Onew y Minho.
- Porque sabemos de un par de cosas que-
- Cállense los dos. – Fui a taparles las bocas, mientras aún se burlaban de mí.
- Créanos, no necesita más tierra en la tumba.
- ... No me van a hacer hablar de "eso", ¿verdad?
- Oh no, podemos imaginárnoslo. Y no es algo que necesariamente quisiéramos.

Cuando Jonghyun bajó, tenía a Key y a Taemin abrazándome, jalando mis mejillas, que se encontraban rojas cual tomates.

Y él también, después de ver las caras de mis padres y leer la situación. Huyendo, diciendo que tenía cosas que hacer.

Cobarde.

Mientras mis dos dolores de cabeza seguían molestándome, vi a mi madre susurrarle algo a mi padre.

Me pregunto qué.

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¡Hola! Pues creo que ya es justo que sepan, esta historia está llegando a su fin. Me ha gustado mucho hacer una historia con este tipo de temática y personajes, además de que SHINee... No necesito decir más.

Gracias a todos y todas por seguir esta historia. :)

Aún no es el gracias definitivo, pero sí, ya estamos cerca del final.